Zorella.

Capitulo 27.

Mi tía Manu, hermana de mi padre lo ha llamado y le ha entregado un móvil que le podría servir mientras pueda comprar uno. Me alegro muchísimo de ello, ya podré hablar con mi novio, después de todo solo he conseguido saber cómo ha estado.

Papá ha ido a llevarlo al técnico para que pueda hacerle algunos arreglos para así poder usarlo con tranquilidad. Pasado unas horas papá ha llegado con el nuevo móvil y lo he tomado para entrar un momento a mis redes, rogando a Dios que Aron pueda estar en línea para poder hablar con él. Por fortuna casi siempre le atino con eso de estar en línea en redes.

Hablamos durante un largo tiempo hasta cansarnos, he de creer que tiene un nuevo móvil, aún no me lo ha dicho, pero es lo que creo. Ahora quién no tiene un móvil soy yo, que ironía.

Me ha contado que está ansioso por verme, que quiere besar mis hermosos labios y no solo los labios de la boca. No entiendo porque cada vez que me dice estás cosas me excito hasta mojarme toda, aquella vez cuando hablábamos por llamada en la madrugada dijo «Quiero preñarte». Sé que es patético, pero fue tan excitante, casi siempre me dice que me va a preñar y solo me echo a reír cada vez que sale de su boca tal cosa.

Faltan pocos días para mí cumpleaños número dieciséis, aproximadamente siete días, estoy tan emocionada. He visto una chica en mis redes que sabe maquillar bonito, no me gusta mucho maquillarme, pero quiero lucir radiante el día de mi cumpleaños, sé que será un gran cumpleaños, ¡Lo sé! Aron vendrá a verme pronto y solo sueño con que estos días pasen rápidamente hasta que pueda llegar el veintidós de septiembre.

Papá ha dicho que posiblemente no podrán comprarme un pastel de cumpleaños, he estado un poco triste desde que me ha dicho tal cosa, es mi cumpleaños, ¿cómo es que ni siquiera va a ver torta? Me temo que está vez tendré que aceptarlo, no estamos bien económicamente este año, por todo lo que ha pasado. Lo único que en realidad importa es que estaré con mi novio ese día, aunque no tenga una torta y algo parecido estaré feliz.

Decido tomar mi libro After, al cual solo le faltan algunas hojas para terminar la primera parte, ¿Cómo es posible que alguien aposté la virginidad de alguien? Solo a Hardín Scott se le ocurría, o a alguien que no sienta por nadie y no le importe nadie, no debes tener corazón para hacer este tipo de cosas, ¿Como ha sido capaz de mostrar las sábanas sucias de sangre, el condón lleno de semen y todo lo demás? Definitivamente algunos hombres no tienen perdón, pero más penoso y vergonzoso sería si Tessa llegara a perdonarlo, aunque con lo que he averiguado antes de leer los libros, al parecer Tessa lo perdona y siguen juntos.

Definitivamente por amor se perdonan cosas imperdonables, pero estoy segura que yo no perdonaría ese tipo de cosas.

Al leer aquella parte donde los amigos de Hardin humillaban a Tessa con sus risas malévolas, no pude evitar que salieran mis lágrimas, sinceramente me adentré tanto en el libro que sentía las mismas sensaciones de Tessa al enterarse que todo había sido una miserable apuesta, fue tan desagradable, no quiero imaginar que en realidad me suceda algo así. Anna Todd es una de las mejores escritoras, ¿Cómo es que tiene tanta imaginación para escribir una novela con una trama tan interesante e intensa? ¿Será que alguna vez le pasó igual, o todo esto ha sido producto de su inspiración? No sé en realidad que le inspiró a escribir esta novela, pero es completamente complaciente lo que a diario leo de sus palabras escritas en el libro.

Mi madre me ha llamado, al parecer quiere decirme algunas cosas, cierro mi libro y salgo de mi dormitorio para escuchar lo que ha de decir mi madre. –He de hablar con un familiar cercano para que puedas hacer todas las tareas que tengas pendiente, en su casa hay internet y dispositivos que puedes usar para hacerlas, él es el padre de tu amiga July, va en tu mismo curso, así que te sentirás cómoda– dice mi madre con un gesto de alegría. Mi madre ya me había comentado una infinidad de veces para que fuese a casa de su primo Pedro a hacer las tareas, allá cuentan con computadoras y me sentiría cómoda con la compañía de Jully. Mi respuesta había sido no siempre, pero ahora no podría negarme ante tal ofrecimiento, necesito terminar las tareas que tengo acumuladas, podría abrir mi red social allí y hablaría con Aron mientras realizó mis actividades. Al final aquel móvil que mi tía Manu le había dado a mi padre se apagaba cuando su batería llegaba a cincuenta porciento, siempre tenía que dejar de hablar con Aron para que su batería cargara.