Zorella.

Capitulo 52.

Mamá ha dicho que ya no irá a nuestro pueblo para las fiestas de fin de año, pero que Deat y yo podemos ir sin ella. No estamos pasando por un buen momento económicamente y con lo que contamos es verdaderamente muy poco para los días que íbamos estar en aquel lugar.

Estoy muy triste, mis papás no cuentan con dinero para comprarnos nuestros regalos de navidad, no estrenaremos ropa y mi pequeño hermano Derar no tendrá juguetes este año. Todo ha sido muy difícil en nuestra casa desde que la cuarentena acabó, papá no volvió a trabajar en los cines de la ciudad y mi madre quedó sin trabajo, casi no tenemos para alimentarnos y a papá cada día se le ve más decaído y preocupado.

Mi abuela paterna nos ha invitado a una cena de navidad, y mañanas nos iremos a su casa, me alegra saber que todo no será malo, podremos estar reunidos con nuestros demás familiares y contar cuentos mientras estamos con ellos. Se que a Derar se le olvidará que no tendrá juguetes de navidad, si está junto a nuestros primos de la edad de el, se divertirá con los juguetes que ellos tengan y no se sentirá mal por no tener los suyos propios. Desearía poder trabajar en este momento, para dar a mi familia la felicidad que ahora no tenemos, se que todo va a mejorar en algún momento y que no está bien que nos rindamos ante las adversidades.

Vamos a de camino hacia a casa de mi abuela, espero que nos reciban de buena forma, espero que puedan ser prudentes ante la situación que viven mis padres y la que estoy viviendo yo, no quiero hablar sobre lo que sucedió con Aron y lo mejor que podrían hacer es no mencionarlo cuando yo me encuentre presente, solo espero que puedan ser prudentes y empáticos.
Mientras vamos de camino a casa de mi abuela, abro la ventana del carro dónde vamos montados y comienzo a sentir toda la brisa en mi rostro, una de las mejores sensaciones que pueden existir es asomar la cara cuando vas de camino a un lugar.

Aquel carro que tomamos nos ha dejado en casa de mi abuela, al bajarnos escucho muchas voces a la vez, ¿Por qué no pueden hablar con un tono de voz bajo? No sé escucha nada de lo que cada uno dice, hay muchos niños y la familia toda se encuentra reunida, bueno, aún faltan cuatro de sus integrantes, me temo que llegarán mucho más tarde.

-¿Cómo han estado? Que gusto es tenerles aquí nuevamente- dice mi abuela con una gran sonrisa al vernos.

Que gran dicha es verle cada vez y notar que su hermosa sonrisa sigue intacta después de la partida de mi abuelo. Que nostalgia se siente volver a su casa y no verle sentado en su dormitorio como de costumbre. Aunque ya no lloremos por su partida, aún se siente su ausencia.

-A nosotros también nos da gusto verte abuela, te amo- digo.

Hemos entrado a la casa y yo he de entrar al dormitorio donde dormiré esta noche, he dejado nuestras maletas en un lugar. Me pregunto para que hemos traído tanta ropa, si en realidad no nos quedaremos tantos días.

Salgo a la reunión familiar, algunos cuentan cuentos y otros rien sin parar. Aunque estoy muy feliz por estar aquí, siento algo de tristeza en mí, nada es igual, Aron me sigue haciendo falta y estar en una reunión familiar no hace que deje de extrañarle. Han llegado aquellos integrantes que faltaban, es un gusto que estén aquí, ahora sí estamos completos, bueno, falta mi abuelo, pero desafortunadamente ya no se encuentra con nosotros. Han tomado sus lugares y se han integrado.

-¿Por qué estás tan flaca? Por dios, estas.... Estás muy cambiada- ha dicho Wilmiris, una de mis primas paternas. -¿Acaso solo quieres seguirle los pasos a tu amiga Susu? O que- dice aquella voz nuevamente.

Decido no responder a nada de lo que ha preguntado, ¿De que habla? Yo no estoy flaca como dice, además siempre he sido de esta contestura, ¿A qué se refiere cuando dice que quiero ser igual a Susu? Nunca he querido ser como nadie, tengo mi propia escencia, no necesito la de nadie más. Mi amiga Susu siempre ha sido una chica flaca, pero eso no significa que quiera ser como ella. Casi nunca me relacionó con Wilmiris, no me agrada las preguntas que hace y como se comporta, ¿Acaso algún yo le he preguntado por qué está tan gorda? En realidad no me importa como estén las personas físicamente, cada uno de nosotros tenemos luchas internas, lo estresado o estresada que te encuentres en momentos malos, podrá hacer que subas o bajes de peso. No sé por qué se escandalizan cuando alguien baja de peso, si ser flaca no está mal, además, yo no estoy tan flaca como para que sea tan imprudente al decir aquello. Notó como todos murmuran a mis espaldas, no me agrada estar en este lugar, me hacen sentir mal con sus preguntas y no son prudentes a la hora de abrir sus bocas, no me siento cómoda, quiero irme a casa, solo así estaré serena ante todo lo que me ha pasado este año.