capitulo 26

1K 76 1
                                    

No quiero... debo hacerlo

Mis maletas están preparadas, estoy esperando a Rose para contarle de mi viaje, respiro como si me costara hacerlo mientras lo pienso, sé que esto la enloquecerá, sé de memoria lo que dirá, qué por que no le hable de mis planes, que no es justo que ella sea la última en enterarse, que cuando pensaba decírselo... Dios!

Mientras la espero no se que darle para que este tranquila, le haré un cóctel de frutas con leche condensada, se que le encanta el dulce, así lo disfrutare con ella mientras pueda estar tranquila, escucho su auto llegar y le respondo por el intercomunicador para que suba.

—Hola Rose.

—Meg ¿Cómo has estado? —me da un abrazo de esos bien fuertes de los que ella da.

—Bien, bien, pasa adelante, prepare algo para ti ¡mira!

—Oh que delicia gracias!

La invito a sentarse al sofá para que conversemos.

—¿Como están las cosas con Eliot? Dime que ya lo perdonaste, todos tienen razón el pobre no tiene la culpa de lo que hizo su hermano.

Ella baja el rostro pero sonríe al final —Hemos quedado en vernos esta tarde, le dije que vendría a verte porque tenias algo sobre que hablarme y luego iría a encontrarme con él.

—Él hombre te ama, aunque no creo en eso del amor, esperar todo un año por el perdón de una chica debe significar algo.

—El amor si existe Meg solo que...

La interrumpo, no quiero escucharla decirme esa estupidez — no trates de convencerme que esa mierda del amor existe Rose, mira todo lo que me paso por creer que la basura de Josh Wetterberg sería el gran amor de mi vida.

—Perdona Meg yo solo —veo sus ojos humedecerse y sus labios temblar.

Maldición! me levanto del sofá y me agacho frente a ella — no perdóname tu a mí, no es tu culpa lo que paso, todo esto tenía que pasar y ya, pero no trates de convencerme que eso del amor existe porque no es verdad, tal vez tú y Eliot no sé... son una pareja en especie en extinción o algo así, o tal vez soy yo que no nací para ese fulano amor.

—Está bien te entiendo, es normal que pienses así después de todo lo que te paso.

Estoy en silencio con la cara baja ante ella, sé que no lo va a tomar bien— debo contarte algo... Piero me ha ofrecido ir a Italia con él y yo acepte.

Rose abre los ojos y la boca como si yo le hubiese clavado un puñal en el pecho, ruedo los ojos y la reprendo —Rose por favor no me mires así.

—Pero ¿por qué Meg? — se levanta histérica del sofá —¿Por qué te vas? ¿Por qué? ¿Cuándo pensabas decírmelo? ¿Por qué ahora siempre soy la ultima en enterarse de tus planes?

Sabía que esto pasaría —Rose calma, eres la primera y única en saberlo, mamá aun no lo sabe, nadie lo sabe.

—No me importa —grita— no quiero que te vayas.

—Solo será por un tiempo ¡escúchame! — me mira y al fin deja de caminar de un lado a otro — es algo temporal, quiero alejarme por un tiempo, irme de aquí, tengo mis razones.

—¿Y cuáles son esas razones Meg? porque a mí no me las has dicho —golpea el piso con un pie mientras se cruza de brazos.

—¿Podemos volver a sentarnos por favor? —le tiendo la mano al sofá para que acepte sentarse.

— No se qué sucedió con Josh y sus planes de irse a Seattle pero fracasó, al parecer no ha podrá irse. El desgraciado a tenido la osadía de mandarme un correo pidiendo perdón, diciendo que aun me ama y comprobé que aun soy débil ante sus palabras Rose. Cuando le respondí al correo diciéndole que me explicara el porqué se había dado cuenta tan tarde ¿sabes lo que se atrevió a decirme? Que lo disculpara que todo había sido un impulso pero que no era verdad, que él no quería volver conmigo, que solo se sentía desolado y que está confuso, pero que mejor lo dejemos como esta, porque su familia más que nunca está en contra de lo nuestro.

—Maldito loco cobarde —Rose deja escapar y su cara esta roja de coraje —cuanto lo odio Meg y cuanto odio que hallas tenido que conocer a un tipo tan inseguro y estúpido como él.

—Me hizo mucho daño con ese correo Rose, después de tanto luchar por recuperarme de todo el daño que me ha hecho el vuelve a por más, y yo tengo miedo de dejar que esto siga y que esta enfermiza actitud de creer en Josh y en todo lo que dice me destruya como no lo ha hecho. Quiero irme lejos de él, quiero estar lejos de su alcance, lejos de esta ciudad que me lo recuerda tanto, quiero dejar por completo a esta Megan débil, estúpida y llorona en la que él me convirtió.

—¿Cómo se atreve Meg? ¿Cómo se atreve a seguir haciéndote daño?

—Siento que lo odio con todas mis fuerzas Rose, pero este odio está haciéndome daño, ya no soporto frecuentar a su familia por Central Park, no soporto escuchar noticias sobre él de gente que nos conoce a ambos, quiero alejarme Rose, bueno no quiero pero debo hacerlo.

Fria y Oscura Dulce Desastre IIWhere stories live. Discover now