The Alpha Sirens (Larry Stylinson)

Capítulo 40

Habían pasado algunos días y los gemelos seguían de pegotes con Edward, incluso gruñían cuando Marcel y Harry trataban de unirse a ellos en la cama para dormir a la noche.

Ambos alfas, se sentían dejados de lado. Y Edward odiaba por completo ser el centro de atención.

—No aguanto más esto. — Gruñe a sus hermanos escapándose de los gemelos que se habían quedado dormidos en la siesta. — Necesito espacio, tómenlos por un momento.

—Lo haríamos con gusto. — Marcel dice. — Si ellos quieren dejarte por un minuto, pero no lo hacen.

—Sí, Ed, ¿No crees que también queremos estar con ellos?

Edward se pasa una mano por el rostro sintiéndose frustrado, se queda quieto, atento, al oír pasos pasar frente a la puerta de la habitación. Al instante, los dos omegas entran tirándose sobre él. Se gruñen entre ellos antes de sentarse cada uno en una pierna.

—Te extrañamos. — Louis murmura y Harry le da una mirada donde se ven los celos que sentía.

—Yo los extraño... —Harry dice, pero pasó desapercibido por ambos omegas. — Dije que los extraño.

William no lo mira, aun escondiendo su cara en el cuello de Edward. Pero toma la mano de Harry en la suya apretándola.

Harry rápidamente besa sus nudillos y William suelta una risita. Marcel mira a Louis, quien está completamente relajado contra Edward. El chico lo mira y le sonríe antes de esconder su cara en el pecho del mayor.

—Tendré que volver a la oficina a trabajar en un par de días. — Edward comenta. — Ustedes dos deben dejar de ser tan pegotes antes de que eso suceda amores.

—Si, señor. — Dicen ambos a la vez.

—Solo que por el momento no, estoy bien así. — Louis termina de decir.

—Pero Marcy y yo queremos.... — Harry es interrumpido por un golpe que es escuchado, y Marcel sale del cuarto para ir a ver quién es.

—Como decía; Marcy y yo queremos que ustedes nos den atención. Somos sus compañeros también.

—Lo sabemos, rizado. — Louis responde. — Y te amamos muchísimo.

—¿Qué es esto? — Los omegas alzan la mirada al oír una nueva voz presente y un aroma, era una mujer, tenía los brazos cruzados y un ceño fruncido en su rostro.

—¿Veronica? — Louis mira a Harry viendo el brillo en sus ojos como si un sueño se hubiese vuelto realidad. ¿Quién es ella?

—Hey Haz. — Ella dice con una sonrisa. — Les dije que volvería por ustedes.

El alfa no pierde tiempo en pararse y abrazar a la mujer fuertemente. Allí es cuando los gemelos huelen, omega. Ella era una omega.

—Dios, he esperado tanto tiempo. — Harry dice olvidando completamente a los gemelos. — ¡Te extrañe!

—¿Por qué has regresado? — Edward gruñe mirándola con el ceño fruncido.

—He vuelto para encontrar a un compañero. — Los omegas se tensan. — Se que odias a los omegas, o solías hacerlo por lo que veo, pero puedo asegurarte que soy una omega apropiada para ustedes.

—V... —William alza una ceja mirando a Marcel resoplando suavemente. — Ya estamos enlazados, a estos dos hermosos chicos.

—No habría pasado contigo de todos modos. — Edward explica con una voz amarga y Veronica mira a los gemelos.

—Nunca es tarde Marcy. — William cierra su puño apretándolo. — ¿Les importa si me quedo unos días? No tengo donde ir.

—Vete...

—¡Seguro! — Louis jadea cuando Harry toma las manos de la mujer acariciando la parte de atrás de las mismas.

—Harry. — Dice y el alfa lo mira. — No creo que tengamos lugar cariño.

—Si tenemos. — Responde haciendo una señal con la mano para callarlo mientras se vuelve a Veronica mirándola con corazones en los ojos. — Déjame ayudarte con tus maletas.

Ella lo guía hacia afuera guiñándole un ojo a Marcel haciendo que se ponga nervioso y los sigue por atrás como un perrito.

—¿Quién mierda es esa? — Louis gruñe agarrando en puño la remera de Edward.

—Esa, chicos, es Veronica. — Edward explica. — El primer amor de Harry y Marcel.

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OMG O.o