Zorella.

Capitulo 59.

Hay mucha gente aquí, no se que horas son, y siento un poco de mareo, he visto hasta el patio de mi abuela y ahí se encuentran varias personas que no conozco.

–¿Vas a desayunar?– Dice mi abuela. Recuerdo que ayer no me comí la comida que sirvió, estaba tan ebria que decidí irme de nuevo a la fiesta, antes de comer. –Si, tengo muchisima hambre– digo. –ayer no cenaste, te fuiste a la fiesta asi– responde. –Si, lo he hecho, pido mil disculpas. Abue ¿Quienes son esas personas que están en el patio, por qué hay tanta gente aquí?– digo. –Son amigos de tu tío Ricky, su grupo hará una integración, hacia tiempo que no se veían– dice. –Ahhh, está bien, yo no los conozco, se me hizo raro verles aqui– digo. –Calentare tu comida, para que puedas desayunar en paz, quítate esa ropa que traes puesta, ponte otra, no la vayas a dañar– dice mi abuela. –Esta bien, lo hare– digo.

Entro a mi dormitorio y me quitó la ropa que traigo puesta y me pongo otra diferente. He visto aquellos trapos con los que limpie el desastre que hice en el dormitorio de mi abuela ayer, ¿Cómo pude echar aquellos en el lavarropas? Mi abue se va a enojar mucho cuando vea esto, que locura he hecho. Ayer estaba tan ebria que no estaba tan conciente de lo que hacía. –Zorella ven a tomar tu desayuno– dice mi abuela con un tono de voz alto. He de imaginar que está en el patio de la casa, por ello habla tan fuerte, iré a desayunar.

Tomo mi desayuno y empiezo a comer, pero mi apetito se ha esfumado. Dejo la comida en la mesa y me voy a dormir un rato, creo que esto se debe a qué he consumí mucho alcohol ayer, y este me ha dejado una horrible reseca.

Al despertar mi hermana me ha dicho que Lulú y su padre se encontraban aquí, y que mi abuela les informo que yo me había emborrachado, ¡Ohhh dios mío! ¿Pero como ha podido hacer ese tipo de cosas? Lulú le ha dicho a mi abue que me he caído cuando estaba ebria, lo cual me dejó completamente desconcertada, yo jamás me caí. Yis es quien les ha dicho semejante mentira, al parecer quien estuvo más ebrio que yo era el, quien me tocó sin mi consentimiento y además inventó que me había caído al suelo por todo el alcohol que traía dentro de mi cuerpo. Que enojada estoy, yo sí estaba ebria y estaba un poco mareada, pero recuerdo con exactitud todo lo que sucedió ayer en la fiesta, es por ello que se sintió tan incómodo el hecho de que Yis acariciara mis senos, fue lo más asqueroso que pude haber sentido en mi vida, no quiero volver a verlo jamás, que aprovechado fue. Deseaba en ese momento que alguien pudiere darse cuenta lo incómodo que sentía por dentro, estar pasando por esa situación tan horrorosa.

–No vuelva a embriagarse de esa manera, no está bien, además eres mujer, no eres un hombre– ha dicho mi tipo Ricky. Me quedo completamente callada, pero que comentario tan machista acaba de hacer, yo puedo salir a divertirme cuántas veces lo desee, puedo consumir el alcohol que deseé, simplemente hay muchos hombres que se aprovechan de aquel momento, cuando nos encontramos vulnerables y débiles, un estado donde no nos podemos defender. La sociedad otorga muchas libertades a los hombres, y a las mujeres las restringe de muchas cosas, es algo tan patético que no puedo soportar desde que tengo uso de razón.

Ya es medio día, supongo que debo ducharme e ir a las fiestas de hoy, no tomaré alcohol, no quiero que me pase absolutamente nada, tengo que ver por mi seguridad y si los hombres de mi alrededor no son confiables, yo si lo seré para mí misma.

Tomo mi ropa que está en el dormitorio y me empiezo a arreglar, la ducha hizo que toda esa reseca, ese sueño y aquel cansancio, desaparecieran, bañarse es la mejor terapia que puede existir, tranquiliza la mente y el alma.

Me coloco un jeans oscuro, un pequeño top color crema y mis tenis, me arreglo el cabello, me echo un poco de perfume y crema para el cuerpo. He quedado hermosa y sobria.

Voy de camino a casa de Susu, quien está vestida de rosa, bueno, el suéter que tiene puesto, es rosa, tiene una gorra blanca puesta y unos tenis blancos. Vamos de camino hacia la fiesta, voy detrás de ella, lo cual nunca le ha gustado, me jala hacia ella para que vayamos en el mismo lugar, no se porqué siempre me quedo atrás.