Fria y Oscura Dulce Desastre II

capitulo 19

Piero debemos hablar

Rose.

Ya han pasado dos semanas que Meg salió de alta, la acompaño a cada una de sus terapias, hay ejercicios que le sacan las lagrimas, dice que siente que sus huesos se queman al forzarlos a moverse, la veo rodar los ojos y lanzarme manotazos que no logra pegarme cuando me burlo de ella, el terapista me regaña amenazándome con no dejarme participar más de las terapias, lo hago por ella se que le encanta que la acompañe aunque ahora no habla mucho.

Desde que salió de la clínica la he visto con cierta conexión con Piero, el va a su casa varias veces por semana a hablar no se que, Alex la visita al igual que yo pero estamos de acuerdo en que nuestra chica no es la misma, tiene esa mirada triste la mayoría del tiempo y esta siempre seria, trato de hacerla reír pero ella solo hace una mueca para no hacerme sentir mal.

Recuerdo que el primer mes que ella estuvo en coma, tuve que acompañar a Helen a avisar a todos los invitados de su boda y que ella ya no iba a casarse, por suerte la noticia del accidente sirvió para no decirles la verdadera razón y era que Josh la había abandonado, fue tan triste devolver su hermoso vestido de novia, suspender los preparativos que con tanto amor estábamos haciendo, se que su madre tuvo que contarle todo lo referente a esto.

Hay personas que han querido verla y ella hace el esfuerzo de recibirles, cuando tienen la mala idea de preguntar por él, es inevitable que se eche a llorar; llora tanto que, para que la gente la entienda sin contar nada, les dice a todos que el a muerto, que murió en esa gira a Seattle, que el avión se estrello sin dejar a alguien con vida, todos estamos aterrados con lo que ella dice, pero supongo que en cierto modo es cierto, el está muerto para ella.

—Buenas tardes Rose.

—Oh Piero pasa adelante por favor, siéntete como en casa.

—Gracias—me sonríe.

— ¿Deseas algo de tomar?

—Eh si, gracias.

Le sirvo una copa de vino se la doy y me siento frente a él, me sonríe de nuevo, sin embargo me confronta. 

— Muy bien Rose ¿en qué puedo ayudarte? Sé que esta no es una invitación para tomar una copa de vino.

—Woo tienes razón no lo es! se trata de algo que quiero saber, se que Megan habló contigo antes del accidente, y aunque ella se niega a hablar sobre la conversación que tuvo con el abuelo de Josh y sobre lo que ocurrió en el townhouse aquel día, tú podrías decirme que fue eso que la pudo haber consternado aun más.

Sonríe negando con la cabeza.

— Muy bien hablare sin rodeos Rose, después de todo creo que es importante que lo sepas, veo a Meg muy metida dentro de sí, y pienso que si hablan ella podría sacar todo lo que carga en silencio.

Estoy atenta a la historia que Piero me está revelando en este momento, pongo las manos en mi boca, en mi cuello, en mi pecho porque no puedo creer lo que estoy escuchando, ahora entiendo el odio de Josh siente hacia Piero, porque trato a Meg de esa manera aquel día, porque no soportaba verlo cerca de ella, pero ¿Quién es ese tipo? ¿De quién se fue a enamorar mi dulce Meg? Hoy más que nunca entiendo todo su dolor, entiendo porque no habla, porque ya no ríe, porque llora en las noches, porque dice las cosas que dice.