Capitlo 67.

3.1K 171 29
                                    


Gracias a las que empezaron a leer mi nueva historia, Mi Dueño, pronto habrán sorpresas así que espero ganar mas lectores.

.........................................


Ana estaba desesperada, el doctor le había dicho que solo estaban haciéndole unos exámenes de rutina, pero tuvieron que pasar toda la noche esperando los resultados. La bebe había podido dormir por alguna horas y Benjamín se veía muy cansado al igual que ella.

Benjamín: No puedo creer que nadie nos diga nada, estoy esperando hace ya muchas horas para saber el estado de la niña –hablaba furioso con las enfermeras.

Ángela: ¡Benjamín! –se acerco a el junto a Sebastián y Ernesto que habían llegado juntos.

Ernesto: ¿Cómo está la niña?

Benjamín: No lo sé... y nadie me dice nada, estoy desesperado –se abrazo a su madre.

Sebastián: Todo estará bien, ya lo veras –puso su mano en el hombro de su hijo.

Ana: Papa –exclamo con felicidad al ver a su padre entrar con los demás.

Ernesto: Hija no te preocupes, ya hable con el doctor y vendrá en unos momentos, ¿esta bien? –ella asintió. Justo en ese momento el doctor entro con los resultados.

Benjamín: Al fin aparece –dijo con tono de ironía y molesto- ¿Qué tiene mi hija doctor? ¿es grave?

Doctor: No –aseguro bajo la atenta mirada de todos- pero si tiene una bacteria en su cuerpo, eso le causa la fiebre y los demás malestares.

Ana: ¿Pero mi bebe estará bien? –pregunto con preocupación.

Doctor: Por supuesto, le recetare una vacuna y con algunos cuidados estará bien, dentro de unos días confirmaremos si está totalmente restablecida –al escuchar eso tanto Benjamín como Ana suspiraron aliviados y se acercaron a la pequeña.

Benjamín: Menos mal princesita, ya nos habías asustado.

Lina despertó feliz después de haberse entregado a Braulio la noche anterior, sentía con mucha fuerza que él era el indicado, y anoche sintió un gran amor de su parte, la quería como ella lo quería, y eso la hacía muy feliz. Se levanto de la cama para entrar a la ducha, sabía que Braulio estaba en la cocina, probablemente preparándole el desayuno, pues llegaba un delicioso olor, pero primero deba bañarse.

Estando en la ducha, mientras el agua caía en su cuerpo ella recordaba las manos de Braulio en su piel, su tacto, su dulzura, su cuerpo estaban impregnados en su piel, echaba la cabeza hacia atrás mientras suspiraba, luego sintió un cuerpo tras ella y luego unas manos que se apoderaron de su cintura, unos labios en su cuello y su cuerpo empezó a reaccionar.

Lina: ¿Qué haces? Me estoy bañando –dijo en tono divertido.

Braulio: Hacerlo bajo la ducha me encantaría, ya te vi suspirando por mi mientras soñabas despierta, ¿Por qué no mejor cumplo tus sueños? Estaré encantado.

Lina: Me encantaría –mordió su labio inferior mientras Braulio continuaba su labor en su cuello, luego la levanto en sus brazos y la puso contra la pared logrando que ella envolviera sus piernas alrededor de su cintura, acto seguido el apoyo su cabeza entre el cuello de ella mientras comenzaba a introducirse en ella, sus movimientos la hacían perder el control, la excitaban demasiado.

Lina: Braulio –dijo su nombre antes de quedar sin fuerzas, ambos respiraban el mismo aire con sus rostros tan cerca, pegados por el agua que se escurría por sus cuerpos, agitados por el esfuerzo pero felices por otra maravillosa entrega.

Mundos OpuestosWhere stories live. Discover now