Capítulo 42

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Los gemelos vuelven a la habitación, Edward los mira con hambre y Marcel gruñe. Harry solo les echa una mirada.

—¿Por qué estas mojado? — Pregunta de forma nerviosa a William.

—Necesito un nudo. — William hace puchero suavemente subiéndose al regazo del alfa y su aroma se intensifica. Louis se sube sobre Marcel. — Necesito tu nudo.

—Vamos, papi. — Louis tienta sus labios mordiéndolos mientras tira del cuello de su remera. — Fóllame sobre tu escritorio.

—Que vulgar. — Verónica frunce la nariz y William succiona el cuello de Harry-— ¿Disculpa? Estaba manteniendo una conversación con él.

—Y yo estoy tratando de que me folle. — Harry niega con la cabeza ante las palabras del omega y gentilmente lo quita de sobre él. — ¿Que...?

—Eso fue muy grosero de tu parte. — La mandíbula de Will se abre de sorpresa mientras Harry toma un último bocado de su comida.

—Si nos disculpan...— Veronica toma el brazo de Harry sonriendo con maldad hacia William. — Tendremos nuestra charla en otro lado. Ven Marcy.

—Eeeh...— Mira a Louis sobre él que lo mira asesinamente. — No, No. Estoy perfectamente bien aquí.

—Como quieras. —Se encoge de hombros y Harry se para con ella. — Buenas noches a todos.

—Harry...—Will gimotea y el alfa se gira a verlo. — ¿Dormirás con Lou y conmigo esta noche no?

—Amm... —Se encoge de hombros después de ver a la visita. — No lo sé todavía.

Cuando se fueron, William mira a los otros tres con lágrimas en sus ojos.

—Me acaban de rechazar. — Lloriquea. La cara de Edward estaba roja de furia, Marcel confundido por todo el drama, y Louis sentía su dolor. — Me iré a la cama.

—Sabes que te ama...—Louis le dice casi en susurro, pero su hermano niega con la cabeza.

—No tanto como a ella aparentemente. — Solloza y corre hacia el cuarto principal a llorar.

Louis mira a Edward furioso.

—¿Cuál es su problema? — Marcel pregunta. — Veronica es muy dulce.

—¿Te olvidas que ella me tiró cosas, me insultó y dijo que no valía la pena? — Edward murmura con enojo en su voz.

—Ha cambiado desde entonces. — Marcel insiste. — ¿A ti te gusta, Louis?

—No exactamente Marce...— Dice con sinceridad. — No me gusta como toca a Harry.

—Solo está siendo amigable. — Marcel lo mueve sacándolo de encima. — Ustedes tienen que cambiar de actitud y ser más amables. Son muy groseros. Ahora paren de tratar de causar problemas.

Se aleja de ellos saliendo de la cocina y el cuerpo de Louis tiembla de enojo. Edward toca su cintura, pero este se aleja.

—Voy a matarla. — Gruñe. — Descuartizaré su cuerpo y luego ponerlo en un balde para tirárselo a los animales para que coman. ¡Le sacaré los ojos, su lengua, cortaré esos dedos largos! ¡Edward, lo juro!

Grita tomando un tenedor y lanzándolo hacia la pared. Toma aire profundamente, Edward lo mira con ojos abiertos de sorpresa.

—Desearía tener esa poción...—Murmura. — No debía haberla vendido. ¡Debí quedármela para usarla con ella!

—Vamos a llevarte a la cama. — El omega gruñe y se aferra a la remera del alfa tirando de ella.

—Escúchame, pero escúchame bien. — Dice en voz baja. — Si esa mujer seduce a mis hombres, y no se va en dos semanas. Tomaré. Su. Vida. —Termina de decir mirando fijo al alfa y luego lo suelta para salir de la cocina e ir en busca de su hermano. Mientras caminaba por el pasillo, la puerta del baño principal se abre, y Veronica sale de este. Se detiene viéndola encontrándose con su mirada.

—Hola Lou. — Dice sonriendo con maldad. — ¿Cómo estás?

—No me llames asi. — Murmura cruzándose de brazos. — Y puedo ver cómo eres por dentro. Asi que escúchame; ellos tienen dueños. Tenemos un lazo con ellos. Asi que tu y tu personalidad rompe hogares pueden irse a otro lado.

—Claramente no te quieren. — Ella suelta una risita. — Solo mírate. Muslos gordos, eres pequeño y débil.

Louis la empuja contra la pared apretándole la garganta.

—Cuidado con lo que dices dulzura. — Susurra en su oído. — Porque los omegas asesinos existen, y tú estás en frente de uno.

La suelta arreglándose la remera mientras ella trata de respirar.

—Y estos muslos gruesos llevan a un gran trasero que a ellos no les importa comer. — Sonríe de lado. — Recuerda eso.

Mientras camina alejándose de ella, Veronica tose y se mara más derecha.

—Él seguro te dejó esta noche, y te dejó por estos labios. — Louis para en frente de la puerta de la habitación y ella se va sin que pudiese responderle.

Su corazón dolía. Eso no podía ser verdad, ella estaba mintiendo.

Esa noche, los gemelos durmieron solos. William lloró hasta quedarse dormido, pero Louis no podía dormir. Veronica estaba en el sillón, como Edward lo prometió. Pero aun asi, no se sentía bien que ella estuviese en la casa. Sus palabras habían entrado profundas en él, y coloca su mano en la marca en el cuello que la había hecho Harry. Sus lágrimas caían por sus mejillas. ¿Harry los engañó?

Se para de la cama con sus piernas temblando, lo más despacio posible para no despertar a Will. Sale del cuarto bajando las escaleras para ver si había alguna manera de negar esos pensamientos. Incluso Harry durmiendo en la habitación principal lo dejaría tranquilo.

Pero, cuando se asoma a la sala, puede ver a Harry y a Marcel, acurrucados contra Veronica mientras dormían. Ve su maquillaje en sus mejillas, y pensó que debía haber llorado sin razón alguna para que la abrazaran. Aun así, William lloró toda la noche y nadie salvo Edward se había fijado como estaba.

Su estómago se encoge, y sube de nuevo hacia el cuarto. Quería llorar, sintiendo esa estabilidad que finalmente había conseguido y ahora se la estaban arrebatando. Se acuesta en la cama nuevamente abrazando fuerte a Wiiliam mientras llora silenciosamente hasta quedar dormido.

¿Por qué los alfas no sentían su dolor? Estaban enlazados después de todo.

The Alpha Sirens (Larry Stylinson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora