Mundos Opuestos

Capitulo 18

A la mañana siguiente, Andrea se despertó cuando el sol empezaba a colarse por la ventana, aun no quería levantarse, así que duro un buen rato hasta que escucho a Braulio llamar a la puerta.

Braulio: Andrea, el desayuno esta listo –dijo después de tocar la puerta.

Andrea: Voy en un momento –respondió sin abrirle, se levanto de la cama, se lavo los dientes y se puso una camisa encima para tapar su cuerpo, ya que no tenia ropa de ella, tenia que cubrirse con ropa de el.

Acepto quedarse en su apartamento solo porque no llevaba mucho dinero y las habitaciones de hotel estaban muy caras, y por supuesto Braulio le presto su habitación y el durmió en el sofá, ella no quiso incomodarlo pero Braulio fue mas insistente y no le quedo de otra.

Braulio: ¿Dormiste bien? –pregunto cuando ella salio de la habitación, el le servia un jugo y le puso su desayuno en un lado de la mesa que preparo para ella- espero te guste.

Andrea: Gracias –los dos comenzaron a desayunar en silencio hasta que el hablo.

Braulio: No soy muy buen cocinero, solo espero que te guste –dijo sonriendo mientras ella comía de su desayuno y bebía un poco de jugo.

Andrea: ¡Esta buenísimo! –exclamo con agrado- solo el jugo algo desabrido pero todo esta delicioso –el soltó una carcajada.

Braulio: Hubieras comenzado por ahí... no consumo mucha azúcar por ordenes del doctor, pero si quieres puedo buscar algo de azúcar y lo endulzas –dijo levantándose, en ese momento sonó el timbre.

Andrea: No te preocupes, yo ire a la cocina, tu ve a atender la puerta –cogio su vaso de jugo y se dirigio a la cocina, mientras el fue a abrir la puerta.

Samara: Se puede saber, ¿Por qué demonios tuviste que aparecerte en el mismo restaurante donde estaba con mi novio? ¡Y con esa empleada! –dijo enojada mientras entraba al departamento antes que este pudiera decir algo.

Braulio: Samara, ¿Qué haces aquí? –reclamo bajito para no ser escuchado, pero ella subió el tono de voz.

Samara: Puedes creer que Samuel no quiso salir después por ir a buscar a esa... ¿como es que se llama? Andrea...

Braulio: Puedes callarte...

Andrea: ¿Qué pasa, Braulio? –dijo llegando donde estaban, sin saber lo que estaba pasando. Samara dio media vuelta para encontrarse con ella, observando su vestimenta, muy comprometedora por cierto, ella traía una camisa de Braulio y podía mal interpretarse la situación- ¿Qué hace esta mujer aquí?

Samara: Ah, es que ya entiendo, querido Braulio ¿Por qué no me dijiste antes? Si somos amigos no...

Braulio: Samara, las cosas no son como parecen, Andrea...

Samara: No te preocupes, me voy, los dejo en lo que estaban, solos... -dijo sin mas se fue del lugar.

Ana llego a la escuela como todos los días, solo había algo diferente en ella, una envidiable sonrisa. El día anterior parecía un sueño hecho realidad, un sueño del que no quería despertar jamas, era su novio, su profesor de música, al fin era de ella, suspiraba mientras feliz se dirigía hacia el salón de música, quería verlo antes que comenzaran las clases, y sin equivocarse ahí lo encontró tocando una melodía en el piano.

Ana: ¿Podrías ser mas perfecto? –pregunto sonriendo mientras el la miro dejando de tocar la melodía y se acerco a ella- creo que es imposible.

Benjamín: Buenos días, novia –dijo rodeando sus manos en su cintura y acercándose a besarla, pero ella lo evito.

Ana: Este no es un buen lugar, recuerda que podrían encontrarnos, a ti te quitan el trabajo y de paso me echan de la escuela...