Capitulo 48: Confesión.

3.6K 222 32
                                    


Llegando al hospital, Andrea y Samuel tomaron las cosas de Ana y la bebe para llevárselas, iban subiendo en el ascensor . En el momento que las puertas se abrieron, Andrea pudo ver a Samara de espalda. ¿Qué hace ella aquí? –se pregunto al tiempo que Samuel abandonaba el elevado sin percatarse de su presencia.

Samuel: No te quedes atrás –dijo sonriendo, Andrea se acerco a el sosteniéndolo del brazo, en ese momento se dio cuenta de la presencia de Samara cuando ella los miro- ya se que te pasa... en serio no te preocupes, ella no me importa para nada.

Andrea: Yo... -desvió su vista no encontrando que decir. Samuel busco su mirada, cuando la encontró acerco su rostro para besarla.

Samuel: Eres la única mujer que me importa ahora –volvió a besarla transmitiéndole mas confianza.

Cando se separaron del beso, ella se sujeto del brazo de Samuel mientras caminaban, la mirada de Samara estaba sobre ellos ardiendo de coraje, mientras Andrea había recuperado su confianza y podía enfrentar su mirada, le sonreía con burla, y para cerrar con broche de oro, se detuvieron justo frente a ella y lo beso rápidamente sobre los labios.

Samara: Se ve que no pierden el tiempo –se acerco a ellos dedicándoles una mirada llena de odio, lista para empezar a sembrar cizaña- no hace mucho decías que me amabas –mirando a Samuel- y ahora resulta que estas con... ella –miro a Andrea con desprecio- siendo tu no le creería mucho, conmigo juraba amarme, me lo decía a cada momento, mas cuando hacíamos el amor –Andrea trato de no hacer ningún tipo de gesto para que no notara que le afectaba- y míralo ahora tras de ti, a lo mejor cuando se canse de ti, se enamora de otra –le guiño un ojo.

Angela: Samara –se acerco con una tasa de café en sus manos- ¿se puede saber que haces todavía aquí?

Samara: Ya me voy mama, entrégale esto a mi sobrinita –le dedico la sonrisa mas fingida que pudo sacar y miro a Samuel a propósito haciendo que este desviara su vista y le sonrió a Andrea antes de desaparecer.

Samuel: No le vas a creer, ¿verdad? –pregunto viendo como esta no decía nada, suspiro- sabes que, ya no hablare mas, a partir de ahora te demostrare las cosas, ¿esta bien?

Andrea: Solo quiero que me ames, eso es todo –dijo sin mirarlo para después dirigirse a la habitación donde estaba Ana. Al entrar se encontró con Benjamín, tenia la bebe en sus brazos mientras le decía cosas bonitas y le dedicaba una mirada llena de ilusión. Observo a Ana dándose cuenta que estaba durmiendo- ¿Cómo están? –dejo las cosas sobre una mesita.

Benjamín: Esta princesita, bien, muy bien-dijo con la sonrisa mas amplia, estaba embobado con su bebe- acércate Andrea, ven a conocer a la princesita de papa.

Andrea se acerco a pasos lentos mientras Samuel la observaba desde el marco de la puerta, al estar al lado de Benjamín y poder apreciar la bebe, sus ojos se iluminaron, en seguida se aguaron de la emoción, habían sido tantos meses esperando su nacimiento, guardando cada detalle para que cuando naciera, encontrara personas que la amen y cuiden de ella.

Andrea: Es hermosa –sonrió tomando una de sus manitos, la bebe permanecía con los ojos cerrados, su cabeza estaba tapada con un gorrito color rosa a juego con el conjunto y la manta que la cubrían.

Benjamín: ¿Quieres cargarla? –Andrea negó al instante.

Ana: Anda, Andrea, eres la tia puedes cargarla –se dio cuenta que Ana había despertado y la miraba con una sonrisa.

Andrea accedió cargar a la bebe, Benjamín se la dio con mucho cuidado, inmediatamente sintió una sensación indescriptible, era un ser tan pequeño e indefenso, le entraba la necesidad de cubrirla para protegerla, de querer siempre que este bien. La nena empezó a removerse en sus brazos, ella hizo un gesto de horror al pensar que pueda empezar a llorar.

Mundos OpuestosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora