Capitulo 53

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¡Por Dios... es tan hermosa!

Alex

Razón tenía Rose de pedirme que viniese con urgencia, esta niña esta echa polvo lo único que hace es balbucear entre mis brazos, levanto su cara para verla y el olor que sale de su cuerpo y boca es a alcohol puro, noto sus gestos y se que por el esfuerzo de levantarse su estomago se ha revuelto, la ayudo a caminar al lavamanos y allí se inclina para vomitar todo el alcohol que me imagino a consumido durante estos días. Es la cuarta vez que vomita y me preocupa, se ha puesto fría y pálida

— ¡Megan, Megan! ¿Porque te haces esto? mírame por favor no te desmayes ahora.

Trato de incorporarla por completo pero sus rodillas desmayan, pienso que no me quedara de otra y me meto bajo la regadera con ella, esta quieta y el agua cae sobre su cabeza y su cara, al darse cuenta de lo que estoy haciendo se queja y comienza a llorar.

— Por favor no llores pequeña, no te avergüences por mi.

No sé cómo voy a salir de aquí, lo único que pude quitarme fueron mis zapatos y el teléfono lo deje en el tocador del baño, se abraza fuerte contra mí porque tiene frió yo también lo tengo, trato de no ver sus pechos que quedan al descubierto de esta franelilla de algodón mojada — ¡por Dios es tan hermosa! sus short se ha pegado perfectamente a sus glúteos pero me preocupa mucho su salud.

Esta temblando porque he lavado su cabello y he vertido gel sobre su ropa para que el olor a alcohol se valla, se queja y me pide que le saque del agua, veo que comienza a estar consciente y cierro el grifo del agua, la dejo sentada en la tina mientras busco toallas grandes, aprovecho y le envió un mensaje a Rose, para que por favor venga lo más pronto posible.

No me atrevo a desvestirle y a cambiarla de ropa yo mismo esperare a que Rose llegue, mientras eso sucede la abrazo fuerte para darle calor.

— ¿Alex?

— Pasa adelante Rose no tiene seguro — grito desde adentro

— ¿Como esta?

— Esta bien, lo peor ya paso, necesito que busques ropa limpia y me ayudes a cambiarla.

— Ok. Ok — asiente varias veces y hace lo que le pido.

Mientras la acostamos en la cama para que Rose la cambie, busco la secadora de Megan para secar mi ropa mojada, me quedo en toallas mientras espero que la ropa seque, no me atrevo a salir del cuarto de lavado si mi ropa puesta. Compruebo que está perfectamente seca y me visto de nuevo.

— ¿Como esta? — Pregunto en lo que salgo del cuarto.

— Ha dejado de llorar y balbucear, se a quedado dormida.

— ¿Rose porque no viniste a verla antes?

— Yo vine Alex — abre los ojos como platos — ella no quiso atender a mis llamadas a la puerta, ni a mis mensajes en la contestadora, por eso te pedí que vinieras no sabia a quien más acudir.

— Comprendo. ¿Crees que sea verdad lo que dijo Josh sobre Piero?

— Me niego a creerlo, Josh siempre fue falso, inmaduro y mentiroso ¿como Meg puede esperar que venga algo verdadero sobre él?

— No quisiera estar aquí cuando despierte, se que sentirá vergüenza si me aquí.

— Pero quédate a comer algo, ya es tarde, haré un consomé para cuando ella despierte, debes tener frió, encenderé la calefacción.

Después de cenar con Rose consomé de pollo y pan tostado, decidí volver a casa, es un alivio mirar a Meg dormir tranquila y salva sobre su cama, moriría si a ella le ocurriese lo mismo que la vez pasada, observarla me mata, no puedo dejar de sentir lo que siento por esta chica, ella nunca me ha correspondido pero sabe que siempre estaré aquí para ella.

Fria y Oscura Dulce Desastre IIWhere stories live. Discover now