Capítulo 45

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Ellos hicieron la cena, esta vez alimentando a Marcel pero excluyendo a Harry y por supuesto, a Veronica.

—¿Por qué no tengo comida? — Harry hace puchero, pero Louis no le responde, solo se sienta al lado de Edward.

Marcel estaba junto a William con la mano en el muslo del omega. Había estado tocando al chico sin parar, tampoco era que Will se estaba quejando. Lo apreciaba demasiado porque demostraba donde estaba el corazón del alfa, y estaba con él.

—¿Así que nadie va a hablarme?

—Yo si te hablare. — Veronica dice y Louis la mira fijo. — ¿Cómo estuvo el trabajo?

Harry la ignora sintiendo el dolor de ser rechazado. ¿Había estado ignorando a Louis, que era solo un compañero, pero los cuatro? No podía soportarlo.

—¿Harry? — Ella insiste y William ve su mano que se acercaba a su pierna.

Y con ese gesto explotó.

—Escúchame bien, pequeña puta. — William toma su cabello poniendo su cabeza contra la mesa mientras los alfas miran horrorizados. Louis, sin embargo, salta de la silla para ayudarlo. — No vuelvas a poner nunca más tus manos en nuestro hombre otra vez! ¡Te mataré!

Siente que ella le clava las uñas en su brazo, derramando sangre, pero el se levanta y la arrastra fuera de la mesa agarrando un cuchillo con el que iban a cortar el pavo. Lo alza alto listo para acuchillarla y sus ojos se agrandan.

—¡Es suficiente! — La voz de Harry resuena y el tono del alfa hacen que los tres omegas se detengan. Louis, sin embargo, aun sostenía el cuchillo.

—Harry. — Edward lo llama. — No te metas.

—Ed...

—Dije: no te metas. Ella ha estado tocándote sin parar, y les ha faltado el respeto a los gemelos en su propia casa. Ella se merece lo que le está por suceder.

—¡N-No la maten! — Marcel interviene mientras Veronica llora, William sosteniéndola contra la mesa. El menor de los trillizos se para agarrando al chico gentilmente. — Suéltala Will. Vamos. Estoy seguro que ella ya entendió.

—Louis. — El omega mayor mira a Edward. — Deja el cuchillo en el estante bebe, vamos. Nos vamos a la cama.

—H-Harry...—Veronica llora en el piso. — Harry, ayúdame.

—Harold. — Edward lo llama. — Sabes lo que los omegas piensan de ella quedándose aquí. Puedes venir con nosotros a la cama y hacerlos sentir amados, o puedes mostrarle a la visita lo mucho que ella significa para ti más que tus propios omegas. Vamos William, Marcel.

—Chicos...—Dice mirándolos irse. — ¡Chicos!

Suben hacia el cuarto principal dejando a Harry y a Veronica en la cocina.

—¿Piensan que subirá? — Louis mira a los alfas mientras se desnuda quedando en sus panties.

—Espero que lo haga. — Edward dice relamiéndose los labios mientras William se sube en su regazo una vez sentados en la cama. — Por el bien de ustedes dos.

—Sí, él, ammm...—Louis se sienta sobre Marcel moviendo su trasero sobre su miembro. — Oh...

—Escuche que has follado a Wiily en la alfombra de tu oficina. — Marcel se sonroja. — También lo necesito Marcy. Necesito un nudo, tu nudo.

—Dios. — Louis quita sus anteojos y lo besa con pasión y humedad. — L-Louis...

—Vamos, bebe, necesito que me folles como el alfa que eres. — Las manos de Marcel se dirigen a su trasero apretando sus nalgas. — Dámelo Marcy, y lo quiero duro.

A su lado, Edward tenía a William chupándosela mientras el lamia la entrada del omega.

—¿Lo quieres? — Louis asiente ansioso haciéndosele agua a la boca cuando siente que derrama lubricante natural. No había manera que Harry no lo oliera. — Bien.

Lo próximo que sucede es que el omega es alzado hacia el rostro de Marcel. Sus ojos se abren de sorpresa cuando el alfa le quita los panties y el alfa le da una lamida a su entrada.

—¡Oh dios! — Gime y arquea su espalda. Necesitaba esto, un rostro entre sus muslos, un nudo en su trasero. Lo necesitaba desesperadamente.

Oye a William soltar un quejido, su boca había dejado el miembro de Edward y ahora estaba montando su rostro.

Nadie había registrado la puerta que había sido abierta, o el aroma de un caliente Harry parado contra el marco. El trillizo del medio mira la escena por un rato tocándose asi mismo, desnudo ya que se iba desvistiendo mientras subía la escalera.

—Te daré mis cachorros. — Edward gruñe cuando William se baja de él dejando que el alfa lo acomode sobre la cama con las piernas cerradas pero levantadas en el aire. — ¿Quieres eso bebe? ¿Quieres estar lleno de mis cachorros?

—Dios, si...—William lloriquea gritando cuando el hombre lo penetra duro y profundo. — ¡Ah! ¡Quiero...oh...Eddy! ¡Quiero los tuyos y los de tus hermanos!

El alfa no pierde más tiempo dejando que el omega se acostumbre a él, comienza a mover sus caderas rápido y duro contra él. Marcel, cuando había terminado el juego previo, ahora tenía a Louis sobre él montándolo.

—No desaceleres...—Marcel gruñe golpeando una de sus nalgas con la palma de su mano. — Vamos, Lou, tu puedes.

—Si papi...— Gime cuando Marcel lo penetra profundo. — ¡Oh sí!

Alli es cuando Harry se mete en escena subiéndose en la cama con ellos y Louis abre sus ojos, algo ido pero aun consciente de lo que estaba pasando.

—R-Rizado...—Murmura y Harry detiene sus caderas levantándolo de Marcel. — ¡Hey!

—Cállate. — Louis jadea ante el tono listo para darle una cachetada, pero decide no hacerlo. Mira a Harry pegar su rojo miembro contra el de Marcel que estaba húmedo. Oh. — Sostente fuerte Lou.

El omega se sostiene de los hombros de Marcel para no perder el equilibrio mientras Harry lo baja haciendo que ambos miembros entren en él.

—¡Maldita sea! — Grita, el ardor que sentía en su entrada estirándose era terrible, pero sabía que podía tomarlos. Una de sus manos se clava en la espalda de Marcel y la otra en el muslo de Harry.

—¿Listo Marce? — El alfa asiente a su hermano mientras juntos se mueven, encontrando el ritmo mientras Louis llora de placer.

No sabía a quién gritarle, así que deja caer su cabeza hacia atrás contra el hombro de Harry y siente su mandíbula caer al oír los ruidos pornográficos que el alfa hacía.

—Mierda Louis. — Harry gruñe contra su marca lamiéndola. — Me vuelves loco, maldita sea, pero te amo.

—H-Harry...— Murmura perdiendo el sentido. — ¡Más, más!

—Tienes mi corazón, mi marca, y muy pronto...— El alfa gruñe sintiendo su nudo formarse junto al de su hermano. — Mis cachorros. No ella, nunca ella.

—Calla...cállate... — Marcel murmura hundiendo su rostro en su propia marca. — Estoy a punto de explotar no quiero oír tu estúpida disculpa.

Al lado de ellos, William estaba en una nueva posición, de costado así podía ver a sus otros compañeros mientras Edward lo follaba.

—A-Amo...¡Ah! — Grita cuando Edward golpea su nalga.

—No me llames así Will.

Todos los alfas explotan a la vez, apenas mordiendo las marcas de sus omegas y estos se corren, los cinco completamente idos y cansados.

Cuidadosamente se acomodan en la cama asegurándose de que los gemelos estén cómodos antes de dormirse.

Mientras tanto, Veronica estaba con la remera y el pantalón que Harry dejo tirados en la escalera, tratando de provocar problemas para los cinco chicos que acababan de tener sexo de reconciliación.

The Alpha Sirens (Larry Stylinson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora