Mundos Opuestos

Capitulo 8: Pensando en ti.

Los primeros rayos de sol empezaron a entrar por la ventana, golpeando el rostro de Andrea quien poco a poco empezó a abrir los ojos mientras lanzaba un bostezo. Era un nuevo día, muy prometedor, tenia tantas cosas que hacer que era hasta tarde como para estar acostada, pero cuando intento levantarse, sintió una punzada de dolor en la espalda que la devolvió de nuevo a la cama, suspiro mirando hacia el techo, luego desvió su vista hasta el sofá cama viendo a Samuel allí, dormido, no se había pasado a su habitación después que ella se durmió, se veía tan tierno con su expresión relajada mientras descansaba.

Intento ponerse de pie nuevamente, esta vez se puso de lado y con un poco de esfuerzo logro salir de la cama...

Samuel: ¿Qué haces? –pregunto al ver lo que ella hacia. Andrea lo miro, estaba recién despierto, su cabello notablemente alborotado, llevaba la misma ropa de ayer, lo que le confirmaba que en ningún momento regreso a su habitación- ¿no pensaras ir a trabajar, o si?

Andrea: Tengo muchas cosas que hacer, ademas soy la jefa de personal de los empleados así que...

Samuel: Nada, ya le darás indicaciones, pero nada de salir de esta habitación, tu trabajo sera descansar, hasta nuevo aviso –dijo acercándose.

Andrea: Debiste ir a tu habitación, seguro dormiste incomodo –dijo al notarlo un poco exhausto.

Samuel: Quería estar cerca por si algo se te ofrecía, pediré que traigan tu desayuno y llamare a la empresa para hacer mi trabajo desde aquí dijo sosteniendo su mano y Andrea sintió un cosquilleo por todo el cuerpo.

Andrea: No tienes que hacerlo, de verdad, puedes ir a trabajar como todos los días, estaré bien, prometo que no me moveré de aquí.

Samuel: Eso esta muy bien, pero quiero hacerlo, como antes cuando te cuidaba, ¿te acuerdas? –dijo y Andrea asintió con una leve sonrisa- vuelvo mas tarde, iré a darme un baño, ahora mandare a alguien para que te ayude –dijo antes de salir, Andrea suspiro volviendo a mirar hacia el techo.

Mientras salían de su primera clase, Ana y Lina pasaban e receso bajo un árbol, un poco alejadas de todos, Ana le contó lo que le había hecho su madre la noche anterior, y le enseño algunos moretones que tenia en el ante brazo, por eso hoy llevaba ropa mas abrigada que de costumbre.

Lina: Tu madre ya esta cruzando los limites, sabia que era una chantajista, mala madre, de lo peor... pero de ahí que se atreviera a pegarte es demasiado Ana, deberías denunciarla.

Ana: No Lina, si lo hago me mandaran a esos lugares donde llevan los niños y adolescentes sin papas, ademas ya estoy casi cumpliendo mi mayoría de edad, cuando eso pase me ire lejos, comenzare una nueva vida lejos de ella y de todo –dijo con tristeza y amargura.

Lina: Y yo te extrañare mucho amiga –la abrazo para darle fuerzas, sabia que su amiga la necesitaba, y ella estaría ahí siempre para ella.

Volvieron a clases, esta vez tocaba clase de música, otra vez lo vería, desde ayer, a pesar del dolor de los golpes que le proporciono su madre, Ana no podía dejar de pensar en Benjamín, era como su refugio para no pensar en su dolor, pero no podía evitar pensar en otra cosa, solo en el y eso la asustaba. Cuando entraron al salón, Lina se quedo conversando con Benjamín mientras entraban todos los compañeros, hablaba muy agusto con el, incluso sonreían, entonces algo dentro de Ana comenzó a crecer, a desear hacer algo para que no le estuviera sonriendo, pronto se dio cuenta que los ojos de Benjamín miraban hacia ella, aparto la vista fingiendo escribir en su cuaderno, cuando Lina tomo su asiento al lado de ella.

Lina: ¿Ha pasado algo con el profesor y no me has dicho?

Ana: No –no podía decirle lo que paso ayer, su amiga la mataría.