Mundos Opuestos

Capitulo 11: En problemas.

Arriesgando todo lo que había conseguido hasta ahora con ella, Benjamín no lo pensó dos veces para atrapar sus labios, de una manera sutil y delicada, con una suavidad y ternura como si ella fuera tan frágil, y el seria incapaz de romperla. Ana comenzó a corresponderle al beso cuando empezó a sentir esa sensación en el estomago, las famosas ''maripositas'' ahora comprobaba que era verdad cuando las personas se enamoraban y hablaban de las maripositas, Benjamín robo sus sueños en mas de una noche, y ahora comprendía la razón.

Cuando Benjamín sujeto el cuello de Ana para pegarla mas a su cuerpo, profundizaron el beso, que subió su intensidad, lo que provoco que se les gastara el aire de sus pulmones y tuvieron que detener el beso, aunque en verdad no querían. Abriendo sus ojos lentamente, Ana se encontró con la mirada profunda y llena de pasión de Benjamín, este tenia su frente pegada a la de ella, su respiraciones chocaban por lo cerca que estaban sus rostros, sus labios casi juntos nuevamente, el sonrió acariciando su mejilla, pero ella se quedo estupefacta, sin habla ante lo que acababa de ocurrir, quería hablar pero no podía, sus nervios la traicionaban, solo reacciono en el momento que escucharon la voz de su amiga...

Lina: Ana –dijo mientras se acercaba a ellos. Ana y Benjamín se separaron rápidamente, cuando Lina llego, los miro algo extraños- ¿interrumpo?

Benjamín: Este... no, ya terminamos de hablar –dijo mirando a Ana quien no dijo un palabra pero si trato de sonreír, obvio mirando a su amiga.

Lina: Entonces nos vamos, mama nos esta esperando –sujeto la mano de su amiga- hasta el lunes, profesor –dijo refiriéndose a que era viernes, y no volverían a verse hasta el lunes.

Benjamín se quedo mirando como ellas se alejaban, toco sus labios aun sintiendo la presión de sus labios juntos, era la sensación mas increíble que había vivido.

Andrea terminaba de arreglarse, colocándose los pendientes y el collar que se había comprado para la ocasión, llevaba puesto un vestido azul, largo y muy fino que Samuel le mando y no pudo oponerse a usarlo, esto de acompañar a Samuel a ese evento no lo había pensado de esta manera, pero si quería ir con el debía lucir acorde, y Samuel era un hombre de negocios muy importante. Bajando las escaleras, vio a Samuel de espaldas, este llevaba un traje negro, cuando se volteo miro su corbata azul, del mismo tono que su vestido, lo aprecio mientras bajaba y se colocaba rente a el.

Andrea: ¿Nos vamos? –pregunto esperando que dijera algo, Samuel se había quedado mirándola y eso la estaba poniendo nerviosa.

Samuel: Si vamos –le ofreció su brazo y ella lo tomo sin pensar- te ves... espectacular –sonrió.

Andrea: Gracias –dijo mientras ambos caminaban. Llegaron a su coche y el amablemente la condujo abriéndole la puerta de copiloto, el siempre ha sido un caballero, y luego entro a su lado para encender el vehículo.

Samuel: En el evento, me gustaría que permanecieras a mi lado, ¿esta bien? –dijo sujetando su mano y ella asintió mirando hacia el otro lado, no quería que notara sus mejillas de todos los colores, el encendió el vehículo y comenzó a conducir.

Después de terminarse la actividad de las madres, Benjamín regreso a casa, aun tenia la mente puesta en Ana, y en el beso que le dio, o mejor dicho le robo. Aun sentía la suavidad y la calidez de sus labios, se imaginaba aun besándola, absorbiendo toda su esencia, no se arrepentía de ello, y si tuviera de nuevo la oportunidad lo volvería a hacer...

####: Hasta que por fin llegas, me tenias esperando casi dos horas –dijo una voz muy familiar para Benjamín después que este entrara a la casa.