Capitulo 8

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Que no sea nada malo

Rose.

Estoy sentada en la mesa cerca de la ventana esperando una llamada de Megan, me dejo muy preocupada cuando escuche su voz al pedirme la dirección del abuelo de Josh, no quiero parecer paranoica pero conozco a mi amiga, se que ella no está bien, ella puede parecer fuerte pero en realidad es sensible, es tierna y es fácil de lastimar, esa actitud de chica fría y distante solo es una fachada ante la gente para verse fuerte ante los demás. Yo la conozco bien y sé que ella está mal, algo está pasando y ni ella ni Eliot quieren decirme nada.

—Dios no aguanto estos nervios, espero que este té de manzanilla y miel me ayude a tener calma— sonrió con nostalgia al beber el té, gracias a Megan puedo tomar esta infusión, son de ella todos los sobrecitos que están por toda la alacena, ella es la chica de las especias, de las infusiones aromáticas, de la miel, de las rosas, mi dulce niña bohemia.

La mayor parte del tiempo soy yo la que se comporta como una niña pequeña frente a ella, me encanta hacerla rabiar, me encanta verla allí con sus manos como jarra sobre la cintura, toda madura corrigiéndome y diciendo como debemos hacer las cosas, me gusta cómo me consiente y como sufre al igual que yo cuando estamos peleadas. Yo amo a esa chica, mi madre me tuvo como única hija al igual que su madre a ella, pero la vida me la regalo como una hermana y eso ha sido para mí desde que la conocí en la primaria hasta hoy en día.

No soporto mas esta angustia, tomo el teléfono para llamarla pero una llamada de Piero entra primero, seguro Megan está con él. —Piero que sorpresa ¿a qué se debe tu llamada?

Lo escucho y lo que él dice confirma mis sospechas, algo anda mal con ella, y esto me hace sentir peor, no puedo evitar asustarme con lo que él me dice.

— ¿Pero qué hacia Megan contigo? ¿Dónde estás? -Le grito angustiada.

Me reprende por teléfono y aunque me molesta el tiene razón, tengo que calmarme sino no podre pensar claro y no la encontraremos. —Dame la dirección de donde te encuentras, voy para allá, se donde puede estar, ella fue a hablar con alguien yo misma le di la dirección, buscaremos por esa calle o sus alrededores.

Tomo las llaves del auto y voy a encontrarme con él, ruego a Dios que por favor esto no sea nada malo mientras me pongo el cinturón de seguridad, no puedo evitar pensar donde estará cuando voy en camino. ¡Alex eso es... Alex Fith debe saber! Megan se siente a gusto con él, seguro quiere evitar que Josh la persiga y ha ido con él.

Pongo el manos libres y lo llamo. — ¿Alex?

—Rose hola ¿Cómo estás?

—En realidad estoy mal, estoy muy preocupada por Megan, pensé que tal vez ella podía estar contigo.

— ¿Qué sucede Rose? llevo varios días sin saber de ella, solo hemos hablado pocas veces por teléfono, la he sentido triste, pero no pensé que fuera cuestión de preocuparse.

—Ella... no se Alex, han pasado cosas desde que la banda llego de la gira, fui una tonta, una egoísta, me encerré en mi mundo de felicidad con Eliot y olvide que Megan existía, si le sucedió algo no me lo perdonaré.

—Tranquila Rose no llores, tu eres una buena amiga, la mejor que Megan y cualquier chica puedan tener, voy saliendo a buscarla, estaré rondando por los vecindarios que mencionaste, nadie mejor que tu para saber a donde ella iría en caso de querer estar sola, intentare llamarla también, por favor mantenme informado.

—Ok te llamare si se de algo, por favor si la encuentras primero que yo me avisas, quiero verla cuanto antes, se que ella no se encuentra bien.

Fria y Oscura Dulce Desastre IIWhere stories live. Discover now