The Alpha Sirens (Larry Stylinson)

Capítulo 65

Los gemelos habían pasado los dos últimos días haciendo planes de mudanza. William había estado insistiendo a los alfas para que compren una casa más grande, con más habitaciones.

—Esa casa en el campo aún está en venta — Edward dice. — Puedo decirles cuanto doy por ella y esperemos que acepten.

—¿Por favor? — Louis ruega mientras se soba la frente. — Disfrutaría de un día sin que William esté agobiándome.

—Heeeeey...

—Shh, cariño — Harry lo calma y besa el muslo del menor. Estaba actualmente entre medio de las piernas de los chicos, disfrutando del calor y comodidad de los muslos gruesos de William. Se habían convertido en el lugar favorito para dormir de los trillizos. — No te lo tomes personal.

—Cambiando de tema — Marcel murmura desde donde estaba, su cabeza en el trasero de Louis. — Todavía tenemos que presentarlos a nuestra familia.

—¿Están seguros de que sus padres estarán contentos con nosotros? — Louis pregunta. — Hemos creado el lazo, y estamos por tener bebés. Somos muy heterodoxos, Marce. ¿No les importará?

—Les aseguro amor, que no los odiarán. — Edward trata de calmarlo. — Hemos estado hablando con mamá, y ella está muy feliz de oír que estamos enlazados.

—Ella pensaba que no encontraríamos a nadie sabiendo que Edward odiaba a los omegas. — Harry comenta y el alfa mayor le golpea levemente la nariz.

—Hey. — William gruñe. — Nada de eso alrededor de mi panza. —Masajea la nariz de Harry y besa su frente. El hombre hace una mueca con una sonrisa en su rostro, una mirada bromista lanzada hacia su hermano por haber sido ridiculizado.

—Como sea —Edward exclama. — Mamá nos quiere devuelta en casa para visitarla. Le prometimos que iríamos este fin de semana.

—Y planeamos mantener la promesa esta vez. — Marcel le da una mirada dura a William y eso hace que el omega le dé una disculpa silenciosa. — Pasaremos año nuevo allí.

—¿Dónde vive?

—En los suburbios, lejos de todos los clubes. — Edward se encoge de hombros. — Es un lindo y cálido lugar para una pareja que no tiene hijos. Se tendrían que mudar igual, si planean hacer de niñeros.

—Ni siquiera sabemos cómo vamos a cuidar a ocho niños — Marcel cierra sus ojos. — ¿Cómo sabrán que hacer antes que nosotros?

—Porque nos han criado a nosotros — Harry se encoge de hombros, e incluso Will golpea su cabeza por el comentario estúpido. — ¿Qué les pasa?

—Shhh. — William murmura mientras acaricia los rizos del alfa.

***

Era viernes, y cada uno de los chicos había empacado un bolso para el viaje de fin de semana. Habían guardado algo de comida para el viaje. La cabaña no quedaba tan lejos, pero los gemelos comían cosas todo el tiempo.

Le preocupaba a Edward, pero recordaba que comer y que ganen peso significaba que estaban bien de salud. Además, los cachorros necesitaban comida.

—¡Eddie! — El mayor de los trillizos se sonroja inmediatamente cuando su madre lo abraza fuertemente. Murmura un "hola", besando su mejilla y acariciando su espalda.

Ella saluda a Harry y Marcel de la misma manera haciéndole sonidos al menor y pellizcando sus mejillas.

—Sé que he envejecido cuando mi cachorro más pequeño dejó de tener cara de bebé. — Solloza exageradamente y besa su mejilla. — ¿Cómo han estado?