Mundos Opuestos

Capitulo 31: Desilusión, decisión...

Tanto Andrea como Lina esperaban una respuesta de Ana, mientras esta las miraba seria, pronto las lagrimas invadieron sus ojos empezando a picar, inmediatamente se lanzaron a abrazarla imaginándose ya cual era el resultado.

Lina: No te preocupes amiga, estamos aquí para ayudarte siempre, ¿esta bien?

Andrea: Un hijo siempre sera una bendición, sea cual fuera la circunstancias, todo estará bien, ya veras.

A pesar de las palabras de sus amigas, Ana sentía algo en su pecho, algo así como un mal presentimiento de que todo podría ir mal, tenia mucho miedo por Benjamín, no sabia como tomara la noticia, sobre todo por su futuro, este bebe vendría a cambiarlo todo en sus vidas.

Llegando a casa, Benjamín se dispuso a hablar seriamente con su hermana, no podía permitir que sigan pasando esas cosas, que ella quiera imponerse de esa manera en su vida, eso no lo permitiría, no por encima de sus sueños de ser un gran músico. Estaba decidido, hablaría con ella para dejar las cosas claras, pero cuan grande fue su sorpresa al encontrar que no estaba sola en el salón de la casa.

Benjamin: ¿Papa? ¿Mama? –lo que le faltaba, Samara lo miro con una sonrisa que le provoco mas enojo, ella sabia de todo esto, se estaba burlando de el...

Angela: Hijo, bienvenido a casa –su madre se levanto para besar la mejilla de su hijo, era una mujer elegante, muy bondadosa, le enseño buenos valores tanto a el como a Samara, pero el problema era su padre.

Sebastian: Ya me contó Samara que vas a dedicarte al negocio de la familia, por fin dejaste de jugar con tu guitarra –el padre era un hombre muy estricto, le gustaba imponerse aun en contra de la voluntad de sus hijos, no tenia problemas con Samara, siempre fue su consentida, pero nunca apoyo a Benjamín con sus sueños de ser un gran músico.

Angela: Cariño, deja que el niño se siente, debe venir muy cansado –miro a su hijo con una sonrisa- ven mi amor, vamos a comer juntos –le sostuvo la mano pero este se soltó de inmediato.

Benjamín: Me imagino que tu los llamaste ¿no? –miro a su hermana que tomaba de una copa, Melanie quien se había mantenido al margen observo la situación dándose cuenta de inmediato que algo había hecho Samara- pero no les daré el gusto, no dejare mi sueño solo porque tu o papa así lo quieran.

Sebastian: Benjamín, por lo visto no entiendes como son las cosas, esto no es por gusto, es porque tienes que hacerlo –le puso una mano en el hombro- tienes que hacerte cargo de los negocios familiares, de aquí a unos años te casaras –mirando a Melanie, Benjamín lo entendió todo, no solo era lo del trabajo, también le había contado de su relación con Ana, eso no lo permitiría, no la alejarían de ella.

Benjamín: Por supuesto me casare, con mi novia, no con Melanie –clavando la mirada en su hermana- no decidiran por mis decisiones mas importantes, no estoy dispuesto a renunciar.

Samara: Es por esa muchacha papa, ella le llena la cabeza a mi hermano, y como es tan ingenuo le cree, si le dijera que se dejara caer de un precipicio lo haría.

Benjamín: Tienes razón...

Samara: Ya vez... no tienes personalidad.

Benjamín: ¡La que no tienes personalidad eres tu! Siempre quieres que las cosas se hagan a tu modo, en cambio Ana nunca haría las cosas así, siempre tomaría en cuenta lo que quiero, por eso haria sin pensar todo lo que ella me diga, y porque la amo.

Sebastian: ¿Quién es esa Ana?

Samara: Es la muchacha por la que quiere cambiar a Melanie, que por cierto es una empleada en casa de Samuel, muy corriente por cierto...