The Alpha Sirens (Larry Stylinson)

Capítulo 33

Al día siguiente, los alfas fueron a visitar a Edward sin los omegas.

—¿Qué crees que deberíamos hacer hoy? — William pregunta mientras camina al lado de su hermano mayor, cojeando un poco por su escayola en su pierna.

—No lo sé. — Louis suspira, muy nervioso por el día que Edward regrese. Tenía que quedarse hasta el fin de semana, y faltaban cinco días para eso. — Vamos a relajarnos por ahora.

—No se están separando por nuestra culpa. — Louis asiente estando de acuerdo con él. — Tenemos que lograr que Ed nos acepte de nuevo.

Louis golpea la mesa repetidas veces mientras piensa.

—Planearemos algo para él. — Dice finalmente. — Algo para todos ellos.

—¿Piensas que nos marcaran el domingo?

—Planeo que eso suceda. — Louis suspira. — Pero todos sabemos que Edward es cabeza dura.

***

Al día siguiente los omegas se despiertan y ven a Harry y a Marcel sentados en el borde de la cama con un ramo de flores cada uno sonriéndoles con amor. Los gemelos se desperezan sonriendo.

—Sabemos que esta situación es estresante para ustedes. — Marcel dice y Will se sienta en la cama yendo hacia el regazo del menor hundiendo su cara en su cuello oliendo su aroma. — Así que queríamos darles todo el amor que podamos hoy.

—¿Eso significa nudos? — Louis le pregunta a Harry quien ríe y asiente hacia el omega que sonreía grande.

—Eso significa que tendrán nuestros nudos. — El alfa afirma. — Pero primero, el desayuno. Tenemos sus platos listos abajo.

—Llévenos. — William demanda y los alfas lo escuchan sosteniendo a los omegas mientras se levantan de la cama. Louis es rápido y agarra una flor Lila del montón de flores, William agarra una Rosa, antes de que los lleven a la cocina.

—Bueno. — Marcel dice mientras desayunan. — Edward está mucho mejor.

—Quiero verlo... —William frunce el ceño, su lobo interno quejándose al pensar que Edward está solo y adolorido. — Podemos cuidar de él...

—Sabemos que pueden cariño. — Marcel lo calma dejando un beso en su cien. — Han probado lo que valen, y son mucho más que suficiente para mis hermanos y para mí.

—Edward parece no estar de acuerdo.

—Lo hará cuando vea las cosas como son. — Harry afirma tomando una servilleta y limpiando las comisuras de Louis que tenía manchado de jugo. — Creo que ustedes dos necesitan un tiempo a solas con él cuando llegue a casa.

—No va a querernos en su habitación. — Louis responde y el alfa deja la servilleta sobre la mesa.

—¿Cuándo eso los ha detenido? Nunca se han rendido con nosotros. ¿Por qué lo harían ahora? — Harry pregunta alzando una ceja y ambos omegas se sonrojan. Era cierto, siempre se salían con la suya.

—Quiero decir.... —Louis lo mira. — Somos capaces de infiltrarnos, pasar por la recepcionista... —Pone cara pícara como ideando un plan para ir a ver a Ed al hospital.

—Oh dios. — Marcel exclama. — No seré testigo de ti cuando robes más uniformes.

Louis lo mira confundido antes de recordar que había tomado el uniforme de policía. Eso lleva a sus pensamientos a la pequeña niña que nunca fue a buscar, y grita.

—¡¿Qué?! ¿Estás bien? ¿Qué pasó? — William lo mira con sorpresa preocupado parándose de los asientos junto a los alfas.

—¡Tienen que llevarme al orfanato! ¡Ahora!

—Qué... ¡Louis, estás diciendo pavadas!

—¡Hay una pequeña niña esperando por mí, Will, y no puedo dejar que el gobierno la mueva de casa en casa! ¡Es solo una niña!

—Está bien, está bien. — Marcel dice aun shockeado por el grito. — Tomaré las llaves. Haría cualquier cosa para que te calmes.

—Ella no es nuestro cachorro Louis, no es importante.

—Ella casi muere por nuestra culpa. — William desvía la mirada sintiéndose culpable. — Estamos en deuda con ella Willy, y sé que la amarás al momento que la veas.

William sabía que era verdad. Su lobo interno probablemente se encariñaría.

Luego de lavar los platos, salen de la casa para ir a buscar a la pequeña hija de Madame K al orfanato. Louis tenía muchas ganar de cuidar a la pequeña.

Ninguno de los gemelos pensó en como los alfas se sentían al respecto, porque que ellos creyeron que era decisión de ellos mismos, más que nada porque ellos hicieron que esto le pase a la niña.