Capitulo 39.

5 2 0
                                    

He estado tan concentrada en todo lo que estoy experimentando con la masturbación de mi novio, que no me doy cuenta cuando su tía se ha ido, dejándonos completamente solos ignorando que su hermano también se ha marchado. –Ve al baño y espérame ahí, date prisa– dice Aron, –¿Para qué? – digo, –Solo ves, date prisa antes que mi tía regrese– dice.
Me muevo de aquel mueble donde he estado sentada y me dirigido al baño, al mismo momento llega Aron, quien se pone detrás de mí, puedo sentir como ha bajado un poco mis jeans y las bragas que traigo puestas, puedo sentir como su pene toca mi vagina empapada, cada vez con más frecuencia siento el placer que causa su miembro cuando está dentro de mí. Comienzo a masturbar mi clítoris mientras su pene sale y entra en mi vagina, ha quitado mis dedos de mi clítoris para masturbarme con los suyos mientras su deliciosa verga está dentro de mí, besa mi cuello cada vez que puede y logro sentir y explotar todo ese placer que me provoca tener sexo con él. –Espera…– dice Aron, creo que se ha llegado mientras me ha penetrado. –Vamos a mí dormitorio amor– dice Aron, y le sigo al mismo momento.
Me he acostado en su cama mientras alza mis piernas quedando su cabeza entre medio de ellas, comienza a lamer mis labios mayores, mete su lengua dentro de mí una y otra vez, haciéndome arder de placer, su lengua recorre mi vulva mojada, mete sus dedos mientras su lengua hace pequeños círculos en mi clítoris, ¡Que rico se siente todo lo que me hace en este momento! Su lengua hace que me deleite una y otra vez, me estremezco cada vez que siento como roza mis labios mayores y menores, necesitaba sentir esto hacía mucho tiempo.
Siento como su pene nuevamente penetra mi vagina, sus movimientos me hacen sentir satisfecha, sus penetraciones me hacen sentir en el cielo hasta olvidar la verdadera realidad de mi vida. Miro la cara de satisfacción que tiene mí novio al disfrutar estar dentro de mí, siento como nuestros corazones se han de acelerar con cada movimiento hecho, cada vez me hace mas fuerte queriendo llegarse mientras tenemos sexo.
Una voz muy conocida interrumpe nuestro momento sexual, –Es Yis amor, cámbiate, nos vera– le susurro al oído. Aron me sube el jean de prisa y hacemos como si nada paso, unos pasos se acercan al dormitorio de Aron, mientras nos encontramos acostados en su cama.
–Hola bro, ¿Cómo vas? Te he estado buscando hace mucho, pero me dijeron que estabas ocupado– dice Yis. –Me temo que tú llegada será en vano, Aron no va a salir– digo con algo de petulancia. –Pero mira en que posición estás acostada con Aron, pareces una niña consentida– dice Yis. Había olvidado por completo que seguía arriba del cuerpo de mi novio, me encuentro abrazada de el para evitar que se vaya con Yis. –Bro ahora no puedo salir, estoy ocupado con ella, ¿Amor déjame salir si?– responde Aron. –No saldrás a ningún lado, ya déjalo estar– digo. –Tenemos mucho tiempo esperándote, por ello te he venido a buscar– dice Yis. –Ahora iré– responde aron.
Yis se acaba de retirar del dormitorio de Aron dejándonos a solas como estábamos mucho antes. –¿Por qué te pones así, dime amor de mi vida– dice Aron con voz suave y llena de ternura, lo que hace que mi corazoncito se llena de amor. –Porqué no quiero que te vayas con nadie, quiero que te quedes conmigo– respondo.
Aron me baja de su cuerpo y nuevamente me baja los pantalones que traigo puestos. Siento una corriente que sube y baja al sentir nuevamente el pene de Aron dentro de mi vagina, se siente tan rico ser follada por el, desearía que así fuese siempre nuestra relación. –Que rico, quiero mucho más, mmmm– gimo. –¿Te gusta mucho mi amor? Te fascina como te hago sentir– dice Aron. –Si me gusta muchísimo– digo con voz agitada.
Sus labios se juntan con los míos, siento como su corazón se ha de acelerar por los movimientos que hace. Cada vez me hace mucho más fuerte queriendo llegarse. –mmm– dice Aron. Deja de penetrarme y va de prisa al baño, esto me confirma que se ha llegado completamente.
Me siento en lado de su cama esperando que se regrese del baño. –Te he extrañado todo este tiempo, me hiciste mucha falta– dice mi novio. –Tu también me hiciste mucha falta amor, no quiero que te vuelvas a ir– digo con voz de niña consentida. –Ya no me iré mi negra hermosa– dice Aron.
Realmente soy la mujer más dichosa en este momento, desearía que Aron se quedase por siempre conmigo, le he extrañado tanto que no soportaría tenerle a distancia nuevamente. Que falta me hicieron sus besos y sus caricias, todo el placer que genera el sexo que me da me hace sentir en paz, puedo confirmar que le fascina mi cuerpo por los gestos que hace mientras me devora en su cama.
–¿Amor quieres que te eche un poco de mi colonia?– dice. –Esta bien, quiero oler a ti– respondo. Se acerca a mí y me estamos un hermoso y delicioso beso, el cual devuelvo al momento y disfruto.
Escucho una voz gruesa llamar a la sala, Aron sale del cuarto a ver de quién se trata. Escucho solo susurros pero no logro saber que dice aquella persona y no sé quién es. Me coloco mis sandalias y salgo del cuarto, al llegar ahí, me doy cuenta que se trata de Royers, un chico que conozco desde hace mucho tiempo, me extiende su saludo y yo le devuelvo su amable gesto. –Amor tengo que ir me con el, toma tu cartera, te iré a acompañar para que tomes el bus– dice Aron. –No quiero irme a casa ahora, quiero que te quedes conmigo– digo algo enojada. –Amor tenemos muchísimo tiempo para estar juntos, hoy el tiempo de estar juntos ha terminado, baja las escaleras, te esperaré a que bajes– dice Aron. –Esta bien, ya no vendré más a tu casa a verte, no es justo lo que ahora estás haciendo– digo con un tono de voz seco.
Bajo las escaleras haciendo pataletas, me encuentro muy enojada. Hacía muchísimo tiempo que no le veía, ¿Cómo es posible que se vaya con Royers a no se que parte? Nisiquiera se a dónde irá, no hubiese venido a su casa si el tenía cosas que hacer. Le he dicho al chico que me trajo en motocicleta que viniese a buscarme a las ocho de la noche, apenas son las seis y media, tendré que esperar muchísimo a que venga aquel chico. No tengo mucho dinero y solo me alcanzaría si el llegase a recogerme, me da muchísima pena pedir un poco de dinero a Aron.

Estoy muy enojada con mi novio, he seguido sus pasos haciendo berrinchitos, –Deja de comportarte asi– dice Aron. –Me comportó como yo quiera y deseé, dejame en paz– digo con tono de voz alto. –Ven a mí, te daré un beso, ven pequeña– dice Aron con un tono de voz sensible y amoroso.
¿Por qué razón siempre tiene que hablarme de esa forma? Siempre va a ser mi debilidad que me hable así. Mi enojo ha cesado, me he de acercar a él para probar una vez más sus labios carnosos y deliciosos. Cuando me habla de tal forma mi enojo desaparece, soy muy sentimental, las palabras llenas de fragilidad y amor llenan mi ser de ternura y compasión.

–¿Cogeras la motocicleta en este sitio?– ha de preguntar mi novio. No creo que deba decirle que me hace falta dinero, me da muchísima pena, además aquel chico regresará a buscarme a las ocho, tendré que esperar en el centro comercial pacientemente a que regrese por mi. –No amor, aquí no, iré al centro comercial a comprar algunas cosas que he de necesitar– respondo. En realidad no comprare nada, solo quiero que no se de cuenta que no tengo suficientes dinero para regresarme a casa. –Esta bien, me iré hacia la casa de mi otro tío, te amo, cuídate, por favor me envías un mensaje cuando llegues a tu casa– dice Aron. Me ha plantado un hermoso beso el cual devuelvo a la vez y me despido al momento.

Llevo dos horas desde que estoy esperando aquel motociclista que llegue a recogerme, tengo muchísimo miedo porque hay poca gente en el centro comercial. He de revisar mi cartera y al ver la carta que le he escrito a mi novio la tristeza recorre mi ser. Se me ha olvidado por completo entregársela, se que habría estado muy feliz con mi pequeño detalle, soy muy olvidadiza con estas cosas, con esta van dos detalles que no logro entregarle.

He de comenzar a llorar por el frío que recorre mi cuerpo, en aquel centro comercial la brisa es muy fuerte, no tengo un abrigo y sigo esperando en aquel banquillo que regresen a buscarme. Aún estoy muy cerca de la casa de mi novio, pero no quiero molestarlo, tal vez tiene cosas que hacer, aún puedo esperar un poco más.

Me encuentro muy triste, aunque Aron logró que mi enojo desapareciese con el beso que me dió, aún sigo pensando que fue muy poco tiempo el cual pasamos juntos, debió decirme que tenía cosas que hacer y yo hubiese pospuesto aquella visita a su casa. El no tiene ni la menor idea de que aún sigo esperando que ese chico llegue a recogerme, y tampoco le contaré.





Zorella.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora