Capítulo 43

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—¡No puedo soportarlo más Eddie! — Louis exclama aferrándose al gran alfa. — ¡Son malditamente estúpidos, hicieron llorar a mi pobre hermanito toda la noche! ¡Y mira donde están ahora, acurrucándose en el sillón con esa puta! ¡La matare!

Edward acaricia su espalda. — No seas apresurado...

—¡Piensa en cómo te sentirías si hubiese un alfa queriendo trepar sobre mi todo el tiempo, Edward! ¿No te pondría loco?

—Lo mataría sin pensarlo. — Edward gruñe al pensarlo.

—¡Nos los está quitando! ¡Nos robara a tus hermanos! —Louis insiste queriendo que Edward se enfurezca hasta que le salga humo por las orejas. — Tenemos que actuar rápido. Solo ha pasado un día y ella se las ha arreglado para quitar a Will del medio como si fuese carne vieja.

—Cambiando de tema, ¿dónde está el? Ustedes hacen el desayuno diariamente. — Edward pregunta. — ¿Tú ya cocinaste? ¿Es por eso que viniste?

Louis niega con la cabeza. — Iba a pedir comida. ¿Está bien eso? Solo para mí, para ti y Will. No cocinaré ni una mierda para ninguno de ellos.

—Me parece bien. —Edward murmura. — Eso les mostrará de lo que se pierden. No hagas una mierda por ellos. Ignóralos por completo. — Dice mordiendo un lado del cuello de Louis.

El menor estaba en silencio. — La vi anoche. Ella me dijo algo... Me dijo mucho. — Dice casi susurrando, su rostro oscureciéndose.

—¿Qué Lou? — Pregunta suavemente y el omega suspira.

—Dijo que ellos no me querían... que soy pequeño, y gordo, y débil. Dijo que Harry me dejó anoche. ¿Qué carajos significa eso? — Gruñe con el dolor claramente en su voz.

La respiración de Edward se vuelve más fuerte y profunda, sus ojos volviéndose rojos. — ¡¿Qué ella dijo que?!

—Y después vi donde los chicos fueron. Estaban en el sillón con ella. Su feo maquillaje estaba por todo su rostro. Ella probablemente lloró diciéndoles que la insulte o algo así. No dormí nada. William no paraba de llorar. Luego me topé con ella y me dijo eso. — Louis murmura y una lágrima cae por su mejilla.

—No llores...—Edward le da un beso. — Nos encargaremos de ella. Ellos entraran en razón. O lo haremos entrar en razón.

***

Louis se mantuvo firme con su plan. Ignoró a Harry y Marcel todo el día. Cuando se fueron a trabajar, les llevó el almuerzo a los dos mayores, bueno en realidad solo a Ed, pero Harry lo vio alimentando al mayor y él vio que no tenía nada para comer.

—¿Dónde está mi comida? — El trillizo del medio preguntó haciendo puchero. Louis alza una ceja.

—¿Dónde estuvieron mis hombres anoche? — Harry desvía la mirada con un rostro sonrojado por la vergüenza. — Oh claro, acurrucándose con otra omega cuando los suyos estaban llorando en su habitación.

Edward acaricia su cintura tratando de calmarlo. Se sentía muy mal por los gemelos, sus omegas.

—¿Lloraron? ¿Por qué no me lo dijeron?

Louis no responde, se queda en silencio concentrándose en Edward.

—Louis. — Harry dice, pero el omega solo deja un beso en la mejilla y termina de comer. — Louis Tomlinson respóndeme.

No lo hace, y ahí es cuando el alfa del medio se da cuenta de lo que sucedía. El omega le estaba haciendo la ley del hielo.

Pequeño cruel.

—¿Entonces así es como será? — Harry suelta un suspiro cruzándose de brazos. — Bien.

***

Otro día pasó, Harry y Marcel durmieron con Edward esa noche así que no causaron ningún problema.

Esa mañana, los gemelos cocinan solo para ellos y para Edward.

—¿Dónde está nuestra comida? — Marcel pregunta suavemente.

—Edward es el único que nos aprecia en este momento. — William dice golpeando las manos de Marcel que estaban a punto de tocarlo. — No me toques. Me pondré dramático por eso.

Marcel hace una mueca de dolor por sus palabras, recordando lo que había dicho. Mierda, lo había arruinado todo.

Veronica entra a la cocina bostezando mientras se despereza.

—Que ella les cocine.

—¿Qué?

—Cocina para ellos. — Louis dice. — Ya que eres tan adecuada para ellos.

—Oh...— Ella se sonroja. — No se cocinar...

Los gemelos se ríen de ella antes de irse de la cocina.

—Y ella nos juzgó. Patético.

Durante el almuerzo, William se hizo un bocadillo y se sentó en la cama de la habitación principal. Comió casi la mitad mientras mirada una serie de comedia, antes de escuchar pasos en el pasillo.

Se chupa los dedos limpiándose poniendo la televisión en mudo antes de salir para ver que sucedía. Ve que la habitación donde ellos dormían estaba abierta, se acerca para ver quien estaba allí.

Louis no estaba en casa, entonces, ¿Quién estaba en su habitación? Su mandíbula cae sorprendida al ver a Verónica husmeando por sus panties.

—Disculpa. — El gruñe y ella salta de sorpresa. — ¿Qué estás haciendo?

—Viendo si teníamos algo que combine.

—¿Y que si tenemos? — Alza una ceja. — A nosotros todos nos queda mejor que a ti, y tú no estarás por aquí andando desnuda.

Eso será lo último que suceda. Piensa.

—Yo uso cualquier cosa mejor que tú. — Verónica dice y William alza una ceja.

—¿Quieres apostar? — William gruñe mientras el agarra ropa interior limpia.

—Obvio que si.

—¡En la oficina de Marcel en cinco minutos, perra! — Gruñe y ella se va con un movimiento lento. El se desnuda poniéndose unos panties rojos y unas medias casi hasta el muslo que combinaban. Cuando le quedan dos minutos, juega con sus dedos en su entrada hasta humedecerse lo suficiente y se dirige hacia la oficina de trabajo del alfa.

Allí, se paró junto a Veronica que olía a su propia humedad. Inteligente, pero no lo suficiente. Aparte, olía a menta picante e inocencia contaminada.

La mira fijamente abriendo la puerta y Marcel alza la cabeza mirándolos.

—Papi. — Ronronea cuando entran. — Dile a esta mujer quien será tu aperitivo hoy, mañana, y para siempre.

—Marcy. — Ella hace un puchero juguetón. — Dile a este chico quien es tu verdadero amor.

Marcel mira a Veronica, ella le guiña un ojo, luego a William quien muerde su labio inferior y se gira mostrando su trasero, uno que Veronica nunca podría tener. Uno, que Marcel disfrutaba.

—Vamos, Marcy. — Dice al abrumado alfa mientras lo menea. — ¿Quién es mejor? Se honesto.

The Alpha Sirens (Larry Stylinson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora