Capitulo 60.

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Andrea despertó con un delicioso olor entre sus fosas nasales, aspiro profundamente el aroma empezando a estirar sus músculos, se sentía bien, amada sobretodo. Y ese hombre maravilloso que haba estado amándola la noche anterior, estaba justo frente a ella con una bandeja con comida, se sentó en la cama acercandoce a ella con una sonrisa encantadora.

Samuel: Buenos días mi amor –dejo un casto beso sobre los labios de su amada quien se sentía maravillada.

Andrea: Samuel, me vas a mal acostumbrar trayendo el desayuno a la cama –tomo un pedazo de fruta con el tenedor llevándoselo a la boca.

Samuel: Puedo hacerlo todos los días a partir de ahora, y tu me pagas con besos –la beso- deliciosos besos... oye amor, estuve pensando seriamente una cosa –Andrea lo miro con curiosidad mientras bebía jugo- ¿Por qué no tenemos un hijo? –Andrea escupió el jugo por la sorpresa- ¿estas bien?

Andrea: Samuel, ¿Cómo que quieres un hijo?

Samuel: Bueno si, yo soy muy feliz contigo... pero me gustaría un hijo y ser mas feliz, siempre he tenido la ilusión de ser padre, y quien mejor que tu la mujer de mi vida, para ser la madre de mi hijo.

Andrea: ¿No crees que vamos muy rápido? A penas hemos comenzado nuestra relación –Samuel comenzó a hacerle puchero- no me mires así, sabes que te amo y... ¿sabes que? Muero por tener un hijo tuyo –sintió los labios de Samuel sobre los suyos.

Samuel: ¿Qué tal si comenzamos ahora a hacer la tarea?

Andrea: Samuel, tenemos que darnos prisa, recuerda que hoy es el bautizo de Amalia, tu y yo somos los padrinos –Samuel estaba muy concentrado besando el cuerpo de aquella mujer que lo volvía loco.

Samuel: Es temprano todavía, podemos hacerlo rápido –la recostó en la cama haciendo la bandeja del desayuno a un lado, terminando de convencerla para hacer el amor.

Ana estaba terminando de arreglarse para el evento, Benjamín le envió un mensaje diciéndole que llegarían a casa de Samuel, allí se daría el bautizo de Amalia y la fiesta por ser mas grande el jardín, ella llegaría con su padre y la niña a la hora acordada para la ceremonia, hoy por fin su bebe tendrá la bendición de Dios.

Ana: Pero mira nada mas que muñeca mas hermosa –dijo recibiendo a la bebe que se la había traído la niñera ya cambiada con su vestido blanco- hoy es el gran día princesa –bajo con la niña después de darle indicaciones a la niñera.

Ernesto: ¿Listas mis dos princesas? –pregunto al pie de las escaleras donde las esperaba.

Ana: ¡Listas! ¿Qué te parece? Amalia es toda una princesita –el señor Ernesto asintió mientras ambos salían rumbo a la casa de Samuel.

Benjamín ya estaba en el lugar que prepararon para el bautizo de Amalia, todo estaba perfectamente organizado, solo esperaba la llegada de Ana con la niña quien ya le aviso que iba de camino con su padre. Estaba junto a Braulio cuando vieron salir a Andrea y Samuel quienes empezaron a saludar.

Benjamín: ¿Y ustedes donde estaban? La actividad en su propia casa y nadie sabia de ustedes.

Samuel: Solo estábamos en una escapadita los dos so... -se detuvo cuando el codo de Andrea impacto en su estomago- nos estábamos arreglando para la actividad, ¿verdad mi amor? –abrazo a Andrea por la cintura.

Andrea: Claro –beso dulcemente sus labios- ¿Dónde esta Ana con mi ahijada?

Braulio: Parece que ya llegaron –miraron el auto del señor Ernesto que acababa de entrar. De el bajo Ana quien camino hacia ellos en cuanto los vio.

Mundos OpuestosWhere stories live. Discover now