Capitulo 30

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Venecia

Despierto y no reconozco el lugar, en seguida recuerdo que estoy en Italia y en la mansión de Piero Bianchi, hoy es viernes estoy emocionada porque iré a conocer Venecia con él y mis nuevos ¿amigos?

Hablando de amigos, me comprometí con Rose de llamarla los fines de semana alternando con ella, es mi primer fin de semana lejos de Manhattan y debo ser yo quien la llame, debe estar furiosa por no haberla llamado apenas llegué aquí como le prometí.

–Aló con la señorita Rose – la escucho reírse.

–Meg ¿Cómo estás? ¿Cómo llegaste? ¿Cómo te ha ido? ¿Cómo te ha tratado Piero? Espera estoy molesta contigo ¿Por qué no me avisaste ¿cómo y cuándo llegaste a Italia? ¡Estaba preocupada!

–Para Rose para! ¿No te cansas? toma un respiro necesito contarte poco a poco –la escucho reírse de nuevo por haberme obstinado y me hace reír a mi también.

Comienzo a contarle desde mi vuelo hasta mi estadía en este palacio– suspira y me dice que me case con Piero, hasta que se me ocurrió mencionar a Leone y Clarisse, está furiosa –Así que ya tienes nuevos amigos! ¿Y donde quedamos Alex y yo eh?

Ruedo los ojos –Tu y Alex están en mi corazón y que te quede claro que son irreemplazables ok.

-Más te vale Megan Jones.

-Entendido Rose Midori.

–Cuéntame más ¿qué harás hoy?

Estoy muy emocionada porque iré hoy a conocer Venecia y mañana a la Opera con Piero y los chicos que te mencione.

–Queee! ¿A Venecia? ¿A la ópera? Woo que bien ¿recuerdas que siempre habíamos soñado con ir a la opera juntas? –Escucho el tono de tristeza en su voz y se me hace un nudo en la garganta –espero que lo disfrutes mucho Meg aunque yo no esté allí... debo irme.

–Espera Rose, no cuelgues –aclaro mi garganta para poder decir lo que voy a decir –¿te gustaría venir a la Opera? Aun falta una semana para que comiencen las clases, y quisiera que puedas venir.

–Entonces de un grito me deja sorda– ¿Cómo te atreves a preguntarme si quiero ir? Por supuesto que sí ¡ya comenzare a hacer mis maletas, llamare a mamá, a Eliot a todos para avisarles que me voy a Italia!

–Rose por favor respira, te va a dar algo.

–Estoy feliz, feliz, feliz voy a Italia! –mientras la escucho hacer planes, ruego en mis adentros que Piero diga que sí.

Después de arreglarme y comer el cereal con yogur que Giusta amablemente ha subido a mi habitación, me dirijo al despacho de Piero, después de mi larga búsqueda por la inmensa casa al fin lo encuentro.

Le doy unos toquecitos al marco de la puerta y el levanta la mirada y me da una gran sonrisa –Hola –le sonrió de vuelta.

–Signorina ¿es la mañana o usted siempre amanece así de hermosa?

Siento que estoy roja como un tomate, así que ignoro el cumplido –¿Cómo estas entre esos papeles y ese ceño fruncido?

–Preparando todo para que salgamos a Venecia ¿Estas lista?

–Si –Se acerca a mí y pasa una de sus manos por mis mejillas

–Que sucede Meg si quieres decirme algo, solo dilo.

–Lamento pedirte esto, se que debí preguntarte primero –aclaro mi garganta –es que se puso tan triste cuando supo que iba a la opera contigo, que no pude evitarlo y le pedí que viniera, por favor acepta que venga.

Me sonríe de una manera tan dulce que calma mis nervios – ¿Quién? No entiendo nada de lo que has dicho ¿a quién te refieres?

–Rose –susurro por vergüenza –quiere venir y la invite sin tu permiso.

–Claro que si Meg ella puede venir y quedarse todos los días que quiera.

Mi corazón late a mil sin poder evitarlo –Gracias Piero, de verdad me hace muy feliz que también quieras que ella venga.

–Lo hago por ti Meg –me mira directamente a los ojos –nunca podría decirte que no a lo que tú me pidieras, de mi puedes tener lo que quieras.

Estoy mirándolo a los ojos y allí está de nuevo ese nudo en mi garganta –Gra-gra-cias

Ahora vamos a pasar por Leo y Clarisse, hoy vamos rumbo a Venecia.

Fria y Oscura Dulce Desastre IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora