Capítulo 15

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Harry suspira mirando el techo de su habitación. Han pasado tres semanas de que Edward le ha quitado su teléfono celular y extrañaba hablarse con William por mensaje y recibir las fotos desnudas que le mandaba. Odiaba a Edward ahora mismo.

Marcel suspira mirando a su igual de reojo mientras guarda la ropa limpia y planchada en el armario. — Supéralo Hazza. Ya no están más, se fueron. Desaparecieron.

De repente, un golpe en la puerta principal hace que Harry se levante de la cama mirando a su hermano confundido. — ¿Ordenamos comida?

—No... —Marcel niega con la cabeza. — Iré a abrir yo. —Camina saliendo del cuarto y baja por la escalera hacia la puerta de entrada. Justo iba a abrirla cuando Edward saliendo de la cocina le gana de mano y abre la puerta antes que él.

—Hola omegas.

La piel de Marcel se tensa. ¿Omegas? ¿Qué?

Louis y William entran, ambos cargando una maleta cada uno. Miran alrededor, William sonriendo en grande cuando se encuentra con la mirada de Marcel en ellos.

—Hola papi.

—Ah ah, esperen ahí. — Edward les ordena y ambos dejan caer sus maletas parándose frente a él. — Les tengo un regalo de bienvenida. De ahora en adelante serán mis mascotas. —Dice y Marcel siente escalofríos por las palabras del mayor. No sonaban tan bienvenidas.

Edward saca una cajita de su bolsillo de la chaqueta y cuando la abre da lugar a dos collares de cuero. Uno rojo y uno marrón. — Inclínense. —Ambos omegas obedecen a sus palabras con pucheros en sus rostros.

Les coloca los collares, William recibiendo el rojo mientras Louis el marrón. Y saca un control remoto de su otro bolsillo.

—Hay algo muy interesante en estos collares. — Edward dice calmo, y William tuerce la cabeza confundido. Louis abre su boca queriendo decir algo para callar a su igual, pero era tarde, el menor había hablado.

—¿Qué es eso?

Al segundo de preguntar, se cae al piso tratando de quitarse el collar cuando este le da una descarga eléctrica. — ¡Mierda, mierda, para esto!

—De ahora en adelante, me llamaran Amo. Y no me hablarán salvo que yo les hable. — Gruñe colocando un pie sobre la espalda de William pisándolo.

Louis estaba hecho un fuego de enojo, gruñendo para adentro, pero estaba seguro que lo oirían. Más que nada cuando Edward apunta el control hacia él. — Ojo con lo que haces.

Maldice. La muerte de Edward será lenta y dolorosa. Ya la estaba planeando en su mente y no se veía un final feliz para el mayor de los trillizos.

—Marcel, ve a buscar a Harry. ¿Puedes? Él estará contento con esto. — Mira a su igual con una sonrisa diabólica.

Marcel lo mira fijo por unos minutos no pudiendo creer lo que sucedía frente a él. Era una locura. — Marcel. —Se olvida de como caminar. — ¡Marcel!

Salta abruptamente ante el grito y corre hacia arriba por las escaleras.

—¿Quién era? —Harry pregunta cuando ve a su hermano agitado entrar al cuarto y Marcel tose.

—L-Louis y William. Edward los tiene como perros, es horrible Hazz. — Dice rápido sin tomar aire susurrando. — ¡Les puso collares que los electrocuta!

—¡¿De qué me estas hablando?! — Harry sale del cuarto corriendo seguido de Marcel que le seguía el paso. Cuando apenas ve la sala, puede observar a los omegas arrodillados en el piso, sus collares ahora atados a una correa y Edward las tiene agarradas tirando de ellas haciendo que los omegas lloriqueen por sentirse ahorcados por los collares.

—Es un regalo. — Edward comunica a Harry viendo a ese con una mueca de sorpresa. — Te traje un regalo, bueno dos. —Ríe con malicia.

Harry estaba en shock parado viendo a los omegas en el suelo. No sabe que pensar ante la imagen frente a él, sin duda no le gustaba para nada lo que veía.

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The Alpha Sirens (Larry Stylinson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora