Capitulo 34

4 2 0
                                    

No puedo levantarme de la cama, el cansancio que tengo no lo permite, mis energías están agotadas, no tengo ánimos y mi vida como siempre es un completo caos y un desastre. Veo como la luz solar entra a mi cuarto logrando que mis ojos se incomoden con ella, logro levantarme cuando la luz interviene en mis ojos.

salgo de mi dormitorio, me dirijo al espejo que se encuentra en la sala y al ver mi reflejo me atemorizo completamente, estoy llena de ojeras muy grandes, mi labios se encuentran resecos, logro quitar una tirita que sobresale de ellos y al quitarla comienzan a sangrar, tomo un pequeño papel suave para curar dónde sale la sangre, mis ojos siguen sin aquella luz que los caracterizaba mucho antes de que ocurriera todo esto, un montón de espinillas rodean mi rostro y una cara exhausta y pálida se hace notar, ¿Cómo puede hacer el amor que me descuide de tal forma? Está no soy yo, no, no lo soy…. ¿Por qué me estoy apagando? A veces siento que aún quedan partes de mí, pero sigo sin luz, mi ser ha muerto, ¿Por qué nadie se da cuenta de lo mal que estoy? No quiero volver a amar a ningún hombre. Me he quedado sin nada, no me tengo a mi misma, me he perdido y no logro encontrarme, ¿Cuánto tendré que sufrir para alejarme? ¿Por qué nunca puedo alejarme, sí sé que todo esto me hace daño? Me duele muchísimo, me duele ver qué un hombre al cual he amado durante largos meses, se ha de aprovechar del amor que le tengo para hacerme sentir mal e insuficiente conmigo misma cada vez que tiene la oportunidad, ¿Cómo le sale tan bien hacerme sentir tan mal, cuando lo único que hago es amarle? Parece ser una persona sin tacto alguno de los efectos negativos que provoca en mi....
«Rompo a llorar….»

Lágrimas recorren todo mi rostro desagradable y pálido, logro tapar mi rostro con mis manos mientras el llanto se apodera de mí. No sé qué hacer, ya no sé cómo alejarme, el dolor se apodera de mi sin tener piedad alguna con mi ser, cada día y cada mes que pasa de este noviazgo, es un completo infierno. No merezco sentir estas pulsadas que le hacen daño a mi corazón, siento como late lento, y como mi tristeza penetra sus latidos y no deja que estos me llenen de vida, estoy muerta, no hace falta morir para estarlo.

Dejo de llorar para respirar un poco, mi rostro ha quedado marcado por aquellas lágrimas que salían, puedo notar líneas transparentes en mis mejillas. Tomo un recipiente y le echo un poco de agua, cojo una pequeña toalla y sumerjo un poco de ella en el agua, empiezo a limpiar mi cara lentamente, mis ojos arden y duelen, llevaba mucho tiempo llorando. Está mañana mi familia ha salido a pasear, supongo que irían a despedir a papá al aeropuerto antes de hacerlo, la noche anterior les informé que no me apetecía ir a ningún lado, y menos iría a él aeropuerto a ver cómo papá se marchaba, sería algo muy fuerte para mí, pero quería despedirme de el aquí en casa. Mi padre se ha marchado a Bogotá y no pude despedirme de el por quedarme dormida, no pude escuchar el despertador siquiera, siento un poco de tristeza, tal vez no quiso despertarme y por ello no se despidió de mí. No tengo apetito, no quiero desayunar no me apetece comer nada. Tomaré mi móvil para hablar con Aron, tal vez se arrepienta de haberme dejado y tal vez quiera volver, ojalá le haya dado respuesta a mis mensajes, es lo que deseo.

Al encender mi móvil, tiemblan mis manos de lo nerviosa que me encuentro, me dirijo hacia la aplicación de Facebook y al entrar reviso mis chat, al revisar por fortuna tengo mensajes de Aron.

Aron:

Yo quiero estar contigo, pero si vamos a seguir juntos debes dejar la toxicidad, debes comportarte como una chica madura.

¿Por qué llamaste tan tarde?

Me queda atónita al leer esto mensajes, no puedo creer que haya dicho que quiere seguir conmigo, no sé qué le haya picado, pero le diré que lo amo y que desde hoy ya no le haré reclamos, eso le afecta a él y yo no le quiero incomodar.

Yo:

Yo quiero estar contigo porque te amo demasiado, ya no te haré reclamos, sé que te molesta que lo haga, así que intentaré no hacerlo.

Llame porqué quería hablar contigo, y aún conservo el número de tu madre.

Aron:

Está bien, seguiré contigo.

Provocaste muchos problemas con esas llamadas, mi padrastro ha pensado que era otro hombre que llamaba a mi madre.

Yo:

Ahora podre comer tranquilamente, desde antier al medio día, no logré comer ningún bocado de comida.
Lo siento muchísimo amor, no quise llamar a altas horas de la noche, pero la preocupación que tenía era muy inmensa, quería hablar contigo. Si quieres puedo comunicarme con tu madre y decirle a tu padrastro que era yo quien llamaba.

Aron:

Amor por favor come, no dejes de comer, te lo pido, ves a comer o de ninguna otra forma hablaré contigo.

Ya no es necesario, ya se ha arreglado todo, Miel les ha dicho que eras tú quien llamabas, por favor no vuelvas a hacer eso.

Yo:

Está bien amor, iré a desayunar, quiero decirte algunas cosas más tarde, te amo.

Ya no volveré hacerlo, descuida, gracias por aceptar mis disculpas.

Aron:

Está bien, más tarde hablamos, te amo.

Entiendo.

Me alegro muchísimo que Aron haya reflexionado y haya vuelto conmigo. Por otro parte me da muchísima pena lo que sucedió con su padrastro y su madre, nunca he querido incomodar de ninguna forma, no debí llamar tan tarde debí pensar antes de hacerlo, pero necesitaba hablar con Aron, me sentía tan mal, si estuviese cerca de mi hubiese ido a su casa a esa hora, no importaba si algo me pasaba en el camino, solo quería hablar con él y aclarar las cosas sin importar que.
Me dirijo a la cocina para preparar mi desayuno, después de todo no he probado ningún bocado. Al llegar ahí me doy cuenta que mi madre me ha dejado una nota en un pequeño trozo de papel, «He dejado tu desayuno listo, por favor come, te quiero». Mamá es tan buena conmigo, no sé qué haría sin ella, aún guarda un bonito corazón a pesar de todas las malas experiencias que ha vivido. Tomo mi desayuno y comienzo a devorar toda la comida, hace algún tiempo que no me alimentaba bien, la comida está deliciosa, y con muy buen sabor.

Entro a la ducha después de diez minutos de haber terminado de comer. El agua cae por mi cuerpo lentamente, calentando todos mis miedos, siento como el agua recorre mis extremidades. Hace algún tiempo que no tengo relaciones con Aron, hace meses que no estamos juntos, hace tiempo que no beso sus dulces y carnosos labios, tengo tantas ganas de recorrer su cuerpo con mis labios, saborear cada instante su pene hasta hacerle llegar. Todos estos pensamientos llenos de perversidad hacen que me excite hasta meter mis dedos una y otra vez en mi vagina, saboreo mis dedos, dedos que salen llenos de mis propios jugos, tomo la ducha en mis manos, la presión del agua toca mi clítoris haciéndome gemir una y otra vez.–mmmm, que rico– digo con voz agitada, siento que el agua penetra mis zonas excitantes, el placer recorre todo mi cuerpo, mis gemidos hacen que quiera mucho más. Quisiera que él estuviese aquí, besándome, tocando mi clítoris suavemente, diciéndome al oído lo rica que estoy.

Zorella.Where stories live. Discover now