Capítulo 23

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Edward se va a la cama solo y frío como ha estado haciendo la semana que pasó. Odia dormir solo, absolutamente.

Cuando se despierta en la mañana, está calentito y acurrucado con no sabía que cosa caliente era. Pero olía muy bien. Después de unos minutos pestañea despertándose y se da cuenta que era William.

Lo separa de él gruñiendo. — ¿Por qué estas en mi cama?

—No sea así, amo...— William hace puchero de forma infantil. — Le traje comida.

Edward se sienta en la cama inseguro. No sabe que hacer respecto a esto. No sabía que planeaba hacer William.

—Son pancakes y salsa. ¿Está bien? Si no, puedo ir a prepararle otra cosa.

Edward continúa mirándolo de forma inquietante y luego tose aclarándose la garganta. — Si. Como sea. Vete.

—Quería darle de comer de nuevo. — Dice sentándose sobre Edward en su regazo apretando sus rodillas en su cadera. — ¿Por favor alfa? —Le hace ojitos moviendo sus caderas un poco.

Edward lanza un gruñido desde el fondo de su garganta frunciendo sus labios. — Bien.

William asiente complacido cortando los pancakes en trozos y ofreciéndole a Edward el tenedor. Lo aceptar comiendo con sus brazos cruzados.

—Aquí vamos. ¿Sabe bien?

Edward asiente levemente aceptando otro bocado. — Si...

Will sonríe juguetonamente mientras lo alimenta y pronto todo el plato queda vacío. — ¿Tiene sed? Tengo jugo de naranja.

—Un poco...—Edward responde claramente lleno por la comida deliciosa de los gemelos.

William se inclina hacia un costado dejando el plato en la mesa de noche y toma el vaso de jugo. Edward nota que el menor estaba solo en unos shorts cortos. Se controla a sí mismo para no excitarse. No le gustaba estopara nada, ni un poco, no señor.

William lleva el vaso hacia sus labios inclinándolo un poco y Edward toma lentamente conectando su mirada con la del omega.

En cuanto el vaso es dejado en la mesita, los labios de William están sobre los de Edward. El gran alfa estaba súper confundido, sus ojos abiertos de sorpresa y lo empuja separándolo.

—Amo...—William se queja y Edward sacude la cabeza.

—¿Qué crees que estás haciendo?

—Lo siento. — Otra vez hace puchero. — Solo te veías bonito, no pude evitarlo...

¿Por qué Edward se estaba sonrojando? Maldita sea. Empuja al pequeño y lindo omega y se levanta de la cama saliendo de la habitación para alejarse de él. Aclarar su mente.

William refunfuña saliendo también del cuarto, pero en dirección a la cocina con el plato usado del alfa y lo deja en el lavavajillas.

—¿Cómo te fue? — Louis susurra y Will niega con la cabeza.

—Intenté besarlo, pero creo que ¿se asustó? Me empujó.

Louis bufa. — No quiere actuar como un alfa real, supongo. No quiere rendirse ante nosotros.

William mueve su mano. — No pararé de todos modos. Una vez que me huela, estoy seguro de que no será capaz de alejar sus manos de mí. Marcy no pudo. — Sonríe de lado.

Louis lo empuja golpeando su trasero. — Ve.

William entra a la sala donde Edward está sentado en el sillón junto a Marcel mirando la televisión. Los ojos de Marcel brillan esperando que el omega se siente en su regazo, pero casi gruñe cuando Will se sienta en el regazo de Edward.

—¡Hey! — Marcel hace puchero queriendo agarrarlo.

—Perdón papi. El amo necesita algo de William.

Edward mira fijo al omega en su regazo listo para sacarlo de ahí. — Marcel, tómalo...

Marcel estaba preparado para tomarlo otra vez, pero de repente, Louis se sube a su regazo. — ¡H-Hey! ¿Qué es esto? — Alza una ceja al omega con curvas.

Louis estaba sentado tranquilamente sonriendo a William, se inclina para besar y abrazar a su igual.

Edward mira a Marcel confundido, claramente desconcertado por la situación. Alza una ceja como diciéndole "¿Qué hacemos?"

Marcel estaba en otro mundo aparentemente, mientras esconde su cara en el cuello de Louis oliéndolo. Olía el lubricante natural por parte de ambos.

—¡Hey! — Harry entra a la sala de repente viendo la escena con el ceño fruncido. Toma a Louis levantándolo del regazo del alfa abrazándolo contra él. — ¡Mío!

Marcel hace puchero ante la falta de calor, luego ve que Edward tenía a su omega. — William...

Will tenía sus brazos alrededor del cuello de Edward pegados pecho a pecho mientras succionaba su cuello.

Edward estaba sentado confundido dejándose hacer, mirando a Marcel encogiéndose de hombros. El menor de los hermanos refunfuña levantándose del sillón yéndose de allí para despejar su mente.

Edward toma a Will de la barbilla cuando deja de moverse, gruñendo cuando nota que el omega se había quedado dormido. Lo acuesta en el sillón cubriéndolo con una manta antes de correr hacia su cuarto preguntándose qué demonios acababa de suceder.

The Alpha Sirens (Larry Stylinson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora