Epílogo

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En la escuela, ninguno de los hermanos pasaba el tiempo junto. Max se juntaba con los chicos ricos, James con los alfas amables de su curso, unos que no tomaban a los omegas como objetos. Scar se relacionaba con las porristas, aunque ella no era una, Valerie siempre estaba con los chicos de detención ya que eran buena onda y divertidos, Aaron no socializaba. Bea nunca dejaba la biblioteca, Sophie casi nunca estaba allí ya que se la pasaba en el trabajo de su papá, y Kate siempre estaba con los deportistas del colegio.

Sus grupos de amigos nunca se mezclaban, a decir verdad, se odiaban, así que no obtenían un buen resultado si se combinaban. No es que lo harán, eran demasiado diferentes.

—Sé que eres un omega y todo — Un beta dice a Aaron mientras lo empuja. — Pero eres más perra que otros.

Sus amigos ríen, y Aaron se acomoda los anteojos. Desvía la mirada de ellos tratando de tomar sus libros que habían caído al suelo. El beta, Greg, le patea la espalda haciendo que se caiga.

—¡H-Hey! — Aaron frunce el ceño sabiendo que una marca de huella de zapato tendría que haber quedado en su camisa. — Esta-Esta es cara!

—¿Si? ¿Y qué vas a hacer? ¿Golpearnos? ¡Ni siquiera puedes pararte! — Greg rie y lo levanta rudamente.

—Por favor para.

—Mírenlo — Greg dice a sus amigos. — Está rogando.

—¡Haz que ruegue un poco más Greg! — Uno de los amigos grita. — ¡Hazlo!

Greg mira a Aaron de arriba abajo resoplando antes de sonreír de lado. — Lo oíste Aaron. Ruega.

Los ojos del omega estaban cubiertos de lágrimas, pero abuso paró de repente. — Mejor que te alejes de mi hermano o te tiraré por el pasillo.

Aaron sabía que era Kate, y se sintió bendecido. La amaba.

—¿Qué vas a hacer- — Greg no tiene tiempo de terminar porque un puño se estampa contra su mejilla. Fue noqueado, y Aaron cae al suelo.

—¡No lo toques! — Kate chilla y continúa golpeándolo. La gente se aleja sorprendida, pero nadie intenta pararla. — Si te atrapo haciéndolo otra vez, si encuentro algún moretón en él, ¡Te romperé el cuello!

—L-Lo siento...

Kate ve a los betas salir corriendo, luego toma a su hermano de la mano ayudándolo a pararse. Toma sus libros por él, dándoselos con gentileza. — Ve a clase. Dime si te molesta otra vez.

Aaron asiente refregándose los ojos antes de ponérselos otra vez. — Gracias, te veo luego. — Termina yendo a la biblioteca, donde se sentó al lado de Bea, sabiendo que nadie se acercaría a ellos. Bea lucia como que acababa de salir del infierno, gracias a su maquillaje y su escritura nocturna.

Ella no dice nada, ni siquiera lo mira, solo palmea su cabeza y se concentra en lo que estaba escribiendo. Estaba trabajando en una novela por un tiempo ahora, y ha estado muy metida en ello. Tenía que estar en clase de álgebra ahora, pero cuando le llega la inspiración, y había cosas más importantes que matemática.

—¿Quieres leer lo que escribí? — Bea pregunta luego de un momento. Aaron levanta la vista de su libro y asiente. Ella sube el archivo hasta el principio, al título de la página, y Aaron toma la computadora.

"The Alpha Sirens"

—Esto es...— Aaron se acomoda frunciendo el ceño— ¿Esto es sobre nuestros padres?

—Mami dijo que podía escribirlo. También hablé con mamá — Bea asiente. — No vas a creer por lo que han pasado Aaron. ¡Hay cosas que nunca supimos!

The Alpha Sirens (Larry Stylinson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora