Fria y Oscura Dulce Desastre II

Capítulo 77

A quien amo es a ti.

Megan.

Son las tres de la mañana cuando escuchó a Piero llegar a casa, se mete en la cama y envuelve mi cintura entre sus brazos, me besa con ternura en los labios, el contraste de los cuerpos y sus temperaturas nos hace delirar, su cuerpo está frío por el sereno de la noche y mi cuerpo está tibio por el calor de las sábanas, en sus labios hay un sabor a vino tinto lo que me quita el sueño y deja que disfrute el hacer el amor. Siempre regresa a casa de esta manera después de interminables días de trabajo, me gusta que sea así porque me hace extrañarlo más y me da tiempo de ocuparme de mi misma.

-Buenos días hermosa flor.

-Buenos días caballero.

-Por favor signorina vayamos a desayunar, en algunos de esos lugares de Manhattan.

-Será un placer.

Después de la lluvia de besos que me da, se va a la ducha y aprovechó la oportunidad para vestirme y hacer el café, el celular de Piero está en la isla de la cocina y escucho como vibra con insistencia, decido ignorarlo pero suena sin parar y la curiosidad me gana, podrían ser sus padres o alguna otra urgencia, así que después de tanto pensarlo decido tomarlo y me pide la clave de acceso, sonrío al ver que Megan es la clave para entrar.

Sin embargo mi alma se viene abajo cuando leo el mensaje entrante.

-Buenos días, recuerda que hoy es la cita con el ginecólogo, hoy sabremos el sexo de nuestro hijo.

El teléfono cae en mis pies y cubro mi boca con las manos para que Piero no me escuche llorar, es tarde esta parado frente a mi y me mira nervioso, supongo que sabe lo que ha pasado porque la expresión de su rostro a cambiado. Después de un largo rato de silencio se acerca poco a poco a mi pero estoy furiosa, así que huyo de él. Me esta dando alguna explicación que no logro entender porque me he quedado en blanco, solo oigo susurros de de su voz hasta que un grito me saca de mi encierro mental.

-Meg por favor entiende, ella y yo solo éramos amigos, ella estuvo allí cuando tú me dejaste, incluso después de saber que había vuelto contigo, el embarazo paso, no fue planificado, quiero responderle pero a quien amo es a ti.

Maldigo a mis adentros y me río con ironía de sus palabras, como odio la falsedad de esa frase "a quien amo es a ti" en medio de mi lucha interna logro oír el portazo que se escucha tras la salida de Piero, las lágrimas al fin pueden salir, me siento tan estúpida y traicionada y es que el no sólo ha salido de mi vida, sino también de mi corazón.