MR DIOR

Capitulo 29

—¿Eres?— Jiao Qi lo miró con incertidumbre, —¿Dior ... Zhang?

—Así que todavía recuerdas mi nombre. —Zhang Chenfei se rió de sí mismo, mirando a su hijo en sus brazos. El pequeño golden retriever estaba enojado después de la inyección. Encontró el olor familiar, por lo que trató de enfrentarse a su padre de inmediato, quejándose.

Esta fue la primera vez que se conocieron, pero su hijo no era tímido con él.

La relación de sangre fue realmente maravillosa.

—Me llevaré al niño conmigo. Si no quiere separarse de su hijo, sea bueno y venga conmigo.— Después de decir esto, Zhang Chenfei se arrepintió. Había ensayado muchas veces que hablaría bien cuando lo volviera a ver, pero sus palabras se convirtieron nuevamente en amenazas.

Solo podría ser así. Como jefe de los gánsteres en la región de Asia-Pacífico, el rey de la noche despiadado y de sangre fría, solo estaba acostumbrado a decir amenazas crueles, pero no podía ser amable. Qué terrible reencuentro.

Las palabras fueron dichas para que no pudiera retractarse. El gran jefe se dio la vuelta con frialdad y caminó con firmeza en la brisa otoñal. No miró hacia atrás al hombre que estaba añorando.

—....— Jiao Qi se quedó sin palabras, siguiendo a su Zhangda Diao y caminando hacia el estacionamiento. Llamó a su Cerebro inteligente y le preguntó a Annie qué historia era esta vez.

Annie, "Según esa línea de hace un momento, '¡Sabía que este niño era mío a primera vista!', Los resultados de la búsqueda son los siguientes:

'La adorable esposa del CEO se escapa'

'El bebé genio y la mamá confundida'

'Una noche de amor equivocado: El joven malvado persigue a su esposa 99 veces'

'La mejor conciliación: los vecinos pelean por un saco de maíz'

【El cerebro Inteligente no tiene la capacidad analítica en este nivel, por favor decida en consecuencia.】

Definitivamente no. Si fuera una novela sobre el campo, Zhangda Diao no se llamaría Dior Zhang, se llamaría Zhang Dazhu [1].

La cabeza de Jiao Qi dolía. Apagó el cerebro Inteligente, se sentó en el asiento del pasajero y se abrochó. La puerta del auto hizo clic y se cerró automáticamente, y un pequeño golden retriever fue puesto de repente en sus brazos.

—Sostén a nuestro hijo, yo conduciré.— Inexpresivo, Zhang Chenfei arrojó el cachorro a su encantadora y pequeña esposa, observando cada uno de sus movimientos con el rabillo del ojo. Al verlo ajustar suavemente la posición del pequeño, dejando que Guangzong durmiera en su regazo, sintió que su corazón se derretía.

Sus ojos codiciosos escudriñaron al hombre de la cabeza a los pies. Era alguien que había dado a luz a un niño, pero no se veía diferente de cuando era un adolescente, solo un poco más maduro y más atractivo.

—¿Por qué crees que es tu hijo? Obviamente es un perro.— Jiao Qi todavía no entendía qué tipo de guión era, porque no podía haber algo como tener un hijo de perro en una novela en la que su MC era un jefe mandón.

Zhang Chenfei puso su mano en el volante, mirando la pequeña bola peluda en los brazos de Jiao Qi y dijo con su voz profunda: —Nuestra familia es especial. Cuando somos jóvenes, somos perros. Yo era un husky cuando era niño. Firmar un contrato contigo para tener un hijo es mantenerlo en secreto, pero nunca pensé que te atreverías a huir.

Sus dedos huesudos agarraron el volante con fuerza. Estaba intentando con todas sus fuerzas evitar que el dolor que le latía en el corazón le hiciera más daño. Jiao Qi se había escapado antes de tener la oportunidad de explicárselo. Zhang Chenfei no podía imaginar cómo había vivido allí todos estos años. Una persona común debe estar aterrorizada por dar a luz a un cachorro, y mucho menos siendo un hombre, debe estar indefenso. Sin embargo, fue tan amable. No lo vio como un monstruo y lo tiró, pero lo sacó adelante con todo su esfuerzo.