Capitulo 23.

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Samuel llego a casa de Samara en compañía de Braulio que lo siguió en su casa, en seguida una empleada les abrió la puerta y les contó como iba la situación. Al parecer Samara se encerró en su habitación desde el día anterior, no salio a cenar, y tampoco desayuno, y cuando las empleadas le preguntaban algo solo gritaba que las dejara sola. Samuel se dirigió hacia la habitación de Samara acompañado por unas cuantas empleadas mas y Braulio, encontraron algunos empleados frente a la puerta que estaban intentando abrirla sin ningún éxito.

Samuel: Samara, ábreme la puerta –toco desesperadamente, algunos empleados se marcharon y otros permanecieron allí- ya estoy aquí mi amor, abre la puerta...

Samara: ¡Déjenme en paz!c-grito desde adentro sin abrir la puerta.

Braulio: No nos abrirá la puerta, ya sabes lo obstinada que es.

####: Aquí esta, por fin la encontré –dijo una empleada trayendo en sus manos unas llaves- la llave de la puerta, al fin la tengo... -Samuel prácticamente se la arrebato de sus manos e intento abrir la puerta, esta vez si lo consiguió con facilidad.

Samuel: Samara –dijo mientras observaba la habitación a oscuras, con las ventanas cerradas, la pudo ver debajo de sus sabanas sobre la cama y se acerco quitandosela de encima- Samara, ¿Por qué te encerraste de esa manera?

Samara: Dejenos a solas –dijo mirando a todos los que habían entrado junto con Samuel- no debiste venir, ya tienes a Andrea, así que ya no importo...

Samuel: No digas eso –dijo tomando su rostro- Andrea es importante para mi, pero sabes que a ti te amo –intento besarla pero ella no se lo permitió.

Samara: Eres un mentiroso, pensé que eras diferente pero tu... tu... te odio Samuel –cogió una almohada para pegarle.

Samuel: Ya basta Samara –le quito la almohada- hay gente que esta preocupada por ti, y tu te das el lujo de encerrarte, no lo vuelvas a hacer.

Samara: A nadie le importo, ya ves, ni mi hermano esta aquí, ¿Dónde esta? Quien sabe, todos se alejan de mi, así que quiero que me dejen sola, ¡vete Samuel!

Samuel: Pues no me voy, aquí me quedo –dijo sentándose frente a ella, estaba decidido a no moverse de ahí.

Andrea se encontraba caminando por todas partes, desde que Samuel y Braulio se fueron a casa de Samara, se encontraba inquieta, no podía dejar de imaginarse la cara de Samuel preocupado por su novia, sentía envidia de ello, siempre Samara por encima de todo, ya estaba comenzando a no soportarlo... Fue a la cocina por un te, si estaba nerviosa por lo que pudiera estar pasando, no podía dejar de imaginarse a Samuel, y la cara de Samara al verlo junto a ella.

Ana: Andrea –dijo a sus espaldas, esta se volteo para verla de frente- ¿Cómo están? Benjamín recibio una llamada, parece que su hermana no esta bien, ¿anda algo mal?

Andrea: No lo se, Samuel salio hace un rato con Braulio, también lo llamaron.

Ana: ¿Te pasa algo? –pregunto al ver la expresión de su rostro, ella sacudió negando con la cabeza.

Andrea: Nada, no creo que le pase nada, aquí entre nosotras, Samura es muy exagerada, haría lo que fuera por llamar la atención de Samuel, no la conoces.

Ana: ¿Samura? –pregunto divertida al percatarse que la había llamado así.

Andrea: Si, Samura, Samara como sea, no me extrañaría que estuviera fingiendo para captar atención, es que ella es así, esta acostumbrada a que todo gire en su entorno...

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