Bryaxis

372 35 5
                                    

Se despertó agitada, creyendo que aún seguía en el bosque prohibido, pero luego vio unos ojos en medio de la oscuridad, unos ojos oscuros que la regresaron a la realidad.

– Creo que estabas teniendo una pesadilla. – Le habló Cal mientras le quitaba los cabellos de la cara.

El contacto casi dolió. Su primera reacción fue saltar de la cama, mantener la distancia entre ellos dos. No olvidaría lo que había visto, no, jamás lo haría.

Cal quiso casarse con Astrid.

– ¿Pasa algo? – preguntó Cal algo confundido y Tessrin tuvo que tomar toda la fuerza de voluntad que tenia para no volver a gritarle. Hacerlo solo demostraría que había hurgado en sus recuerdos y él jamás tenia que enterarse de eso. Negó con la cabeza y volvió a la cama.

– Soñé que regresaba a las pesadillas, creí que eras mi hermano. – Mintió. Cal se tensó y tan solo la abrazó. Nuevamente Tessrin quiso alejarse de él.

– ¿Tess? – Preguntó con preocupación.

La muchacha negó rápidamente con la cabeza, intentando controlar todos los sentimientos que querían salir a flote. Lo cierto es que quería llorar y romper cosas. No sabia si esos sentimientos tan intensos provenían de su lazo de compañeros; o de la frustración que sentía por haber soñado con Cal durante tanto tiempo en su adolescencia mientras él se enamoraba de alguien más y continuaba con su vida.

Las ganas de matar a Astrid se materializaron en ese instante, haciendo que sus ojos se pusieran llorosos por la ira.

– Fue una pesadilla. Solo...solo necesito algo de tiempo. – Se limitó a decir con la voz seca y segundos despues comenzó a vestirse a toda prisa. Tenia que sentir la ropa sobre su piel, tenia que poner capas de proteccion frente al cuerpo desnudo de Cal, porque simplemente en ese momento su contacto dolería.

Cal entendió y se vistió en silencio.

– Están todos esperando para cenar, les digo que no...

– ¡No! No quiero cancelar nada – Dijo rápidamente. En ese momento necesitaba gente, mucha gente alrededor de ellos.

El asintió con la cabeza.

– ¿Saliste a verlos y luego te desvestiste para entrar a la cama? – preguntó Tessrin en un intento de volver a la normalidad. Cal sonrió pero negó con la cabeza mientras se ponía un suéter de color azul.

– Mandaron esta nota.

Despierta gusano, estamos esperándolos para cenar.

– Que cariñoso es Cassian. – se limitó a decir Tessrin.

– Se llevaran bien. Ya veras.

Tessrin frunció el seño.

– ¿El sabía que Astrid era tu pareja? – preguntó con normalidad mientras se ponía una de las botas con bordes de lana de oveja.

– Si. – hablo Cal con sequedad. La muchacha se levantó de la cama y se acercó a Cal.

– ¿Y sabe lo del Rito? – preguntó. Cal se quedó frio.

– No, nadie lo sabe. – hablo parco y fue solo necesario eso para entender que ella no se llevaría bien con ninguno de los que estaba allí abajo. Tomó aire y se obligó a asentir con la cabeza. Esa noche sería muy larga.

Caminaron en silencio por los pasillos, Tessrin pudo ver el cielo, con intensos morados, azules y naranjas mientras los últimos rayos del sol desaparecían en el orizonte.

Una Corte de Venganza y Ruinas   -  Una Corte de Venganza y RedenciónWhere stories live. Discover now