capítulo 41

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Ivrea "el carnaval de las naranjas"

Megan.

Nuestro mes en Italia casi terminaba y se nos había pasado estudiando, todo estaba listo para volver el fin de semana a Manhattan, Rose llamaba constantemente para asegurarse que todo estaba bien y que en verdad estaba estudiando, Piero se iba volviendo algo triste al pasar los días, no sé si él lo notaba pero yo también estaba triste y estaba un tanto nerviosa, estaba feliz de esta oportunidad que me brindaba la universidad pero estaba nerviosa de no saber cómo enfrentar esta situación de volver al lugar de que estaba huyendo para evitar encontrarme con personas que no deseaba ver ni en pintura.

Era como una mezcla de sentimientos, sentía temor, rabia y tristeza no sabía qué hacer para que esta situación no me volviese de ese modo, después de todo lo que había pasado tratado de ser fuerte, de ser fría pero aun no lo he logrado por completo, me vine a italia porque me di cuenta que aun era vulnerable ante mis sentimientos por Josh, si éste volvía a mí para volver a destruirme podría hacerlo de nuevo y no sé si aún estoy lista para volver a enfrentarlo, por otro lado está Alex Fith que siento que lo quiero pero no como una pareja o alguien que me gusta y aqui esta Piero provocando estos sentimientos que me confunden cada vez más y era difícil porque él me hacía sentir protegida, me hacía sentir segura, me hacía sentir que con él podía tenerlo todo.

Tocaron a mi puerta y allí estaba él, apareció con una alegría desbordante.

— Vamos a Piamonte, a Ivre.

—¿Piamonte? ¿Ivre? ¿Donde es? ¿Qué haremos allí?

—Vamos te va a encantar Meg ven vamos!

— Ok espera! Me calzo los tenis y ya está.

Bajamos corriendo por todo el hotel y muero de risa al ver la cara de los ancianos en la barra de desayuno, Piero me lleva de la mano cada vez más rápido y no puedo parar de reírme porque sé que en cualquier momento podemos tropezar y caer, Noel está sobre el auto esperando y cuando nos ve venir corriendo abre la puerta del auto lo más rápido que puede y esto me hace reír aún más, siento pena por burlarme de él pero no se queja de nuestra actitud infantil.

Escuchó que le dice —Noel llévanos a Ivrea hoy meg verá el carnaval de las naranjas.

—¿Cómo es? Le pregunto emocionada, la verdad ha despertado en mí cierta curiosidad.

—Este evento es famoso en toda Italia y sobre todo en el extranjero, es el histórico Carnaval de Ivrea.

—¿Y específicamente a dónde vamos?

—Es en la localidad de Piamonte, en la provincia de Turín, te contaré.

Me acomodo mejor en el sillón para escuchar a Piero —los protagonistas de la fiesta son la "Mugnaia" (la molinera, que es la heroína) y el General, que desde el 1800 han conseguido garantizar el correcto desarrollo del evento. Además participa el Stato Maggiore Napoleonico, compuesto por sus oficiales a caballo y las Vivanderas.

—¿Van a haber caballos en el desfile? —le miro con los ojos muy abierto.

—Si ellos completan la galería de personajes históricos de el "Sostituto Gran Cancelliere", el "Magnífico Podestá" ambos garantizan la libertad ciudadana y el desfile con las banderas de los barrios.

—¿Y qué hacemos los espectadores?

—En este carnaval se celebra la rebelión popular contra la tiranía, una insurrección cuyo momento culminante es el espectacular desfile y la famosa batalla de las Naranjas, que tiñe de color y aromas toda la ciudad y donde todos pueden participar.

—¿Cómo regalan naranjas? Piero se ríe de mis ocurrencias.

—No cariño, durante el Carnaval de Ivrea se representa la guerra civil entre el pueblo representado por nosotros los que andamos a pie representando y las tropas reales napoleónicas, quienes son los que llegan en carrozas hacia donde estamos, y así se personifica el día después de la muerte del odiado tirano Raineri de Bramante a manos de la "Mugnaia" Piero termina de contarme y ya hemos llegado a Piamonte.

Estamos en la plaza aglomerados con la gente que ya está allí, una chica nos sonríe y nos surten de naranjas a Piero y a mí, Comienza la batalla y durante esta todos los grupos de gente de lanzadores de naranjas defendemos las plazas a golpe de naranja que representan las flechas, todos gritan y yo me siento como si estuviese en la película 300, nos lanzamos naranjas unos a otros y muero de risa al sentir las naranjas como pelotazos, golpeamos a otras personas pero la risa y los gritos evitan que nos golpeemos con malicia, algunas naranjas se abren y comenzamos a llenarnos de jugo que emana de la fruta, la locura dura menos de una hora y terminamos todos muertos de risa abrazándonos unos a otros.

Llegamos a las calles de la ciudad para ver el desfile del cortejo de la Molinera (la "Mugnaia") y desde los carruajes nos lanzan dulces, caramelos y regalos por suerte Piero es más alto que yo y el salta logrando agarrar chocolates y todo tipo de dulces para mi, para mi es más fácil agacharme y tomar del suelo los caramelos y dulces que caen a mis pies, ellos pasan y escuchamos a los grupos folklóricos y bandas musicales provenientes no sólo de otras regiones italianas sino de otros países europeos.

Yo estoy maravillada, no me había reído tanto en mi vida desde hace mucho tiempo, de verdad que disfrute de esta experiencia, Piero y yo nos sentamos a comer los dulces y a descansar de la batalla y nos quedamos en silencio al ver un espléndido ángulo del Piamonte que encierra una infinidad de tesoros naturales, históricos y artísticos, como en los libros él me cuenta que hay castillos, torres y antiguas iglesias.

—¿Quieres conocer Piamonte?

—¿De verdad podemos quedarnos?

—Si tu lo deseas si!

—Entonces no se diga más pasaremos aquí el último fin de semana que nos queda en Italia.

Fria y Oscura Dulce Desastre IIWhere stories live. Discover now