Capítulo 26

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Él tenía dos opciones: decir la verdad y desenmascararse, o mentir y ocultar algo de lo que él no quiere ser parte.

─Él...amm... se fue. ─ Dice sincero y los ojos de Harry se abren con sorpresa. ─ Se fue porque discutimos.

─¿Sobre qué?

Oh, mierda.

─O-Oh, solo cosas de hermanos. Problemas familiares. ─ William asiente sin mirar al alfa a los ojos. Su corazón dolía, y podía sentir el lazo con su hermano debilitándose por el dolor y enojo que los estaba separando. ─ Vamos a cocinar, ¿si?

Esa noche William no habló o tocó a ninguno de los alfas. Cuando quisieron ir a la cama con él, les dijo que no. Cuando le preguntaron porque no quería, el simplemente les dijo que quería tiempo solo. Extrañaba muchísimo a Louis.

Les deseó buenas noches a cada uno, sin ser cariñoso y sin tocarlos. Cuando escucha los ronquidos fuertes de Edward, sabe que todos estaban dormidos.

Miró la hora, eran la una de la mañana, y empezó a preguntarse dónde estaba Louis. Habían vendido su casa, y no tenían familia. No iba a ir a quedarse donde vivía Madame K, Louis odiaba ese lugar.

Solo quedaba una opción.

Se levanta de cama donde estaba tirado en ese momento caminando al armario para abrigarse del frío de afuera, y prepara su bolso para irse. Planeaba volver, y pensaba hacerlo con Louis.

A la mañana siguiente los alfas estaban tratando de averiguar porque los omegas se habían ido tan de repente. Edward era el que estaba más seguro que solo los omegas habían estado por interés allí. Y una vez obtuvieron lo que quisieron se fueron, y además comenzaba a sospechar de los omegas. Algo raro se traían, y no iban a salirse con la suya.

***

William había estado en lo correcto, Louis estaba en la casa de Niall, en el sillón de la casa del rubio teñido.

─¡Lou! ─ Grita llorando corriendo hacia él cuando el castaño con mechones rubios le abre la puerta. Se abalanza sobre el abrazándolo pero no recibe respuesta por parte del ojiazul.

─¿Qué estás haciendo aquí?

─Tienes razón. ─ William dice entre lágrimas. ─ Tenemos que volver y poner el plan en marcha de nuevo, pero solo, solo no tocar a los chicos.

─Te dije que esto pasaría. ─ Louis suspira. ─ Te dije que esto sería demasiado para nosotros.

─Estos no son como cualquier alfa Louis, ellos quieren cachorros, amor y compañeros y...a nosotros. ─ William le ruega con la mirada. ─ Podemos abandonar sus vidas por completo, lo prometo.

─Willy...

─Sé que no los quieres muertos. ─ Louis mira sus armas. ─ Actúas como si los odiaras, como si todo esto fuera solo por la misión, tal vez fue así al principio, pero ya no. Ya no es así Lou, porque tú los amas tanto como yo.

─No sabemos absolutamente nada de ellos.

─Y sin embargo no podemos soportar una mirada seria en sus rostros, o sonidos de disconformidad saliendo de sus labios. ─Louis suspira. ─ Podemos matar a otros alfas, pero no a ellos. Por el amor de Dios, por el amor que me tienes, no a nuestros alfas.

─Hay tres maneras de llevar esto William. ─ Louis comienza a explicar. ─ Los matamos y continuamos con nuestras vidas, se dan cuenta y todo se va a la mierda, o Madame K los atrapa ella misma y luego a nosotros.

─Siempre hay una tercera opción Lou.

─¿Y cuál es esa?

─Que Madame K, muera. ─ Los ojos de Louis de agrandan de sorpresa ante las palabras de su hermano. Ella era como su segunda madre. ─ ¡Piénsalo Louis! Ella quiere poder político. Quiere destruir el reino de los alfas, destruir los trillizos más poderosos así ella puede ascender y tomar su lugar. Ella puede hacerlo más fácil para nosotros, pero imagínate el daño que le hará a los alfas cuando tome el control. Quiero tener mis derechos de tener libertad de elección cuando se trata de cachorros y elegir un compañero, como cualquier otro omega, pero quiero tenerlos sin quitar los derechos de otros.

Las palabras dichas no decían más que la verdad, Louis lo sabía. Muy dentro suyo sabía que si esto empeora, Madam K tiraría a cualquier omega debajo de un autobús, incluyéndolos. Ella tenía hambre de poder, de venganza, pero la hacía un blanco fácil. Ella jugaba para ella misma, quien usaba a los omegas débiles para armar su propio ejército en la batalla.

Ella era un genio, Louis puede asegurar eso, pero estaba bastante cansado de no poder disfrutar nada bueno en su vida. Y esos tres alfas con los que pasaron el tiempo, fueron lo mejor que le han pasado en su vida.

La pregunta era: ¿Estaría dispuesto a que se los quiten?

─Entonces, ¿Qué hacemos? ─ William sonríe a su hermano.

─Primero, abandonamos nuestras vidas pasadas, y salir realmente del radar así nadie puede rastrearnos...

The Alpha Sirens (Larry Stylinson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora