Mundos Opuestos

Capitulo 78.

Por más que intentara hacerse la fuerte, ver a su madre llorar le esta afectando mucho a Ana, el hecho de que lo hiciera Justo en ese momento cuando nunca la había visto derramar una sola lágrima era algo que la desconcertaba demasiado

Ana: que quieres? -preguntó despectivamente-

Leonor: ana... yo... perdóname -soltó luego de un prolongado sollozo-

Ana: que?! Como te atreves a aparecerte aquí como si nada a pedir perdón! Se está escuchando -escupió con rencor-

Leonor: perdóname -repitió- yo me equivoqué tanto

Ana: y por esa equivocación hiciste toda mi vida miserable

Leonor: se que no lo merezco, que merezco todo esto odio que puedo ver en tus ojos, pero por favor trata de entenderme, yo...

Una risa irónica retumbó en la habitación, como se atrevia a pedir que la entendiera

Ana: no lo puedo creer... te haz puesto a pensar todas las veces que necesite que tú me entendiera, todas las veces que espere de ti un consejo, un abrazo o un simple te quiero? Tienes la cantidad de veces que solo que con un día todo ese desprecio que me exponía algún día se convirtiera en algún gesto de cariño, tienes acaso una idea de todo lo que sufrí viviendo lejos de mi padre y con una madre que parecía todos menos mi madre, no señora, no tiene ni la más mínima idea de todo lo que sentía, no venga ahora a pedirme que te entienda

Leonor: lo siento tanto, no supe valorar el tesoro que tenía conmigo, no supe cuidarte y ahora ya te perdí, a ti, a mi nieta. Perdóname cielo-repitió esta vez intentando acercarse, pero Ana solo se alejó- trata de ponerte en mi lugar como madre..

Ana: no es lo mismo, yo a mi hija si procuraré darle todo el amor que necesite, yo si pretendo ser una buena madre.

Leonor: Por favor hija, Perdóname, no sabes como me arrepiento de no haber estado contigo en los momentos difíciles, cuando llorabas y necesitabas de un abrazo- decía mientras caminaba despacio hacia Ana.- Cuando estuviste enferma. Cuando sólo necesitabas que te escuchara.- Decía llorando desconsolada y de repente se arrodilló frente a ella, dejando sorprendida a Ana.- Perdóname hija, yo te amo mi niña- Decía mientras abrazaba las piernas de Ana y ella estaba en shock.

Ana: No por favor, no hagas eso- Dijo mientras la ayudaba a levantarse, y Leonor la abrazo con todas sus fuerzas. Por un momento Ana trató de alejarse, pero a quien iba a engañar, deseo tanto alguna vez que su madre la abrazara como lo estaba haciendo ahora, y se dejó llevar levantando sus manos se unió a aquel abrazo de amor madre-hija que tanto soñó.

No podían decir que después de esto habría una relación madre e hija, pero si que tratarían de dejar atrás el pasado para sanar las heridas y tenerse la una a la otra, a lo mejor en algún futuro podrían tratarse como madre e hija. Por lo pronto, el tiempo fue pasando acercándose el día de la boda de Ana y Benjamín, la habían aplazado mucho por los compromisos de Benjamín en su carrera artística, pero ya era tiempo de unir sus vidas, no esperarían un día mas.

Solo que antes de eso, Benjamín tenia que cerrar un capitulo en su vida, su hermana había mandado a buscarlo y este accedió a verla, a lo mejor ella no lo merecía, pero el quería que supiera que no le guarda ningún rencor.

Cuando atravesó la puerta donde las presas recibían a sus visitantes, una oficial le indico donde debía esperarla, y varios minutos después la vio acercarse a el. Su hermana estaba irreconocible, no solo por la quemadura que ya tenia, sino por varias marcas que sobresalían en su piel.