Capitulo 5

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Quiero saber toda la verdad

Megan.

Mi teléfono suena y el nombre de Rose se asoma en la pantalla por lo que decido contestar —Dime Rose.

— ¿Aun estas molesta conmigo? escucho tristeza en su tono de voz.

—No Rose, no estoy molesta contigo, perdóname por haber cortado así tu llamada, es solo que están sucediendo cosas, cosas que no sabía y que ahora no puedo explicar.

—Sospecho que así debe ser, el abuelo de Eliot acaba de llamar furioso, preguntando dónde está Josh porque deben hablar y no lo ha visto, que tiene semanas pidiéndole a él que te lleve a verlo y que ustedes no han querido ir.

—Es curioso que ese señor quiera hablar conmigo, Josh nunca menciono algo sobre conversar con su abuelo, consigue la dirección y dámela.

—Meg no creo que sea buena idea que vayas a hablar a solas con ese hombre.

—Rose por favor te lo estoy pidiendo, consigue la dirección necesito hacer esto, por favor.

—Está bien, tratare que Eliot me la de y te mando un mensaje de texto en lo que la tenga.

Subo al auto sintiendo que mi mundo se cae a pedazos, que fui engañada de la manera mas vil, el hombre que yo creí que me amaba no me ama y tal vez nunca me amo, mientras yo moría cada vez más por dentro con cada noticia, el solo hacia planes con Margot y Rusbeth para irse a vivir a Seattle con Abigail, la mujer que conoció hace tan solo dos meses y que además le ha prometido que apenas pusiese un pie en Manhattan, rompería su compromiso conmigo para estar con ella.

Ya entiendo la conversación que sostuvo por teléfono antes de entrar a la ducha, mientras yo lo observaba sentada en el borde de la cama, ya entiendo porque se asusto y se sorprendió cuando me vio allí, pero ¿cómo podía entender lo que estaba pasando? ¿Cómo podía saber de qué se trataba y con quien estaba hablando Josh? apenas ahora, logro unir las piezas del rompecabezas y comienzo a entender todas las señales.

El teléfono vibra en el asiento del copiloto y lo tomo, un mensaje de texto de Rose, cambio de carril rumbo a la dirección que me ha enviado, cuando voy por la intersección creo ver a Piero, al parecer está despidiéndose de unos amigos a la salida de un café, paso de largo y recuerdo que Josh menciono algo sobre Piero, la vez que se molesto por verme con él, retrocedo en una calle corta y logro estacionar el auto diagonal al lugar donde Piero aún se despide de sus amigos.

Antes de que entre al auto y se marche comienzo a gritar. —Pierooo... Hey Piero.

—Megan— como siempre me regala esa sonrisa cada vez que me ve, pero yo estoy demasiado abrumada para corresponderle, dejo que me abrace y lo tomo por ambos brazos para tener toda su atención.

—Piero necesito hacerte una pregunta, tu eres el único que tiene la respuesta, necesito saber.

— ¿Meg que sucede? Has estado llorando, tus ojos están rojos e hinchados ¿Qué te pasa? fue Josh ¿te hizo daño?

Niego con la cabeza varias veces —Por favor noooo— Grito —yo no soy lo que importa ahora, lo único que quiero es hablar contigo, es sobre algo que necesito saber.

Me mira perplejo —Pero Meg ¿Qué podría saber yo, que a ti tenga que interesarte?

—Todooo Piero, todo— grito una vez más y abro los brazos en señal de estar desesperada, porque él no me está entendiendo, o tal vez sabe a lo que he venido a preguntarle y no está dispuesto a decir nada.

Me toma por los brazos y me mira con ternura —cálmate niña, mírame, voy a decirte todo, todo, lo que quieras saber ok, pero por favor trata de calmarte, entremos a tomar un té de esos que tanto te gustan ¿sí? —estoy moviendo mi cabeza en señal de un no, pero entonces él me advierte. —Si no te calmas y te tomas el té no abra respuestas, ni nada— se que lo hace por mi bien, ni siquiera me reconozco, la Meg que existía antes de toda esta locura no se comportaría de esta manera, pero de verdad quiero saber lo sucedido.

Fria y Oscura Dulce Desastre IIWhere stories live. Discover now