Capitulo 25: Brindis.

4K 240 35
                                    



Todos los empleados estaban haciendo un excelente trabajo, hoy Samuel recibiría a varios de sus inversionistas en una cena en su casa, y todos se habían esmerado en que quedara perfecto. Andrea como siempre daba las instrucciones al pie de la letra como lo quería Samuel, siempre hacia un trabajo limpio, por eso nunca ha tenido quejas de ella, siempre se encarga de todo sin necesidad que el supervice, por eso Andrea era su empleada de confianza, a la única que le permite inmiscuirse en sus asuntos mas privados, pero hay algo que le estaba robando la paz desde hace algún tiempo...

Andrea ignoraba lo que realmente pasaba por la cabeza de Samuel, este estaba dando vueltas en su cabeza, como aquella vez cuando pronuncio el nombre de Andrea estando en la cama con Samara, no fue casualidad, tampoco por preocupación, era algo mas fuerte, estaba comenzando a invadir su mente hasta descontrolarlo completamente.

Andrea: Samuel –entro al despacho donde el estaba, ya listo para recibir a sus invitados. Vestía un traje negro y corbata, el cabello ligeramente alborotado, pero se veía bastante bien, recientemente se había rasurado por lo que no tenia rastros de barba. Con su mirada profunda y penetrante la miro a los ojos poniéndose de pie para luego acercarse a ella- ya esta todo listo.

Samuel: Aun no –dijo con una leve sonrisa en su rostro. Se aproximo a ella, quien permaneció muda percibiendo su fragancia, esa que siempre le ha gustado y era su olor característico- todavía faltas tu.

Andrea: ¿Yo? –la miro impresionada- pero, yo no...

Samuel: Te mande a preparar un vestido, a estas horas debe estar en tu habitación –sujeto sus manos- necesito que estés conmigo esta noche y no precisamente como empleada, por favor –ella quedo atrapada por la mirada intensa de Samuel que parecia atravesarla y analizar cada uno de sus pensamientos.

Andrea: Prefiero atender a los invitados, nada personal pero mi lugar no esta al lado de ustedes, mi trabajo es servirles –intento apartar sus manos pero este la sujeto mas fuerte, acto que la dejo perpleja.

Samuel: Hoy no estarás trabajando, quiero que estés conmigo como mi acompañante.

Sus palabras la sorprendieron mucho, pero no terminaba de creerle por completo, la ultima vez que la invito a un evento la dejo a un lado por Samara, eso no lo soportaría, no por segunda vez.

Andrea: Lo siento pero no quiero tener que ser ignorada después –esta vez si pudo soltar sus manos, este la miro en el acto algo confundido, pero entendía perfectamente su posición- por eso prefiero estar como siempre lo he hecho, como una empleada mas –dijo antes de dar media vuelta y retirándose del lugar.

Mientras se alejaba, podía sentir como su cuerpo empezaba a relajarse, su respiración comenzaba a normalizarse, cada vez le estaba costando mas ocultar sus sentimientos, y mas el ser indiferente cuando se moría porque el la abrazara, la besara y la mirara con ojos de amor, pero eso no le pertenecía a ella.

Subio a su habitación para buscar aquel vestido, lo vio tendido en la cama, era color rojo vino, inmediatamente se imagino con el puesto, bajando por las escaleras del brazo de Samuel mientras todos los miraban con admiración. Volviendo a la realidad, se acerco al vestido tomándolo entre sus manos y se lo puso por encima, era exactamente su medida y definitivamente Samuel tenia buen gusto, si otras fueran las circunstancias, si Samuel se hubiera enamorado de ella las cosas hoy serian muy diferentes, a lo mejor otra fuera la historia.

Ana: Mi amor, hoy no puedo salir contigo, el señor Samuel me pidió expresamente que me quedara hoy, ya mañana tendre el día libre para ti –dijo hablando por su celular con su novio.

Mundos OpuestosWhere stories live. Discover now