MR DIOR

Capitulo 89

El príncipe regente cocino personalmente para la princesa que nunca ha cruzado la puerta.

—La gente dice que un caballero cocina, pero yo nunca soy un caballero— sonrió maliciosamente Zhang Chenfei.—No hay reglas en este Palacio. Solo hay una comida. Debes comer la comida de este príncipe. No puedes pedir comida para llevar o beber alcohol en secreto.

—¿Hay comida para llevar en la antigüedad? — Jiao Qi tomó un trozo de carne y se lo comió, dulcemente fragante y caliente. Sabe un poco a ciervo,—¿Qué tipo de carne es esta?

—Carne de res.— El príncipe regente bajó la mirada y le dio a la princesa otro trozo para que comiera más

— ¿Dónde este sabor es la carne de res?— La pequeña esposa, que tenía una boca muy sensible, no lo creía en absoluto.

—Nunca has comido el camino de la cocina imperial—el intrigante príncipe no dejó escapar nada y sirvió una copa de vino dulce para su pequeña esposa.—No puede haber vino sin carne. Vamos a tomar una copa. Después de hoy , la relación entre tú y yo será diferente. Es lo mismo.

Jiao Qi lo tomó para beber, pero Zhang Chenfei lo detuvo y bebió una copa de vino tomados de la mano.

—¿Puedes quedarte aquí esta noche?—El príncipe regente frotó los labios empapados de vino de su pequeña esposa—Prometo ser respetuoso y no tocarte.

Es bastante común que los hombres se queden en casas de amigos y la familia Jiao pronto será parte del hogar del príncipe, y está bien que pueda vivir en la Mansión del Príncipe Regente.

—...Hay tantos trucos.—Jiao Qi no sabía cómo captar las palabras, ¿A dónde podría ir si no podía quedarse aquí?

Este vino dulce está elaborado con frutas y el grado de alcohol no es alto. Por lo general, debido a su malestar de estómago, Zhang Chenfei le prohíbe beber, lo que hace que el volumen de bebida de Jiao Qi disminuya. En ese momento, después de que el príncipe regente lo convenciera de tomar unas copas, se sonrojó un poco.

Al ver que la hora era casi la misma, Zhang Chenfei recogió a la persona y subió las escaleras.

—Puedo ir solo.— No ha oído de nadie que se emborrache después de beber dos copas de vino dulce. Jiao Qi le dio una palmada y quiso ir solo.

—No trates de luchar , este Palacio es muy grande, no puedes ir a ninguna parte. —Zhang Chenfei le mintió en voz baja, subió las escaleras lentamente y puso a la pequeña esposa en la cama de madera tallada con alas de pollo recién comprada.

—¡Compraste una cama nueva otra vez!—Jiao Qi se sentó y miró la cama cubierta con edredones de seda roja con patos mandarines jugando en el agua, sintiéndose impotente. Pero está bien cambiarlo, con la cama republicana con barandillas de hierro está realmente avergonzado.

Los dos tomaron una ducha y se acostaron juntos, Jiao Qi bostezó en la colcha debido a las manos y pies un poco débiles por el vino.

Zhang Chenfei lo miró con la cabeza con una mano, extendió un dedo haciendo movimientos suaves en las líneas del pijama de su pequeña esposa : —¿Es incómodo?

—¿Eh?— Jiao Qi abrió los ojos para mirarlo, frunciendo ligeramente el ceño, siempre sintiendo que su esposo tenia algunas malas intenciones, —¿Me diste algo de comer?

—No, solo un poco de carne de ciervo, sopa de ciervo—el príncipe regente se lamió los labios, esta cosa es comparable a una cierta medicina para el joven inmaduro,—¿Pero te sientes caliente?

—........

—No tengas miedo, te ayudaré.— El príncipe traicionero lo engañó.

Después de persuadirlo, el rebelde regente arrastró al joven maestro Jiao a la colcha de seda roja y realizó el ritual del Señor de Zhou [1]que se suponía debía hacerse después del matrimonio. Cuando se completó la ceremonia, Jiao Qi escuchó débilmente un suspiro: —No me culpes, culpa a tu padre por no estar de acuerdo en que te cases conmigo. Así que solo puedes cocinar arroz crudo en arroz maduro[2], que manchara tu inocencia.