capítulo 43

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San Valentín

Megan

Al llegar a Venecia veíamos la venta de todas las flores, el puente adornado por corazones y a algunos transeúntes cargados de arreglos florales, chocolates y muchas parejas turísticas reservando en el hotel donde nos hospedamos ¡No puede ser! hoy es el día de los enamorados y yo estoy aquí con Piero en esta ciudad tan romántica, todas las parejas están abrazadas otras besándose. Él me mira y sonríe, parece divertirse al ver mi cara pálida y mi sorpresa por esto.

Hemos llegado a mi habitación y me ha ayudado con los paquetes de regalos que hemos comprado para Rose, madre y su familia.

—Te invito a cenar.

—Piero no creo que hoy sea una buena noche para que tu y yo...

—Shhh —pone su dedo sobre mi boca para que no diga nada — por favor Meg es nuestra última noche en Venecia dime que si.

Por Dios como negarme — está bien déjame descansar y arreglarme.

— Te esperaré en la entrada del hotel a las 7 pm.

Me pareció extraño porque el siempre sube por mí a la habitación, sin embargo acepto, me siento cansada por el viaje así que dejo los paquetes en la cama y me desvisto para quedarme un rato en la tina llena de espuma, cierro los ojos para relajarme y me encuentro sorprendida por un sentimiento de nostalgia, estoy triste por dejar esta ciudad y porque al llegar a Manhattan Piero no estará conmigo todos los días como lo hemos estado aquí.

¿Qué es esto que siento por Piero? Es una mezcla de cariño y agradecimiento pero no se parece al amor, el amor es algo que ya he experimentado y no siento que mi corazón se haya cegado por él ¿o acaso esta es la manera en la que uno debe querer? todas las personas creemos que debemos amar con el corazón pero este es solo un órgano, entonces ¿está bien que amemos con la cabeza a través del razón?

Sonrió al recordar lo hermoso que han sido estos meses aquí con Piero, me siento tan bien con él, me siento diferente a como me sentía con Josh, él es totalmente distinto, siempre se preocupa por mí, por cómo me siento, siempre me pide opinión para tomar las decisiones entonces ¿Por qué no puedo amarlo?

Bueno Megan Jones no es momento de ponerse nostalgia, si Rose estuviese aquí estuviese arrastrándome hacia alguna tienda para comprar algún vestido por cierto ¿Qué voy a ponerme?

Reviso la valija y allí está, el hermoso vestido que usaría para la cena de mi compromiso con josh ¿Qué hace esto aquí? Esto es obra de Rose, tomo el vestido para ver si aun me queda y al pegarlo a mis pechos una nota cae de él.

Meg se que odias este vestido, se que seguro te está trayendo malos recuerdos pero no dejes que esos recuerdos opaquen su hermosura, úsalo para una noche especial, una noche donde lo conviertas en algo mágico y no en lo desagradable que es Te Quiero... Rose.

Ella tiene razón, es muy hermoso para echarlo a la basura por un idiota, tomaré en cuenta la palabra de Rose y lo usare para convertirlo en algo nuevo.

Son las siete de la noche y tomó el elevador hasta la planta baja, recorro el pasillo y Noel está esperando en la puerta — buenas noches Noel ¿donde esta Piero?

—Disculpe la intromisión pero está usted muy hermosa señorita, él señor Piero me ha encargado llevarla hasta el lugar donde la está esperando —abre la puerta del auto para que yo entre y me acomodo en el asiento pensando que se traerá.

—Hemos llegado señorita Megan —dice Noel mientras abre la puerta y me ofrece su mano para bajar del auto.

Estoy frente al lugar y me he quedado pasmada, es un hermoso castillo y todo el camino está iluminado por lámparas hermosamente decoradas en el piso, recorro el camino hasta la entrada y la puerta está ajustada, al entrar mi corazón se paraliza con su imagen, está de pie delante de una mesa llena de velas, una botella de champán y unas copas sin usar, me ve de lejos y me sonríe diciendo — ¡Bienvenida!

Camino hasta la mesa sin quitar mi mirada de la suya, él me extiende la silla para que yo me siente a la mesa pero sin pensarlo he puesto los brazos alrededor del cuello y me he fundido en un beso donde nos perdemos juntos, él no para de besarme y sus manos están jugando en mi cintura y mis caderas, quiere parar para saber si esto es cierto pero yo no quiero dejar de besarlo, mientras más lo beso sus labios me saben a la vida, vuelvo a sentir esas descargas eléctricas en mi cuerpo y estoy perdida en estos labios, este es Piero al que estoy besando y no me importa, quiero besarlo quiero tocarlo y no tengo miedo.

Con los ojos cerrados sin parar de besarlo caminamos hasta la habitación, me recuesta en la cama con sumo cuidado y está sobre mí, me mira a los ojos y yo le sonrió para darle tranquilidad, los labios de Piero van directo a mi cuello y yo cierro los ojos para sucumbir a mis deseos, muerde mis hombros y mi cuerpo arde, acaricia mis piernas y solo quiero sentirlo.

Nos sentamos en la cama y baja la cremallera de mi vestido mientras yo me deshago de su saco, me ayuda a quitarle la corbata y abro su camisa para dejar mis labios caminando por su pecho y abdomen, mi vestido a caído hasta mis caderas y las ondas de mi cabello cubren mis pechos, me tumbo sobre el colchón y el termina de quitarme el vestido, siento el roce de sus suaves dedos al quitar mis cabellos de mis pechos, los mete en su boca y me retuerzo debajo de su cuerpo, los toca mientras me besa la boca y yo estoy disfrutando de ello.

Está dentro de mí y me ha dolido como la primera vez, seguramente mi cuerpo ha vuelto a adaptarse, el dolor pasa mientras él se mueve sobre mí, sus embestidas son suaves como el mar cuando tiene quietud dejo clavadas mis uñas a medida que su energía crece y los dos estamos gimiendo ahora, al terminar se acuesta a mi lado acostándome sobre su cuerpo me abraza y solo dice —te quiero Megan te quiero.

Fria y Oscura Dulce Desastre IIOù les histoires vivent. Découvrez maintenant