Capitulo 63.

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¿Se encuentra Silvia en casa? –Sí, por favor sigue adelante– ha respondido su madre. –Vamos a la terraza y hablamos– ha respondido Silvia.

Tomo asiento y espero que Silvia no me regañe por lo que hice. No estoy segura que de que se trate de ello, pero la verdad es lo único malo que he hecho hasta ahora.

–Queria preguntarte algo relacionado con anticonceptivos, tú qué sabes acerca de ellos ¿Cuál me serviría? Quiero protegerme de embarazos, pero no tengo idea sobre cuáles debo usar–
Doy un suspiro al saber que Silvia no tiene ni la menor idea sobre lo que he hecho con Aron. Que tranquilidad me da saber que aún no se da por enterada.

–Ahhhhh, ¿Era eso? Pensé que se trataba de algo mucho más grave. Me da miedo cuando me dices que tenemos que hablar, pienso que he hecho algo malo y comienzo a remover mi cerebro para recordar– Suspiro.
–No, ¿Haz hecho algo y yo no me he dado por enterada?– me lanza una mirada asesina.
–No en realidad, tranquila– digo.
–Bueno, tu qué te haz protegido contra embarazos, ¿Podrías brindarme tips sobre anticonceptivos?–
–Te aconsejaría que fueras a ginecología antes de comenzar a consumir algunas medicamentos para cuidarte. Más sin embargo puedo recomendarte inyecciones, son muy eficientes y te las aplicas cada mes, las pildoras también son buenísimas, pero no te las recomiendo si eres una persona olvidadiza, con tan solo una vez que dejes de tomarlas, estarías en riego de quedar embarazada, además estás se toman a la hora correspondiente cada día–
–Me asusta un poco, porque yo nunca me he protegido, es algo nuevo para mí–
–Lo sé, es por ello que debes ir a ginecología, son personas profesionales que te ayudarán con ese proceso–
–Silencio, viene mi madre, no quiero que se entere que comenzaré a consumir ciertas cosas–
–¿En qué momento salió de la casa? Yo no lo note– digo.
–JAJAJAJA, es un poco rápida, ¿Quieres tomar un poco de las sopas que ha hecho?–
–No, quiero una mazorca cocida que viene vendiendo aquella chica, se ven deliciosas y me gustan muchísimo–
–No puedo comprarte una mazorca, debes alimentarte de buena forma, no está bien que pases mucho tiempo sin comer, deja de pelear con la comida– dice.

Me ha traído un pequeño plato hondo con sopas, no soy muy amante a estás. En casa casi siempre peleaba con mi madre para no tomarlas, tienen muchas verduras y no me gustan por ello. Cuando estaba muy pequeña, mi madre decía que tenía que consumir verduras para que mi cuerpo estuviese lleno de vitaminas, pero estás aunque le aportaban a mi cuerpo calcio, hierro y demás, nunca me gustaron.

–Tomate todas esas sopas, no debes estar sin comer tanto tiempo– dice Silvia con voz autoritaria.
–No quiero, no quiero–
–Tomatelas, no te vas a morir si te tomas todo eso–
–Esta bien, lo haré, pero no me gusta el plátano, el ñame y lo demás, solo me tomaré el agua de la sopas–
–¿Que es lo que te gusta a ti? No te gusta nada, si no te tomas las sopas junto a lo otro que lo compone, es como si no hubieses comido nada, ¡Por dios, come! Deja de estar en guerra con la comida, debes estar bien alimentada– frunce el seño.
–Esta bien, me los comeré– miento.
–Imagínate que mis papás están muy enojados conmigo, porque dormí fuera de la casa. Dormí en casa de una prima, porqué llegué de una fiesta muy tarde y nadie abrío la puerta de esta casa. Tuve que irme a casa de Lili–
–De acuerdo con ellos, además tú no tienes nada que hacer en fiestas de esas. ¿Que no te basto con todo lo que bailaste en las fiestas de fin de año?–
–Sí, pero me invitaron a otra fiesta, no podía faltar, no es para tanto– dice.
–Para ellos si lo es, enfrenta las consecuencias querida– me echo una carcajada.

Le entrego a Silvia aquel plato hondo, el cual ve y se enfurece.
–No haz comido nada, bueno, ya no te obligare a comer nada, haz lo que te dé la gana–
–No es para tanto, esas cosas no me gustan, si las consumía de seguro vomitaria– digo.
–¿Ya te irás a casa de tus abuelos?–
–Sí, gracias por darme comida, te lo agradezco. Aunque no me gustan las sopas, fue un buen gesto–
–Esta bien, de nada, espero que comas bien, no está bien que pases un tiempo sin hacerlo–
–Esta bien, te prometo que comeré bien–

Zorella.Kde žijí příběhy. Začni objevovat