Capitulo 32

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Egoísta

Despierto muy temprano y miro al reloj, las seis de la mañana Rose ya lleva ocho horas de viaje dentro de 20 minutos estará aquí, estoy a punto de terminar mi desayuno mientras leo un nuevo libro, escucho que dan golpecitos suaves a la puerta -Meg ya casi es hora, debemos ir a buscar a Rose.

Me levanto de la cama de inmediato y le grito desde adentro que pase adelante, voy corriendo al lavamanos y cepillo mis dientes, coloco un ganchete en el cabello y al salir del baño me encuentro con Piero mirándome desde el balcón, esta sonriendo como lo hace siempre y se queda observándome.

–Estas hermosa.

–Gracias, tú también te ves bien.

–Iremos en el Roll Royce, será mas cómodo para Rose y más provechoso si desea comer o beber algo en el camino.

Entro al auto y no paro de observar lo hermoso que es– ¿Vino? Veo que Piero abre una pequeña puerta que resulta ser un refrigerador, saca la botella de vino y dos copas, ahora entiendo a que se refería con que sería mejor este auto para ir a buscar a Rose.

-Adelante Noel- le ordena al chófer y estamos en camino.

- ¿Como amaneciste? ¿Ya te sientes mejor? No quiero hablar de esto así que solo asiento y le sonrió tímida, entonces se me ocurre preguntar sobre la Opera y con los detalles que él me da siento que mis ojos brillan con todo lo que me cuenta.

Estamos frente al pasillo de pasajeros cuando escucho mi nombre por todo el aeropuerto, sonrió y abro mis brazos para que ella me abrace, veo a Piero reírse por mi felicidad y mi corazón se lo agradece, ella me suelta para abrazarlo y después de esperar sus maletas estamos de vuelta a casa, no para de hablar durante la cena ni de hacernos reír, me alegra que a Leo y a Clarisse le allá caído bien.

Ya en la habitación después de insistir hasta el cansancio a Piero para que no pagara por otra suite, que estaba bien que Rose durmiese conmigo nos cambiábamos para ponernos nuestras piyamas, Rose hablaba como loca de lo hermosa que es Italia y en especial Venecia, estaba feliz de que mañana íbamos a la Opera, estaba celosa de Clarisse, no quería reconocer que le había caído tan bien como a mi.

-¿Y tu no piensas hablar? No creas que no note la manera en la que Piero te sonreía mientras te miraba y como tú solo te enrojecías al corresponder a sus miradas.

-Rose por favor no quiero hablar de ello.

-Ah es que hay algo de lo que hay que hablar! Suelta ya Megan Jones.

Sentadas en la cama le relato a Rose lo que paso la noche anterior, ella esta pasmada y ahora esta muda y solo me escucha, cuando reconozco que me ha gustado todo lo que Piero me hizo sentir con ese beso ella comienza a gritar, a saltar en donde está sentada.

-Rose no! –le advierto no me mires de esa manera, estoy... asustada, todo esto me da temor, pensé que podría estar tranquila con Piero, pensé que el podría contener sus sentimientos.

-¿Estas tonta o qué? ¿Crees que el hombre es de hierro? Le has dado la oportunidad de estar con él, escogiste entre él y Alex, mi pobre Alex ¿crees que perderá esa oportunidad?

-¿Qué? ¿Escoger? Yo no escogí entre él y Alex, no estoy con él ¿por que siempre tienes que enredarlo todo Rose?

-¿Enredarlo? ¿Cómo crees que se sintió Alex cuando supo que venias a Italia y con piero?

-Yo... -solo abro la boca asombrada por los reclamos de Rose, ella no me da traegua y sigue hablando a pesar de mi expresión.

Alex quedo devastado, aun así dijo que comprendía porque querías marcharte, busco al idiota para partirle la cara por lo del correo pero este no le dio la cara, esta en Manhattan pero ahora vive en el anonimato nadie sabe de él ni siquiera su hermano Eliot.

-Calla –le ordeno en seguida –No quiero saber nada de ese sujeto me oyes, lo odio con toda mi alma y no quiero saber de él.

-Disculpa Meg, disculpa también por reprocharte lo de Alex, sé que no es tu culpa, uno no puede estar con alguien que no quiere y tú haces bien en cambiar ese aspecto de tu vida, estas aprendiendo a vivir tu propia vida y no vivir la de los demás.

Me quede estoica ante las palabras de Rose -¿era cierto? Yo hice este viaje solo pensando en mi, en mi bienestar, sin pensar en nada ni en nadie, por primera vez en mi vida estaba siendo egoísta en nombre de mi bienestar, aunque en secreto vivo extrañando a Rose, a mamá, a Alex y a mi cuidad.

-Yo no he sido egoísta como crees Rose, esto no ha sido fácil para mí, es cierto que esto ha sido nuevo y brillante para mí, pero muy en el fondo he extrañado con locura a cada uno de ustedes, solo tengo una semana aquí y quiero saber si soy capaz de hacer esto, de adaptarme a esto, si puedo en verdad dejarlo todo atrás y comenzar de nuevo.

-No está mal que seas egoísta Meg, lo digo en el buen sentido de la palabra, no es una acusación es una celebración a tu decisión y pase lo que pase por medio de este viaje siempre y cuando sea positivo para ti te apoyaré si te hace feliz.

-Gracias, te quiero Rose.

-También te quiero Dulce Meg.

Fria y Oscura Dulce Desastre IIWhere stories live. Discover now