Mundos Opuestos

Capitulo 56.

La felicidad comenzaba a tocar la puerta en las vidas de Ana y Benjamín, la reconciliación en la noche anterior los tenia muy contentos, Ana llevaba una sonrisa muy radiante, se levanto con buen animo para hacer un poco de ejercicio mañanero, y aprovechando que la niña aun no despertaba, ya para la hora de desayunar termino su rutina, y se encontró con su padre que la esperaba sentado en la cabeza del comedor.

Ernesto: Buenos días –frunció el ceño al ver la sonrisa de su hija, tenia un brillo diferente en sus ojos.

Ana: Buenos días papito lindo –le dio un sonoro beso en la mejilla, que lo dejo mas desconcertado todavía, se sentó al lado suyo empezando a servirse en su plato- tengo que desayunar rápido antes que la niña despierte.

Ernesto: No tienes que apresurarte, Amalia tiene quien cuide de ella, desayuna con calma...

Ana: Es que tendremos visita, y quiero que estemos listas para cuando llegue –llevándose un pedazo de fruta a la boca.

Ernesto: ¿Por eso tanta felicidad? Hija... me gustaría que tuvieras cuidado. Na vez ya sufriste, recuerdo muy bien tus llantos cada noche por ese muchacho.

Ana: Lo se papa, pero esta vez es diferente... nos reconciliamos anoche –su padre abrió los ojos como platos- por eso quiero que tu también le des una oportunidad, ¿esta bien? –Ernesto gruño mientras seguía con su desayuno- cuento contigo papa.

Cuando Lina llego a la agencia, le dijeron que alguien había pedido su exclusividad, lo que significa que no podía limpiar otra casa que no fuera la de su cliente exclusivo. Al ver de quien se trataba, intento negarse pero ya la persona había pagado una fuerte cantidad de dinero, y le entregaron su parte.

Lina: ¿Se puede saber por que demonios te metes en mi vida? –dijo enojada entrando al departamento- no tienes derecho a tomar esa decisión, ¿exclusiva para ti? ¡Por favor!

Braulio: Solo quiero que ganes mas dinero, deberías agradecerme, no sabes que hogar te puede tocar, con un asesino, un violador... si solo te toca venir a mi departamento es mas fácil para ti, ¿no crees?

Lina: Lo que creo es que me quieres tener controlada de alguna manera, pero eso no te lo voy a permitir –iba a salir pero este la sujeto del brazo.

Braulio: ¿A dónde crees que vas? –esta se soltó- no es cierto que te quiero tener controlada, es solo que...

Lina: ¿Qué? –se desespero cuando el guardo silencio.

Braulio: Solo me preocupo por ti, se que no has tenido una vida fácil, y tu trabajo no consta de mucha seguridad...

Lina: Por favor.

Braulio: Es la verdad, pero si no me crees anda, vete y descubre lo que te digo por ti misma, solo no olvides que en cualquier momento estarás entrando a casa de un psicópata que intentara propasarse contigo, entonces, te acordaras de mi.

Con lo que le dijo, Lina pensó mejor las cosas, a lo mejor si tiene razón, y lo que mas le convenía era eso, solo que no le gustaba estar tan cerca de el, todavía tenia heridas profundas en su corazón.

Braulio: ¿Qué esperas? –dijo al ver que ella no se movía.

Lina: Esta bien, acepto que tienes razón –el sonrió con satisfacción- pero nada mas, no quiero que te metas en mi vida ni tomes decisiones por mi.

Braulio: No te preocupes, tampoco quiero llevarte la vida –se metió en su habitación y ella comenzó con sus deberes.

Samuel: Andrea –dijo al verla salir del baño- ¿Por qué fuiste sola? Debiste avisarme, así yo te ayudaba –se acerco para ayudarla a caminar.