Mundos Opuestos

Capitulo 51: Soy el culpable.

Después de buscar sus llaves, Samuel se apresuro haca el estacionamiento, tenia un mal presentimiento y no podía dejar de pensar en Andrea. Al llegar frente donde estaban sus vehículos, no vio a Andrea en ninguna parte, algo que le pareció extraño ya que ella misma le había dicho que lo esperaría ahí.

Samuel: ¡Andrea! –grito con todas sus fuerzas tratando que ella lo escuchara y poder recibir una señal de su parte, miraba a todos lados desesperado pero no la encontraba.

Braulio: Samuel –al verlo se acerco a el- ¿Por qué estas así?

Samuel: Braulio... ayúdame a encontrar a Andrea por favor.

Braulio: ¿Qué le paso?

Samuel: No lo se... quedamos en vernos aquí y no esta...

Braulio: ¿la llamaste a su celular? –Samuel saco su teléfono para marcarle, pero estaba apagado.

Samuel: No contesta, iré a buscarla por aquí –de pronto vieron salir de su escondite a un hombre sospechoso- ¿Quién anda ahí? –trataron de seguirlo pero el hombre, al darse cuenta se fue rapidamente- ¡Detente!

Braulio: Samuel, espera –logro detenerlo y ambos miraron hacia el lugar donde había salido, pudiendo distinguir un bulto en el suelo, que mas adelante, a medida que iban acercándose vieron que se trataba de...

Samuel: ¡Andrea! –corrió llegando donde ella estaba, y la imagen frente a sus ojos lo hizo derrumbarse de rodillas frente a ella- ¿Qué te paso? –levanto un poco su cabeza con cuidado, observando algunos golpes en su rostro, salia sangre de su boca y nariz, se preocupo mas en el momento que la vio quejarse mientras tapaba una herida con sus manos- ¿Qué te hizo ese desgraciado?

Braulio: Si, bueno... necesito una ambulancia –escucho la voz de Braulio hablando por su celular. Samuel no sabia que hacer, si la levantaba corría el riesgo de lastimarla mas, a pesar de parecer inconsciente, escuchaba sus quejas de dolor, no hizo otra cosa mas que aferrarse a ella y comenzar a llorar de la impotencia de no haber llegado a tiempo- ya viene en camino una ambulancia... ¿Samuel?

Samuel: Fue mi culpa, no debí dejarla sola –sus lagrimas bajaban sin control, no podía siquiera pensar en perderla, no quería separarse de ella....

Ana acababa de dormir a la bebe cuando una de las empleadas les aviso que tenia vista. Sabia perfectamente quien era, Benjamín le había mandado un mensaje avisándole que quería ver a su hija, por supuesto ella no se negaba a que estuviera cerca de la bebe, y por supuesto de ella. ¿para que seguir negandolo? Quería tenerlo cerca, era un sentimiento involuntario de su parte, cada fibra de su ser reclamaban su cercanía, quería escuchar su voz, verlo con sus propios ojos a cada instante, pero ella misma se había encargado de alejarlo.

Antes de bajar se aseguro de estar bonita para el, el seguramente estará guapo como siempre y ella no quería quedarse atrás. Bajo las escaleras con gran ilusión, cada vez que se acercaba a la sala sentía brinquitos en su pecho su corazón estaba ansioso por verlo, y ahí esta. Vio su figura de espaldas, el quien se deleitaba viendo una foto de ella, acto seguido lanzo un suspiro como los de una mujer enamorada viendo a su príncipe azul frente a ella, la sonrisa de Benjamín la derritió por completo, se clavaban la mirada como esperando quien dice algo primero, hasta que la voz de la señora los hace interrumpir.

Angela: Disculpen –Ana la miro confundida, luego miro a Benjamín quien se alzo de hombros- quise ver a mi nieta y Benjamín me trajo, espero no te moleste...

Ana: Para nada –su gesto hizo que la señora le sonriera- solo que la bebe esta durmiendo ahora, si quiere podemos disfrutar de un te y galletas, ya casi es la hora de alimentarla, no debe tardar –fue a la cocina para ordenar que le trajeran te y galletas, luego regreso donde estaban esperándola ya sentados en cada sillón.

Tomo asiento frente a Benjamín, quien estaba al lado de la señora, lo noto algo nervioso pero después imagino que era parte de su imaginación. Decidió ignorar sus pensamientos cuando les trajeron lo que pidió, empezó una conversación con la señora Angela quien se mostró muy amable y simpática, pero de vez en cuando miraba a Benjamín quien se comportaba muy extraño, como ansioso...

Benjamín: ¿Puedo buscar a la niña? Me pareció escucharla llorar –dijo mostrándose impaciente.

Ana: ¿Qué? Pero yo no... -vio como la señora le hizo un gesto- esta bien, ve por ella –el se apresuro hacia las escaleras- ¿se puede saber que le esta pasando?

Angela: Es simple, quiere dejarnos a solas –tomo el ultimo poco que quedaba en su tasa de te y coloco la tasa junto a las demás- necesito hablar contigo...

Ana: Señora... creo saber por donde va esto, si es lo que pienso déjeme decirle que...

Angela: Mi hijo te ama, a las dos –Ana guardo silencio y se dedico a pensar lo que le decía aquella señora- acepto casarse con Melanie porque lo engañaron, mi hija Samara le hizo creer de una supuesta enfermedad que tengo, el se sintió responsable y por eso accedió.

Ana: Pero, lo de su enfermedad...

Angela: Fue un engaño de mi hija, ella al igual que su padre se han dedicado a hacerle daño de diferentes maneras a Benjamín, pero el sigue conservando su buen corazón –se sentó junto a ella y le tomo de las manos- por favor, te pido que lo perdones, el... el esta sufriendo mucho porque las ama, a t y a la bebe, quiere ser parte de sus vidas, por favor no lo hagas a un lado.

Ana: Señora, yo... no se que decir –bajo la mirada- yo también amo a Benjamín, no puedo dejar de quererlo porque esta muy metido en mi mente y corazón...

Angela: Entonces dale una oportunidad, piénsalo –volvió a su lugar después de notar la presencia de Benjamín acercándose con la niña en brazos.

Benjamín: Esta bebe tiene hambre –fue donde Ana para dejar la niña en sus brazos- la encontré bien despierta en su cuna esperando que fuera por ella –sonrió con ternura, Ana admiraba la forma en que el miraba a su hija, eran ojos de amor y protección, lo que le decía que el haría cualquier cosa por su bebe.

Samuel y Braulio esperaban con impaciencia que el doctor les dijera algo acerca del estado de Andrea, había llegado en mal estado al hospital, al parecer perdió mucha sangre durante el traslado, y era muy probable que necesitara una transfusión de sangre, le preocupaba mucho su herida, y que en ningún momento cobro el conocimiento. Estaba muy frustrado culpándose a si mismo, pudo haber impedido el atentado, por su descuido Andrea estaba en el hospital.

Braulio: Ya le avise al señor Ernesto –le informo.

Samuel: Lo que quiero es que salga alguien a decirme el estado de mi mujer –dijo en voz alta, varias personas lo miraron sin comprender su histeria, estaba desesperado por la salud de Andrea.

Braulio: Te entiendo, pero debemos esperar y confiar, Andrea es una mujer fuerte y...

Samuel: Todo esto es mi culpa, yo debí protegerla y en lugar de eso... ¡Maldición! –grito frustrado jalando los pelos de su cabeza.

Samara: Papa –entro al despacho de su padre quien tomaba una copa de vino sentado en su escritorio.

Sebastian: Ya todo esta listo hija, el plan va de acuerdo a la perfección.

Samara: ¿Estas seguro?

Sebastian: Confía en mi, pronto tendrás a Samuel solo para ti, a el y todo su dinero –Samara dibujo una sonrisa triunfante en su rostro.

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Uff bueno... quería un capitulo mas largo, pero luego me di cuenta que seria demasiado largo y por eso lo dejo hasta aquí, espero les este gustando –se que sufren con Andrea, yo también- pero todo es parte del drama. Muchas gracias por leer, y por esperar hasta que pueda subir, ya pronto estaré mas disponible para ustedes.