Mundos Opuestos

Capitulo 58: Comienzan a mejorar las cosas.

Andrea se sentía culpable de haberse portado tan distante con Samuel, en ocasiones hasta borde, y el no se lo merecía, no cuando todo el tiempo se preocupa por ella. Se coloco unos pantalones vaqueros y una camisa azul ajustada, tenia planes de disculparse con Samuel, a lo mejor una salida la ayudaría a compensar un poco su actitud hacia el.

Se dirigió hacia el despacho de Samuel, seguramente estaría ahí, iba tan contenta pero sobre todo nerviosa, buscaba las palabras adecuadas para decirle, si debía empezar con invitarlo a salir, o primero por las disculpas, entre esos pensamientos vio la puerta del despacho abierta, algo dentro de ella se revolvió llenándola de ira, dejándose llevar por sus instintos se aproximo rápidamente hasta colocarse justo detrás de ella, la tomo por el cabello y con todas sus fuerzas jalo hacia atrás consiguiendo separarla de el.

Andrea ¡Aléjate de el, zorra! –fueron sus palabras al instante de colocarse al costado de Samuel, el olor a alcohol que desprendía el aliento de Samuel llego hasta sus fosas nasales- ¿Cómo puedes meterte con un hombre borracho? ¡Claro! Como sobrio no te hará ni caso.

Samara: No estés tan segura de ello –Andrea, llena de furia se acerco estampandole su mano en la mejilla de ella con un fuerte golpe- te duele que te digan la verdad –apareció una sonrisa en su rostro.

Andrea: No me provoques, no sabes lo que soy capaz de hacer por el, si antes me hice a un lado fue porque entendía que el te quería, pero ya veo como son las cosas y no conseguirás alejarme de el –aseguro con su frente en alto, se puso frente a Samuel- aun con todo lo que inventes no sera suficiente para separarnos.

Samara: Eso ya lo veremos –se incorporo- esta me las pagas –la mirada de Andrea estaba puesta en Samara hasta que esta abandono el despacho.

Andrea: Mira nada mas –sostuvo a Samuel que por la borrachera no podía mantenerse en pie- vamos Samuel, te llevare arriba –camino con el.

Samuel: Andrea, Andrea –la llamaba repetidas veces.

Andrea: Estoy aquí, prometo no apartarme de ti.

Al día siguiente, Samuel despertó con un insoportable dolor de cabeza gracias a la borrachera del día anterior, no tenia noción de cuanto tiempo había dormido, tampoco de la hora, se levanto para ir al baño, cuando logro abrir bien los ojos se dio cuenta que estaba en su habitación, pero no en la que estaba durmiendo, sino en la suya, la que le había dejado a Andrea por el tiempo de su recuperación.

Andrea: Por fin despertaste –entro trayendo consigo parte de la ropa de Samuel- ayer te diste un borrachera, ¿Cómo estas? –empezó a acomodar la ropa en el armario.

Samuel: Eh... bien –frunció el ceño, definitivamente algo estaba pasando y el estaba sin enterarse.

Andrea: No veo la necesidad de que sigas durmiendo en otra habitación, si esta es la tuya. Por cierto, el desayuno ya esta listo.

Samuel: ¿pero tu?

Andrea: Yo dormiré en la habitación de al lado, si es que todavía quieres que vivamos juntos.

Samuel: Andrea...

Andrea: Se que no me he portado bien contigo en los últimos días, no se me hace justo que te obligue a dormir conmigo, aunque te prometo que cambiare –sus ojos comenzaron a picar- te amo y no quiero perderte, por favor perdóname –lo abrazo- estaba tan ocupada en mi que no me di cuenta que también estabas sufriendo, eso no es justo Samuel.

Samuel: Lo que no me parece justo –levanto su rostro- es que llores –limpio sus lagrimas- te amo Andrea y no quiero verte sufrir.

Andrea: Esta vez me lo merezco, no fui justa contigo y tu siempre tratando de cuidarme, te alejaba de mi cada vez, incluso seria mejor que me vaya...