Capitulo 38.

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Esta lluvia ha logrado que no vaya a ver a mi novio, estoy muy molesta con ella ¡Quiero que pare de llover! –Ya deja de contradecir los designios de Dios– dice mi madre.

Hace dos días que está lloviendo, Aron decidió no vernos por los desastres naturales que está ha causado esta lluvia, me ha dicho que sería muy peligroso el vernos cuando no para de llover. He preferido ignorarle porque realmente estoy muy molesta, ¿Acaso no me quiere ver? La lluvia no es un impedimento para vernos, llevamos muchísimo tiempo sin besarnos y le extraño demasiado.

Se que tiene razón cuando dice que sería complicado el vernos, me temo que nos veremos mañana si la lluvia cesa.

–¿Y si te ves una película y te entretienes con ella mientras la lluvia pasa? – dice mi madre algo preocupada por el desespero que tengo, camino de un lado hacia otro, deseando que deje de llover. –Tienes razón mamá, veré una película para tranquilizarme– digo.

Tomo el control de la tele y he puesto Barbie, sinceramente es una de mis películas favoritas, recuerdo que mi padre me compraba las versiones piratas en cd, la mayoría del tiempo estaba viendo barbie, esa película marco mi infancia.

Después de todo, he entrado en razón, Aron ha tomado una buena decisión, al no vernos hoy. La lluvia ha causado inundaciones y la destrucción de casas, el tejado se ha quitado dejando desprotegidas a muchas familias, tal vez debería dejar de quejarme y dar gracias a Dios porque en casa no sucedió nada grave con esta lluvia, mañana veré a Aron si la lluvia termina.

Después que termino de ver la película me voy a dormir, no hay mucho que hacer durante este tiempo.

A la mañana siguiente, me levanto con todas las energías, ¡Por fin lo veré, veré a mi novio! La lluvia ha cesado al fin. Al mirar el reloj he dormido muchísimo sin darme cuenta, son las doce del mediodía, solo me queda una hora para arreglarme e ir a verlo, ¿Por qué nadie me ha levantado está mañana?

Tomo mi móvil para ponerle un mensaje a mi novio, avisándole que hoy iré a verlo y que me retrasare un poco en llegar a su casa.

Yo:

Amor hoy iré a verte, llegaré un poco tarde de lo acordado, quiero que vayas a buscarme a aquel lugar donde fuiste por mi cuando fui a tu casa, se me ha olvidado por completo el camino.

En realidad, si recuerdo perfectamente aquel camino, pero quiero verlo y besarlo apenas se aparezca por aquel centro comercial, me da muchísima pena llegar a su casa sola.

Aron:

Amor está bien.

Zore por favor ven sola, ya te sabes el camino, no podré ir por ti está vez, ya se enseñe el camino para llegaras aquí.

Yo:

Amor, pero me da muchísima pena llegar sola. Además, llevaré un short puesto, por favor no te vayas a enojar.

Aron:

No me enojare, puedes ponerte lo que desees, te amo, te espero aquí.

Yo:

Está bien amor, yo también te amo. 🥺

Todo esto está realmente raro, en tiempos pasados me hubiese dicho que no quería que fuese en shorts para su casa, me lo tenía estrictamente prohibido. Ahora no puedo entender como acepta que me los ponga sin enojarse, en realidad yo no me podré un short hoy, solo quería saber que diría sobre eso.

Me meto a la ducha rápidamente y mientras el agua cae, recuerdo aquella vez cuando tuvimos sexo por primera vez, fue tan rico, tiene un miembro tan grande que me satisface al máximo.
Tomo la Gillette para quitar los bellos que rodean mi vulva, hacía muchísimo tiempo que no me depilaba, solo lo hacía cuando le enviaba videos a Aron tocándome.

Una vez le envié un vídeo donde metía mis dedos una y otra vez, gemía de placer deseando que fuese el quien me los metiera, deseaba tener su miembro dentro de mí.

Todos estos pensamientos inundan mi cabeza. Realmente deseo a Aron como nunca había deseado a un hombre, deseo que me bese cada instante sin parar, que chupe mis senos y los saboree como si fuesen paletas de fresas heladas, quiero sentir sus dedos rodeando mi clítoris con pequeños movimientos, quiero sentir por una vez más que todo está bien entre nosotros. Cuando tenemos sexo más que placer siento paz, siento esa agradable sensación de tranquilidad cada que me penetra y rosa mis labios con los suyos.

Nunca había sentido tanta atracción sexual por un hombre, mi cuerpo realmente le pertenece al igual que mi alma.

Salgo de la ducha después de pensar tantas cosas perversas, necesito comenzar a arreglarme por fin.
Me pongo un jean oscuro que tiene algunos rotos y una blusa elegante que tiene líneas azules y blancas, me suelto las trenzas y me he puesto una venda para el cabello que me hace ver tierna, me pongo mis sandalias color crema, tomo mi pequeña cartera introduciendo la carta que le he hecho a Aron y voy de camino hacia su casa.

He tomado una motocicleta para llegar mucho más rápido, le he de decir aquel chico que la manejaba que llegara a recogerme a las ocho de la noche, estoy segura que pasaré mucho tiempo con mi novio y las horas se irán rápidamente. Al cabo de quince minutos ya estoy en aquel centro comercial, me voy caminando hasta llegar hacia a mi destino.

He llegado a aquella casa de tres pisos dónde vive Aron, no ha cambiado nada, todo sigue como la última vez que vine. Comienzo a subir aquellas escaleras que me cansan las piernas, parece que toda mi energía se va cuando lo hago. Al subir el último escalón entro al pequeño apartamento donde vive mi querido novio, quien se encuentra sentado en aquel mueble de siempre, en mi rostro se refleja la felicidad al verlo, una enorme sonrisa se ha formado al verle después de tanto tiempo.

–Ven aquí conmigo– dice Aron mientras en su hermosa cara se dibuja una sonrisa hermosa y reluciente. Accedo y me siento a su lado. –¿Por qué has venido tan tarde?, llevo muchísimo tiempo esperando que llegues– dice mi querido novio. –Amor te he dicho que me tardaría un poco, lo siento– digo –Iba a ir a la barbería, pero por esperar a que llegarás no fui– dice con una pequeña sonrisa. –mañana podrás hacerlo, quédate conmigo hoy– he dicho.

No puedo creer que ahora este junto a mi novio después de tanto tiempo separados, está muy cambiado este chico, está mucho más delgado, pero realmente se ve hermoso como siempre, ha crecido muchísimo durante estos meses, es un chico demasiado apuesto, ¡Que hermoso está mi chico! Es indescriptible el cambio que hay en él, su físico realmente está perfecto.

–Te he extrañado muchísimo, me has hecho falta todos estos meses separados, te amo tanto…– he dicho en voz baja, sus tíos se encuentran en casa al igual que su hermano, me da un poco de pena manifestarle mi amor en presencia de ellos. No me quito del pensamiento de como cogeremos Aron y yo si hay personas aquí, pense que estaríamos solos como aquella vez. –Yo también te extrañe muchísimo mi amor, mmm, que ricos labios tienes, hacia muchísimo tiempo que no los probaba, hacía tiempo que no los mordía– dice Aron. –Amor suelta mis labios, me duele cuando los muerdes, no me muerdas– le digo. No sé cuál es la necesidad de que siempre muerda mis labios al besarlos, me duele muchísimo cuando lo hace. –¿Quieres una paleta amor? Mi hermano las irá a comprar– dice mi novio. –Si quiero– respondo.

He estado analizando por muchísimo tiempo a mi novio, realmente es un chico tan bonito, siento tanta atracción por el físico que tiene, sus hermosos labios…. Desearía que sus tíos no estuviesen aquí presentes, quiero coger, tengo muchísimas ganas, pero aún no le he dicho a Aron que eso es lo que deseo en este instante.

Su hermano ha traído aquella paleta que mi chico me habría prometido minutos antes. Comienzo a lamerla lentamente mientras Aron pone toda su atención en mí, no sé qué estará pensando en este momento mientras ve como paso mi lengua alrededor de aquella paleta, se comienza a morder los labios suavemente pero solo yo lo noto, lo cual me excita muchísimo, ¿Por qué tenemos tanta conexión sexual? Conectamos tan bien cuando de follar se trata aún si no estamos en el acto.

Las horas han transcurrido muy rápido, solo su tía se encuentra en presencia de nosotros, Aron le ha dicho a su hermano que ponga una silla al frente de nosotros, no sé con qué intensión.

Comienza a pasar sus dedos suavemente por encima de mi jean y que rico se siente cuando lo hace, sus dedos acarician mis partes íntimas aun estando con ropa. Siento como mi vulva se humedece, estoy tan excitada que no puedo pronunciar ninguna palabra, solo logro gemir en un tono de voz bajo. –Mmm amor…– logro decir. –¿Qué sucede? – responde Aron al momento. Noto como Aron mete sus dedos por los rotos de mis jeans hasta llegar a rozar mi clítoris, muero de placer, necesito que me penetre quiero sentir su miembro dentro de mí, deseo sacar todo este placer que estoy sintiendo en este momento, necesito acariciar su miembro con mi lengua.

Zorella.Where stories live. Discover now