Capitulo 76.

1 0 0
                                    

Llevamos un par de días desde que hablamos, y hemos planeado nuestra primera cita, lo cual me llena de emoción, y aunque he estado un poco nerviosa, deseo que todo salga bien con el. Por primera vez después de mi ruptura con Aron, me he sentido segura al hablar nuevamente con un chico, siento como si todo ha vuelto a la normalidad, luego de sentir tanto sufrimiento.

Desde que empecé a tener conversaciones diarias con Pedro, me he olvidado por completo de la existencia de Aron, no puedo negar que aún siento pequeñas cosas por Aron, pero Pedro ha hecho que olvide muchas cosas, deje de insistirle para que volviera a estar conmigo y ya no he sentido ganas de hablarle, no se que es de su vida y tampoco no importa saberlo. Ahora solo quiero seguir hablando con Pedro e irle conociendo más cada día.

Me intriga de que está hecha su persona, y cada vez me encuentro más sorprendida cuando me cuenta cosas sobre el, realmente parece que nos conociéramos de años, la conversación fluye y tenemos muchísimas cosas en común. Mi plan favorito es ir a cine o salir por ahí a caminar, son momentos que atraen mi tranquilidad cuando mi vida está llena de caos. Me ha dicho que también le gusta ese tipo de planes y me alegra que sea así.

Días antes le comenté a mi psicóloga sobre el, un poco de sus actitudes y como se comporta conmigo. Me dijo que le alegraba verme feliz después de tanta tristeza, que tuviese cuidado con mis emociones y que sería bueno no emocionarse hasta que se concrete un noviazgo, fue un "no te emociones, hasta que suceda o pase". Lo tome muy en cuenta, pero a la ves sentí miedo, no quiero que el se vaya de mi vida, apenas lo conozco pero ha logrado ganarse un poco de mi cariño. Me he acostumbrado un poco a sus mensajes, hablamos desde el amanecer hasta el anochecer, siempre pregunta cómo estoy y si he comido, no puedo evitar emocionarme con tanta atención por parte de un chico, estas cosas no me suceden todos los días.

Aún no le he contado a Pedro que entraré pronto a la escuela presencial, están poniendo todo en orden para que podamos ir a la escuela, y ya era hora de que esto sucediera, puesto que he tratado de entender lo que dicen los maestros, pero esto de la virtualidad no se me da.


Hoy es mi cita con Pedro Luis, he levantado muy temprano para arreglarme y estar lista a tiempo, soy muy impuntual, pero solo por esta vez no quiero serlo.

He contactado a Susu para que me explique cómo puedo hacerme un peinado que he visto en una de sus fotografías.

Comencé a peinarme y he acabado rápidamente, son aproximadamente las dos y media de la tarde.

He entrado a la ducha y te salido pronto, necesito  ir a casa de mi costurera y que esta me entregue la ropa que hoy me pondre.

Han pasado aproximadamente una hora y media desde que llevo esperando y nada que llega, así que he decido colocarme otro atuendo muy diferente al que había planeado.

Nuestra primera cita será en un cine de la ciudad. Se que es un chico paciente porqué realmente le ha tocado esperar hora tras hora para verme llegar en el lugar donde me había citado. Lo lamento mi querido Pedro, le diré apenas lo vea.... He esperando una hora y media un conjunto dorado que había planeado colocarme para nuestra cita. Espere con paciencia a mi costurera, pero está nunca llegó.

La ropa que había elegido para tal cita no era de mi agrado ni lo que había planeado, no tenía otra opción, pero si quería salir con mi chico, no iba dañar algo que él y yo habíamos planeado durante todo el tiempo que llevamos hablando.

Debo comentar que sus películas favoritas son las de terror, pero aquellas no son mi gusto, podría verlas sin ninguna molestia o miedo al momento, pero al acostarme recordaría todo lo que sucedió en la película y pensaría todo el tiempo que me ocurriría a mí, pero esta vez estaré al lado de Pedro, así que no tendré nada que temer. A mí en realidad no me importa el género de la película, me importa estar a su lado.

He llegado a aquel sitio, y el está sentado esperando mi llegada. –¡Ya lo he visto!– digo mentalmente. Este ha tomado mi mano y nos hemos dirigimos a la sala de cine, por el camino me ha preguntado cómo he de estar y le he respondido con una sonrisa al comienzo y le he dicho que estoy bien. Aún falta una hora para que la película comience, así que nos hemos devuelto a lugar donde Pedro me esperaba, tomamos asiento y comenzamos a hablar sin parar. He estado riendo muchísimo con lo que dice, es un chico divertido con un buen sentido del humor.

Ha pasado una hora y hemos tomado el mismo camino de vuelta a la sala de cine.

Me ha pedido que eligiese lo que consumiremos mientras vemos la película. En una pantalla grande pude notar que había combos de crispetas y gaseosas, Sandwiches y perros calientes. Me apena decirle que lo que deseo es un sandwich, pero el costo de aquel sobrepasa los límites, además es muy pequeño.

Me he quedado en silencio por varios minutos y mi indecisión cada vez me abruma. La voz de Pedro ha interrumpido aquella escena y le he comentado que quería el combo de crispetas y gaseosa.

Al entrar a la sala de cine habían pocas personas, pero es algo tranquilo y placentero. Nosotros hemos ocupado las últimas sillas. Solo estoy pensando una y otra vez en besarlo y que masturbe al trascender de la película, (ok sí, soy una pervertida, me fascina el sexo). Pero por esta vez quiero que sea solo el quien toque mi cuerpo por siempre.

La película trascendió. Aquella que parecía ser de terror resultó teniendo partes dónde era chistosa, lo cual me hacía pensar que podría dormir sin ningún problema, cuando llegara a casa.

Había perdido la esperanza de que este chico me hiciera lo que estaba pensando mucho antes, pero de repente ha tomado mis labios y los ya de pegar junto a los suyos. Sus labios se sienten tan dulces, tan suaves y delicados, que no quiero despegarme de ellos. Ha faltado que meta sus dedos dentro de mi vagina, pero este beso que me ha dado, ha hecho que me moje por completo.

La película terminó y nosotros salimos de aquella sala, yo me había tomado la gaseosa de Pedro y la mía, fue algo chistoso decir que la suya estaba más rica que la mía, cuando las dos eran de los mismos sabores. Habían quedado muchísimas crispetas de las que habíamos pedido, ahora sé por qué mi padre, quien había trabajado en estos espacios, llevaba tantas crispetas a casa, las personas en su mayoría no terminan de consumirlas y estás quedan en la sala.

Me preguntó si iría al baño y asenté. Entre solo un momento para ver cómo estaba mi maquillaje y aún se conservaba, aunque no traía la ropa planeada, me veía realmente hermosa. Luego de tres minutos salí de allí y nuevamente Pedro tomo una de mis manos y la unió con la de el, no tengo ni la menor idea si es mi mano derecha o mi mano izquierda, aún no logro diferenciarlas, no lo sé y no quiero ser juzgada por ello.

Ha sacado su móvil y yo lo he tomado para sacarnos un par de fotografías, las cuales han salido de la mejor forma.

Realmente me veo tan feliz. Se me ha olvidado por completo el infierno que viví junto Aron, y aunque Pedro aún sigue sin pedirme ser su novia,  se que en cualquier momento me lo pedirá. No tengo ninguna prisa para volver a tener un noviazgo con alguien. Pedro, al comenzar a hablar conmigo me contó que nunca había tenido un noviazgo con alguien, siempre comenzaban como intentos y quedaban como aquello. Yo no quiero presionarlo, se lo difícil que sería para el estar dentro de una relación si nunca ha tenido una.

Me siento tan tranquila y en paz que deseo que este momento nunca acabe, pero.... Este ha terminado. Pedro me ha acompañado a tomar el transporte para devolverme a mi casa, pude despedirme de el y antes de ello darle un hermoso beso de despedida.

Zorella.Where stories live. Discover now