Capitulo 48.

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–¿Pasa algo? ¿Me puedes explicar por qué estás tan inaguantable hoy? Tu beligerancia ha aumentado y además de ello no quieres pronunciar ni una palabra y tú no te callas– ha dicho Silvia. –No quiero hablar, además no todo el tiempo puedo estar haciéndolo– respondo.

Se que estoy un poco inquieta desde que me he enteré que Aron llegaría aproximadamente el día de hoy. He llegado hasta este lugar para estar tranquila y de hecho he dejado mi móvil en casa para poder atraer lo que busco en estos momentos, pero no siempre las cosas son como queremos o como las deseamos. Días antes estaba haciendo mis maletas para venir a casa de mis abuelos, mi paz mental se había agotado por la relación que antes tenía con Aron, el se había robado mi tranquilidad y había huido con ella. Creí que el estar lejos por un tiempo y no verle sería la solución de todo, en ocasiones dejar de tener contacto cercano con las personas que querías en tu vida, ayuda para que puedas dejar de sentir amor por ellas, ahora no sé cómo reaccionaré cuando le vea, no estoy lista para volver a ver a Aron después de nuestra ruptura, es muy poco tiempo el que tenemos desde que nos separamos, mi corazón aún no se acostumbra a no sentir amor por el, quisiera agotar todos mis sentimientos hacia su persona, pero es muy pronto para olvidarme de una persona a la cual ame con mi vida hasta quedarme sin ella. Ya no soy la misma de antes y no volveré a ser igual después de todo lo que está ocurriendo con mi vida.

Aunque sea muy poco creíble, estar envuelto en el desamor solo causa la muerte temporal de una persona, sí, algún día volveremos a revivir y saldremos de ese lugar lleno de tristeza y desolación, dónde se pierde la noción del tiempo y perdemos el conocimiento de quienes en realidad somos como personas. Nuestros duelos no son para siempre, pero el tiempo que ahí se utiliza para volver a estar bien con nosotros mismos, es agotador. Creí que a estás alturas de nuestras vidas estaríamos juntos, pero creo que he idealizado nuestros propios futuros, los cuales eran una realidad que podría ser cierta o incierta, lo cual ha provocado sufrimiento y dolor en mi. Está vez solo ha sido algo ilusorio, algo que no tuvo existencia, y por ello ha ocasionado una decepción dentro de mi y un desorden emocional en mi vida. Tal vez el problema radicó en que siempre creí que estaríamos juntos pese a todas las circunstancias y nunca pensé en la posibilidad que teníamos de terminar nuestra relación. Nunca estuve lista para su partida, nunca estuve lista para aprender a vivir sin el.

Nada es seguro en la vida, excepto el sufrimiento, la muerte y el poder curarte de malos amores y de los malos momentos. En este mundo sufrir por algún antecedente doloroso es precisamente algo que nunca podremos evitar en muestras vidas, porque precisamente es un ciclo por el cual debemos pasar todos para ser mejores cada día y construir a una persona fuerte y resistentes ante los tropiezos y los golpes que nos proporciona nuestra instancia en el mundo, de la muerte ni hablar, la vida del ser humano es un ciclo y morir es hace parte de la terminación de ese ciclo, lo que empieza, tiene que acabar. Los malos amores y momentos malos que provocan debilidad y sufrimientos nos harán más fuertes después del duelo hecho por nosotros, y por ello estos acaban. El mundo de mil colores que idealizaba al lado de Aron solo fue producto de mi imaginación y no de mi realidad, aquella siempre fue otra muy diferente que no quise ver a causa de mi dependencia y el amor que sentía hacia el. El amor te hace ciego cuando no ves la verdadera realidad de tu relación, y por cierto, la tranquilidad, la felicidad y responsabilidad afectiva entre Aron y yo era muy poco posible que se diera, nunca estuvimos bien del todo, siempre se interponian situaciones de mal gusto que dañaban nuestra paz. c
Creí en ese amor que no era inalterable, pero solo puedo decir que las personas dejan de quererte, el amor se altera y existe la posibilidad de que este acabe.

–En realidad si estás un poco beligerante– ha dicho Susu. –No pasa nada, simplemente no es mi día, no es un buen día– digo. –Silvia podríamos ir a mí casa, casi nunca vas a visitarme, podríamos hablar ahí– ha dicho Susu. –Por la calle que se ubica la casa donde vive de Susu hay gente muy chistosa, la pasaremos bien– digo. –¡Hecho! Después de salir del taller de música, iremos a casa de Susu– dice Silvia.

Zorella.Where stories live. Discover now