The Alpha Sirens (Larry Stylinson)

Capítulo 5

—No solo que fallaron... — Madame K sisea mientras sus uñas de acrílico toman sus cabellos. — ¡Se han puesto en la mira de esos alfas! ¡Han perdido el tiempo, y mi confianza!

—Lo sentimos, Madame. — William llora y ella gruñe. —Nada fue como lo planeamos esa noche, estábamos borrachos.

—¡¿Borrachos?! — Ella chilla y tira sus cabezas hacia adelante contra el escritorio de madera pegando contra este.

Oh, ahora sí que la habían embarrado.

—Tal vez necesiten una lección. — Ella murmura, y les hace señas a sus omegas ángeles guardianes que abran la puerta. —¡Los Sirens deben ser responsables, no borrachos! ¡Llévenselos!

Los días pasaron luego de su reunión y castigo, sus cuerpos golpeados y adoloridos. Sin embargo, los gemelos han vuelto a su trabajo. Tenian que trabajar rápido para estar en el lado bueno de Madame K, y ganar su reputación nuevamente.

Así que tuvieron que matar un millonario casado, atándolo a la cama de un hotel descuartizando su cuerpo. Luego, estrangularon al dueño de un club en su propia oficina mientras tomaban su dinero. Finalmente, un alfa cualquiera cayó victima de sus drogas y del uso del cuchillo. Obviamente, mantuvieron la cabeza firme y no dejaron ninguna huella.

Aun así, nada de lo que hacían parecía suficiente para ganas la confianza de Madame K.

No solo eso, William no podía olvidar al tímido alfa del bar. Will estaba esperanzado de encontrar al hombre de anteojos sentado en los clubs que ellos iban, pero no había caso.

En verdad le había gustado poner a Marcel nervioso, y el beso fue un bonus extra para el. Esperaba que Louis entendiera, pero su igual era frio con los alfas y la idea de tener uno.

—¿Podemos hablar de ellos ahora? — William pregunta mientras hacen las compras necesarias para vivir. — Tengo la idea de que eso pueda meternos en el lado amigable de Madame K.

—¿Qué cosa Willy? — Louis pregunta mientras toma unas tollas, pero su hermano menos sacude la cabeza y señala la cantidad de hojas y el precio. Era un robo.

—Los Styles. — William susurra suavemente. — Son poderosos, Louis. ¿Puedes imaginarte si los matamos? Eso arreglaría todo, y dejaría un vacío para el movimiento que llenar.

Louis lo mira, entendiendo el plan y el objetivo de este. Pero no dejando pasar el hecho de que era peligroso.

—Podríamos morir. — Louis dice. — Puede que no le agrademos a Madame K ahora, pero nunca aprobaría eso.

—Ella no tiene que saberlo. — William dice malévolamente. — Tenemos años de habilidad, y experiencia. Podemos hacer esto Lou, confía en mí.

—Bueno. — Louis suspira pensando. — Siempre podemos salir de ello su se vuelve demasiado, ¿verdad?

—Por supuesto, sabes la palabra que usamos cuando hay que abortar la misión. —Louis asiente con la cabeza y se encoge de hombros.

Parecía un plan sólido, peligroso y espontaneo, pero eso es lo que aman de su trabajo.

De repente, el celular de William comienza a sonar. Lo saca de su bolsillo indicándole a su hermano que siga buscando carne fresca.

—Habla William. — Continúan comprando por los pasillos del supermercado, chequeando las cosas de la lista mientras Niall habla sobre su trabajo. — Sabes que las puertas están abiertas Ni. Madame K amaría tener a otro omega a su lado.

—¿Y que luego tiren mi trasero a la cárcel? — Niall bufa a través del teléfono. Él era el único amigo que sabía de El Movimiento y que los omegas eran parte de este. Él también era un omega, rechazado, pero todavía tenía esperanzas de encontrar un compañero. Él no se dio por vencido como los gemelos hicieron. — No luzco bien en naranja, bebé.

—Sí, bueno, nosotros tampoco. — William nota una mano conocida queriendo tomar el mismo paquete de pollo que él quería alcanzar primero. — Pero pagan bien.

Deja que Niall siga hablando y taladrando su oído de como nunca se podría unir, y golpea la mano que había agarrado la bolsa. Él lo había visto primero.

Oye un jadeo bajo, y alza una ceja antes de mirar hacia la persona. Se encuentra con unos ojos verdes, y su rostro se ilumina al ver los anteojos en la cara del hombre.

Oh, su hermano disfrutaría esto, especialmente ya que estaban discutiendo sobre el alfa y sus hermanos.

—Discúlpame... — William dice y mueve su cadera hacia atrás utilizando un tono de voz seductor y usando su mano libre para agarrar la remera de Marcel acercándolo a él. — Pero es grosero tomar algo que otro vio primero...papi.

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