Capítulo 8

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Edward despierta a Marcel a la mañana siguiente alrededor de las 6am.

─ Marcel, despierta. ─

─ ¿Eh? ─ Se sienta rápidamente, refregándose los ojos. No está acostumbrado a que Edward lo despierte, siempre le sonaba la alarma. Oh claro. Su celular. ─ ¿Oh mierda, que hora es?

─ 6:30. ─

Marcel suspira cansado. ─ ¿Por qué me despertaste tan temprano?

Edward se pone una chaqueta negra encogiéndose de hombros. ─ Así puedes comenzar a buscar tu celular. Lo que has rechazado hacer la noche anterior.

─ Me olvidé...─ Murmura levantándose de la cama y se pone sus anteojos antes de salir del cuarto. Baja las escaleras asomando su cabeza en la cocina encontrándose con su hermano del medio. ─ Hey, Hazza, estaré en el estudio. ¿Puedes llevarme el desayuno?

Harry le hace una seña afirmativa con su dedo pulgar sin dejar de mirar las hornallas. ─ Si. Después del desayuno me iré con Ed por un rato. Después tengo una cena de reunión. ¿Estarás bien? Creo que Ed también estará ocupado.

Marcel asiente subiéndose los anteojos que se resbalaban por su nariz. ─ Soy un hombre adulto. Estaré bien...

─Okay, Marcy. Llámame si necesitas algo cuando no esté.

El menor casi dice "está bien", después recuerda su celular. No dice nada, solo se mete en el estudio y se sienta en el escritorio frente a la computadora. Inicia sesión y se pone a trabajar, no es que localizar un teléfono sea difícil tampoco. Todo lo que tiene que hacer es poner su E-mail y el último lugar donde fue usado aparece.

Escribe gruñendo de frustración cuando le salta que la última vez usado fue cerca del McDonald's, pero ha estado apagado por más de dos horas. Así que definitivamente alguien tiene su teléfono.

Se pregunta si el solo va al McDonald's y preguntar si han visto a alguien con un celular blanco...En realidad, eso sería estúpido de su parte. Toneladas de gente va a al lugar con sus teléfonos, ¿Por qué los empleados van a tomarse el tiempo de recordar eso? No hay manera de que pudieran hacerlo.

Suspira, sabiendo que todo lo que puede hacer ahora era ir viendo cada cinco minutos si aparecía otro lugar.

***

─ Está bien Harry. Esta reunión es súper importante para esta familia, así que no lo arruines. El futuro de nuestra empresa está en tus manos. ¿Entiendes eso? ─ Edward lo tenía agarrado de los hombros sacudiéndolo con énfasis.

─ Si, entiendo. Sé que crees que soy completamente tonto, Ed, pero no lo soy. ─Harry responde ofendido. ─ Puedo manejar esto.

─ Sé que lo harás. ─ Edward dice golpeando levemente su espalda alejándolo de él. ─ Vamos vete.

─ ¡Estaré aquí a las diez! ─ Harry le grita y se va por la puerta.

Maneja hasta el restaurante italiano donde sería la reunión. Entra al llegar oliendo el aroma de tomates y ajo.

Ve al hombre con el que se tenía que encontrar, un corpulento alfa llamado Liam.

Se sienta en la mesa con sillones frente suyo acomodándose la corbata. ─ Hola Señor Payne.

Liam sonríe. ─ Oh, no hace falta que me digas así. Solo dime Liam. Así que, Harry, ¿Querías un préstamo?

En la otra punta del restaurante, William estaba prácticamente saltando de la emoción. Segundos atrás, dejo inconsciente a un beta que era camarero y le robó el uniforme, lo que pensó que fue inteligente de su parte.

Traga duro, manteniendo una expresión de calma en su rostro mientras se acerca a Harry y al alfa sentado con él, con los menús en la mano y un anotador.

─ ¡Buenas noches! ¿Quieren estos caballeros empezar con algo de tomar?

***

Marcel no podía creer lo que veía. ─ ¿Por qué maldita razón está mi celular allí ahora?

El rastreador indicaba que su teléfono estaba en el restaurante donde Harry se encontraba ahora teniendo la cena importante. ¿Así que Harry tomo su celular? No hay manera de que él lo haya hecho. Tenía su celular el día anterior en la tienda, y Harry no pudo haber estado en McDonald's en la mañana. Estaba haciendo el desayuno...

Se dirige hacia su habitación frunciendo el ceño y golpea la pared para que Edward lo mire y le preste atención. Este estaba tirado en la cama mirando la televisión.

─ ¿Qué? ─ Edward lo mira alzando una ceja.

─Dice que mi celular está en el restaurante donde esta Harry ahora. ¿Lo tiene el? ¿O...?

Ed sacude su cabeza negando. ─ El no tomaría tu teléfono. ¿Deberíamos ir allí y fijarnos?

Marcel se encoge de hombros. ─ No perdemos nada.

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The Alpha Sirens (Larry Stylinson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora