Captulo 34: Ya no me ama.

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Andrea estaba con los nervios de punta, caminaba de un lado a otro y revisaba su maquillaje cada diez segundos, sentía el palpitar de su corazón en la boca mientras los segundos iban corriendo aproximándose al momento. Rabia deseado este momento, incluso planeado lo que le iba a decir cuando lo tuviera en frente pero todo eso se le olvido completamente, como si toda la información se le hubiera borrado de la memoria.

Ana: Estarás bien –sonrió aproximándose a ella- recuerda por que estas aquí, mi papa y yo confiamos plenamente en ti.

Andrea: me va a odiar –se dio la vuelta sacando nuevamente el espejo para volver a retocarse el maquillaje, Ana sonriendo le arrebata el espejo de las manos- ¡Hey!

Ana: Estas hermosa, deja de retocar tanto el maquillaje o lo puedes arruinar. Estas bien, te aseguro que lo impresionaras –guiñándole el ojo y esta frunció el ceño.

Andrea: Yo no lo quiero impresionar –Ana soltó una carcajada- en serio –seguía riendo a carcajadas mientras Andrea la miro incomoda cuando sus mejillas comenzaron a arder.

Ana: Anda, mi papa te esa esperando –llevándola hasta la puerta- todo estará bien, no te preocupes. Esta pequeña y yo los esperaremos en la oficina –puso una mano en su panza y se fue a donde había indicado.

Suspiro para calmar sus nervios mientras estaba detrás de la puerta escuchando la conversación, al oír su voz, inmediatamente provoco que se le erizara la piel por completo, sentía que ya no tenia dominio de si misma para mover su cuerpo, 'como es posible que siga teniendo ese poder en ella aun después de tantos meses?

Suspiro nuevamente jurándose a si misma que daría lo mejor, demostraría que ya no es aquella muchacha perdidamente enamorada de el que se condenaba a sufrir por amor, la seguridad se empezaba a mostrar reflejado en su rostro al tiempo que empezaba a recordar lo que debía decir exactamente. Justo en ese momento el señor Ernesto se asomo indicándole que entrara, así lo hizo, con la frente en alto se dispuso a entrar. Conforme avanzaba, sentía como la mirada de todos los presentes se fijaban en ella, estaba tratando de controlarse, de mostrarse fuerte como se prometió hace unos segundos, no bajaría la guardia, estaba decidida, solo pedía a Dios no caer desarmada cuando se encuentre frente a frente con el.

Busco su mirada entre las personas, sabia que estaba allí, escucho su voz hace un momento antes de entrar, sus ojos lo buscaban con detenimientos hasta encontrarse con su mirada impresionada al verlo.

Samuel: ¿Tu? –dijo impresionado, quedando con la boca abierta al tenerla de frente nuevamente- ¿Andrea? –en ese instante se detuvo el tiempo para los dos, ignorando a las demás personas, solo se dedicaron a observarse profundamente.

Samuel había cambiado mucho, ahora tenia barba donde anteriormente siempre se la quitaba, su rostros se reflejaba cansado, con ojeras muy pronunciadas, había algo en su mirada, algo nuevo para ella muy distinto, pero que a pesar de todo le gustaba.

Andrea estaba frente a el, se veía muy cambiada, vestía mas formal y con maquillaje, no muy extravagante pero la hacia lucir mas hermosa. Lo ha dejado impresionado la presencia de aquella mujer, tanto que no podía desviar su mirada, aun cuando todos tomaron asiento, este no podía dejar de ver esos ojos, parecía como si estuviera atrapado en su mirada...

Braulio: Samuel, ¿puedes tomar asiento? –este asintió tomando de nuevo su lugar, por primera vez Andrea desvió su mirada, aunque sin dejar de sentir aquella tensión que le provocaba Samuel, quien la miraba sin disimular.

Durante el resto de la reunión, los únicos que tuvieron participación fueron Braulio y Ernesto, los demás solo hablaban para expresar que les parecía bien la propuesta, Andrea también solo comento una vez apoyada por el señor Ernesto, si iba a ser la nueva presidenta debía ganarse la confianza de los socios y demostrar que estaba apta para el cargo. En cambio Samuel permaneció en silencio, algo que llamo la atención de muchos, antes de que Andrea entrara le ponía objeción a su destitucion del cargo de presidente por ser su empresa, pero ahora, solo permanecía callado mientras los demás tomaban las decisiones ya planteadas.

Mundos OpuestosWhere stories live. Discover now