Capitulo 79

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Una simple confusión

Megan

Estoy hecha polvo, después de tres días de esperar respuestas de Rose, la llamo un par de veces más y no contesta, necesito hablar con alguien, necesito un abrazo de alguien, bajo de prisa las escaleras quiero correr hacia los brazos de Alex y el ascensor me parece una pérdida de tiempo para mi urgencia, voy a mil por horas en el auto y las lagrimas salen con la misma velocidad, hoy es domingo seguramente ha de estar en su apartamento.

Estoy cansada de mi orgullo, estoy cansada de estar peleada con Alex, el dijo que lo de Rebeca era mentira, que no había nada entre ellos que todo era una simple confusión, no sé si eso sea verdad pero quiero creerlo, necesito creer que todo es como él lo dice, quiero creer que él me dice la verdad.

Aparco el coche frente al apartamento de Alex y bajo muy de prisa, corro hacia la entrada y tengo suerte de que alguien este saliendo de allí en este preciso momento, subo al ascensor y muerdo mis labios ante la desesperación, camino cansada hasta la puerta de Alex y toco con insistencia, no paro de tocar hasta que no me abren.

-Alex- me hecho en sus brazos cuando al fin él me abre la puerta, lloro como una niña en su pecho y lo abrazo con amargura por la cintura.

- ¿Meg que te sucede cariño? -escucho lo que dice pero no puedo articular palabra alguna, solo quiero llorar en sus brazos.

- ¿Alex?

Escucho una voz chillona que sale del pasillo que conduce a su habitación, levanto la mirada y Rebeca esta frente a nosotros desnuda, enrollada en la sábana blanca de Alex, mi labio inferior tiembla porque esto que estoy viendo me duele mucho más que la verdad de la que me acabo de enterar, pero esta vez no saldré corriendo, la sonrisa que tiene esta pequeña perra en el rostro se la borrare en un segundo, se va a arrepentir de haberse metido con mi Alex.

Volteo la cara para secar mis lagrimas mientras escucho a Alex decirle que este no es el momento, la miro de nuevo a los ojos y le sonrió con una malicia inexplicable, una malicia que nunca había sentido en el corazón, tomo la cara de Alex entre mis manos, le miro a los ojos y le hablo con el tono de voz más dulce y suave que nunca he usado.

-¿Alex amor, que hace Rebequita aquí? - los ojos de Alex se abren como platos y esta pálido, seguro ningún hombre querrá encontrarse en esta situación en la que él se encuentra ahora.

-¿Qué hago yo aquí? La estúpida sonrisa que tenía en el rostro se le borra y frunce el ceño.

-Sí ¿qué haces aquí? Tengo entendido que solo eres la perra en celo que se mete a la cama de Alex, cuando el esta ebrio y su mente no puede dilucidar, lo que estás haciendo con él.

Su boca se abre en una gran O y está furiosa, lo sé por el color tomate que tiene la piel de su rostro en este momento, pero no es suficiente, ella recibirá más y yo estoy dispuesta a dárselo, así que sigo escupiendo las verdades sobre ella.

-¿Rebeca acaso no lo sabes? Eso es lo que dice Alex cuando hablamos sobre ti, que eres una oportunista que hace lo que sea por una noche de sexo, que aun sabiendo que Alex no siente absolutamente nada por ti, te metes en su apartamento, te metes en su cama, te metes en su ropa y atiendes a su puerta para que las personas crean que eres su mujer, cuando en realidad no eres nada, solo eres un patético error en su vida. Ni siquiera un buen recuerdo eres, solo un error, solo eso.

La veo venir con furia sobre mí y me rio de ella, Alex se mete entre las dos para detenerle -Rebeca ya basta.

-¿Vas a permitir que me hable así Alex?

Él me mira sin saber que decir y yo le doy la estocada final -si Alex ¿vas a permitir que esta y yo sigamos compartiendo el mismo espacio? ¿O vas a pedirle que se vaya?

Las dos nos quedamos mirando a Alex esperando su respuesta, puedo sentir la tensión que hay en el lugar, él respira con dificultad y al parecer está muy molesto pero se controla de una manera que siempre he envidiado.

-Creo que lo mejor es que te vayas Rebeca.

-¿prefieres que yo me vaya?

-¿no escuchaste? Le escupo.

-¡Alex! - le implora suavizando un poco la voz pero le es imposible ocultar su rabia.

-Rebeca es mejor que te vayas y por favor no vuelvas a entrar a mi apartamento sin permiso -Al fin Alex le ha dado la orden.

La miro y le muestro mi sonrisa de oreja a oreja, mis ojos brillan porque es dulce la venganza y estoy saboreando este momento como el más dulce de los momentos, ella se voltea furiosa y corre a vestirse, Alex me mira inerte sin decirme nada, se que está furioso por lo que le estoy haciendo pero no hace nada.

La putilla sale en menos de lo que pensé que tardaría y nos mira con odio, me pagaras caro esta humillación Megan Jones y tu Alex Fith te arrepentirás de tu mala decisión.

-Creo que si sigues mal gastando saliva te dejara el autobús Rebequita.
Toma su bolso y lanza la puerta como si quisiera partirla en mil pedazos.
Alex me mira serio pero su respiración sale forzada y despacio ¿Qué ha sido todo esto Megan?

¿Dime tú que ha sido Alex? Dices que esta putilla y tu no tienen nada que ver y es la segunda vez que te encuentro aquí con ella, además es evidente que han tenido sexo ¿Cómo hago para creerte?

Lo sé, se que si te dijera que ella entro aquí sin ser invitada y me espero medio desnuda en el sofá, con las luces bajas y que además estaba tan ebrio que mi cerebro recreo tu imagen en ella, no me creerás.

Exacto no te creeré ¿y sabes por qué? Porque eso habla muy mal de ti Alex, eso me demuestra que eres un hombre débil, que podrías engañarme, podrías serme infiel cada vez que estés ebrio porque "tu cerebro recrea mi imagen en todas las mujeres que se te ofrecen semidesnudas" le reclamo irónica dibujando con mis dedos las comillas de su propia frase.
-Tienes razón, no voy a discutir eso.

-Sabes Alex estoy cansada, estoy cansada de toda esta mierda de los engaños, los malos entendidos, las mentiras y de necesitarte aun cuando se que ya no puedo tenerte.

Su rostro se ilumina y temo estar usando las palabras equivocadas o hablando de más, me doy cuenta de lo que he hecho cuando él me pregunta.
-¿A que te refieres exactamente cuando dices que me necesitas Megan?

Quiero decirlo pero no puedo, quiero decirle que lo amo y que le necesito desesperadamente en mi vida, que Piero me ha fallado por segunda vez y que más nunca quiero volverle a ver, que aunque me hacia feliz no era amor, que lo sé porque cuando estoy cerca de él me invade un sentimiento diferente al que siento por Piero.

No quiero estar con él en estas circunstancias, no quiero que el amor que siento por Alex se parezca a los sentimientos que sentía con Josh, inseguridad, rabia, temor, pedida. Quiero que él esté listo para estar conmigo, quiero estar lista para estar con él.

Me apesta y me repugna ver su cuerpo manchado del lápiz labial de Rebeca y saber que está sucio por haber estado con ella, me ha dado tanto asco que aunque quiero abrazarlo no puedo, odio el olor a alcohol que destila de sus poros y he vuelto a sentirme tan molesta con él que quiero largarme de aquí.
Me levanto del sofá que esta frente a él para marcharme y él me toma de la mano -Meg ¿dime a que te refieres cuando dices que me necesitas? Respóndeme.

-No puedo Alex, no puedo hacerlo.

Mis ojos se llenan de lágrimas y se forma un nudo en mi garganta, suelto su mano lentamente y me voy lo más rápido que puedo de allí.

Fria y Oscura Dulce Desastre IIWhere stories live. Discover now