Capitulo 58

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Como si me hubiesen enterrado viva.

Adoraba los días domingos, a todos los demás les parecían tristes porque luego venia el día lunes, a mi en cambio me fascinaba, podía dormir hasta tarde, comer a horas y a deshoras, leer un poco más mi libro, escuchar música, acomodar el apartamento y lo más encantador, no salir para nada.

Pero ese domingo no fue tranquilo como todos los demás, me desperté dando la vuelta hacia el otro lado de la cama, me quedé con los ojos abiertos mirando a la otra orilla y jugando con mis pies despidiendo la flojera, a medida que todos mis sentidos van despertando siento la presencia de alguien más en mi habitación, y un perfume bastante particular para mi olfato.

Me cubro en seguida al ver a Piero sentado en el sillón para leer que esta frente a mi cama, quiero reclamarle por estar aquí quien sabe desde hace cuantas horas y por haber entrado a mi apartamento sin permiso, pero su sonrisa y su manera de mirarme me neutralizan por un momento, nos miramos a los ojos y no podemos dejar de vernos, el viene hacia mí y lo único que se me ocurre es abrazarme más a mi sabanas, como buscando protección en ellas.

Sin darme cuenta esta sobre mi y quita los cabellos de mi cara, continua mirándome a los ojos y me sonríe —Dime que te dormiste así para mí — frunzo el ceño confundida y molesta, dormí desnuda anoche porque quise sin tener la remota idea de que alguien invadiese mi privacidad.

—Fue una tortura verte dormir por horas de esa manera.

—Piero... —pasa los dedos sobre mis labios y los acaricia, para sus manos sobre mis pechos y los deja con fuerza sobre mis caderas, me besa con fuerza reclamando mi boca, vuelvo a sentirme viva y lo beso con desesperación, le estoy quitando la camisa y el a su vez se libera del pantalón, sentir su cuerpo frió junto al mío me vuelve loca, me aferro de sus musculosos hombros mientras él me levanta de la cintura, para meterse dentro de mí.

Jadeo cerca de su oído y acelera un poco más, muerde mis labios mientras gimo y sé que estamos a punto de terminar, siento su poder al derramarse dentro de mí y nuestra respiración se confunden en una sola, me abraza por la cintura y deja descansar su cabeza sobre mi vientre, mi corazón se vuelve añicos cuando escucho la frase que tanto había evitado escuchar.

—Megan perdóname, no puedo dejar que sigas evitándome ni evitando esta conversación.

Al instante mis dedos dejan de jugar con sus cabellos, el levanta el rostro y me mira fijamente a la cara, mi mirada más que rabia es de decepción, hasta el último momento tuve la esperanza de que Josh me estaba mintiendo, de que Piero era incapaz de acercarse a mí por motivos equivocados.

—Ahora veo que nada fue casualidad, ese día en el restaurante de tu padre, tu llegada repentina a mi mesa con esa falsa conversación —Piero se sienta en la orilla de la cama y yo me bajo de ella por el otro lado y tomo la bata de felpa junto a la cama – ¡Imagino que todo ha sido mentira no! Todo fue una trampa, todo fue una maldita mentira —estoy tan furiosa que estoy gritando y lanzando todo lo que encuentro a mi paso contra Piero.

—No Megan, por favor escúchame, no es así como lo estas pensando.

—¿Entonces como fue Piero? Sabes cuantas veces me negué esto? Cuantas veces me dije convenciéndome a mi misma de que esto no era verdad? Que solo podía tratarse de una artimaña de Josh para molestar esto que teníamos tu y yo, que no era nada más que mentira, porque eres igual que él un farsante, un mentiroso un imbécil.

—No me compares con él Megan, no te atrevas.

—Largo, lárgate de aquí, déjame sola, déjame en paz.

— Meg no... no hagas esto, déjame explicarte no...

—Te pido que te vayas por favor, me prometí a mi misma que no volverían a lastimarme, y no serás el próximo en hacerlo.

— Sabes bien que esa promesa es en vano, ni siquiera tu sabes cómo hacer para que nadie te lastime, nadie puede saberlo porque yo lo hice sin querer, yo no quise que esto sucediera como sucedió.

—¿Tu quieres ver como mi promesa no es en vano? vete y no quiero volver a verte nunca más.

—Por ahora me iré Megan, pero no dejare que esto termine de esta manera, yo te amo y no voy a perderte, yo en cambio de Josh si voy a luchar por ti y haré todo lo posible para que me perdones.

Me quedo parada junto a la puerta abierta mirando a la nada simulando que no escucho sus palabras, siento que la vida se me va detrás de él al verlo cruzar la puerta, quiero llorar y aunque las lagrimas salen solas no puedo sollozar ni pronunciar palabra alguna, esto que siento es como si me hubiesen enterrado viva.

Fria y Oscura Dulce Desastre IIWhere stories live. Discover now